Sus heladas manos tapadas por aquellos guantes negros de lana, se dirigieron hacia su plano vientre acariciándolo por encima de su sudadera blanca. A su mente llegaban todos aquellos oscuros, pero recientes recuerdos los cuales provocaban que sus ojos se tornaran húmedos.
Suspiró levemente mientras dirigía su mirada hacia el semáforo en verde que se encontraba en esa calle por la noche. Pronto la ciudad se cubriría de blanco, y ahí estaba ella, pasando algo de frío, con sólo una sudadera, una camiseta, unos guantes negros, unos vaqueros, y unas vans negras.Comenzó a mover sus pies en dirección a su destino sin separar su mano de su vientre. Necesitaba ser delicada, no sabía lo que podía pasarle. ¿Un atropello? ¿Un asesinato? Borró los pensamientos que aturdían su mente dejándola en blanco concentrándose en el cartel rojo que se podía observar a diez veinte metros de distancia.
"Estudio de Tattoos"
Empujó la puerta roja de vidrio que se encontraba ante ella recibiendo un cálido ambiente, o por lo menos más cálido que el de aquella fría noche por la ciudad de Washington, donde pronto empezaría a nevar. Un aroma de tinta y pintura entró por sus fosas nasales. Movió su pelo detrás de su oreja con cuidado de no despeinar su recién tintado, cabello negro cuervo y finalmente quitó la mano de su vientre, ya no estaba en problemas. Y sólo sentía la necesidad de acariciar su viente porque era el único lugar donde se sentía segura y cómoda.
Pronto pudo notar mejor varios sonidos de distintas agujas de tatuajes en aquel gran establecimiento, sabiendo que si no habían problemas, uno de esos sonidos, en el futuro sería por ella.
Volvió centrándose a la barra que se encontraba delante de ella, buscando un asiento, el cual encontraría de cuero negro para sentarse a reposar su cabeza en este mientras esperaba que fuera atendida.
Minutos tuvieron que pasar hasta que por fin las cortinas que cubrían una entrada al estudio interior fue movida, indicando que alguien estaba dispuesto a atenderla.
Levantó la vista, consiguiendo observar a Nick, un viejo amigo, al cual le dirigió una triste sonrisa mientras él le regalaba una melancólica.-- ¿Qué se te ofrece, Lu? -- Le preguntó el jóven mirando con tristeza a la chica de pelo negro.
-- Reservé para hacerme un tattoo. -- Contestó seriamente intentando esconder aquella lágrima que amenazaba con salir de su ojo izquierdo. -- Adelante. -- Fue la última palabra que recibió del chico antes de entrar a uno de los estudios pudiendo observar una camilla negra junto a una hermosa decoración negra y roja acompañada de música de rock & roll.
-- Ya sabes qué hay que hacer. --
Acatando las órdenes, Lu, se dirigió a la camilla quitándose su sudadera blanca de caras negras tristes dejando ver una camiseta de manga corta negra donde una imágen de cigarrillos era la única decoración de la prenda. Se levantó la manga derecha dejando ver su pálido hombro.
Y así, el joven Nick, revisó de nuevo el dibujo que tenían preparados aguantando una mueca de tristeza para comenzar a dibujar aquel boceto en la piel desnuda del hombro de Luni. Sólo ellos eran conscientes de la actual situación, de la triste atmósfera, sólo ellos sabían el porqué de sus tristezas.
Sólo ellos sabían que la felicidad no era para siempre.
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EL TATTOO ;; Pkookiee & Jeon_Zusi
RomanceCOLABORACIÓN @Pkookie & @Jeon_Zusi Se encontraba absorta en el pasado mientras trataba de hacer frente al presente, cuando aquella tinta negra corría por su sangre tiñiendo su corazón.