Parte 77

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Rose: Decidí que este sería mi dormitorio. Me encanta.

Los ojos de Sebastián se vuelven más intensos al mencionar mis últimas palabras.

De repente empiezo a imaginarme a mí y a Sebastián compartiendo este dormitorio, la cama, la bañera, etc. y consigo excitarme de solo pensarlo.

El deseo empieza a alterar mis sentidos, y algo dentro de mi cuerpo me pide a gritos que me acerque a Sebastián.

Como si nuestro corazón y nuestra mente estuvieran sincronizados, nos acercamos mutuamente. Sebastián coge un mechón de pelo de mi cara y lo aparta, noto su respiración y sus latidos intensificarse.

No puedo evitar besarlo, él tampoco da el paso, algo nos retiene... Y entiendo que yo he sido la que lo he apartado de mi lado y entiendo que Sebastián lo está respetando y se está conteniendo a pesar de nuestro deseo, lo noto en su aliento sobre mi cara.

Da igual lo que haya pasado, lo importante es lo mucho que lo quiero, de eso estoy segura, y sé que él me ama a mí.

Rose: Sebastián, siento muchísimo todo el daño que te estoy haciendo, si me acerco a ti no puedo evitar seguir haciéndote daño y si me alejo creo que igual. Siento el alejamiento de estos días, he evitado ir a clase y también me ha ayudado Begonia.

Y entonces Sebastián me besa con extrema dulzura, saboreando mis labios y después mi cuello mientras nuestras manos se tocan mutuamente.

Sebastián: Te amo y eso es lo único que importa.

Rose: Y yo a ti.

Ya hace calor en Mistery Spell, pero el castillo está frío, entonces con mi magia enciendo el fuego de la chimenea sin saber que nuestros cuerpos están más ardiendo que ese fuego que acabo de prender.

Sebastián me coge el alza y me pone sobre la fría pared de piedra de mi habitación del castillo. Me besa con fuerza y yo me dejo llevar.

Después me suelta con delicadeza en la cama, y nuestros cuerpos se enlazan a un ritmo frenético.

Más tarde, nuestro amor ha hablado, estamos acurrucados dentro de las sábanas. Compruebo la suavidad de las sábanas nuevas, pero no es equiparable a la suavidad de la piel de mi guapo profesor.

Rose: Estaría genial que nos diésemos un baño, pero me han dicho que no use el agua todavía.

Sebastián: Otro día cariño.

Rose: Debemos irnos, tengo que ver a Jac.

Sebastián me mira con curiosidad, mientras se levanta bruscamente y recoge su jersey del suelo para ponérselo.

Rose: Deberías disculparte con él, por lo de aquel día. Jac es insoportable pero a su manera me está ayudando. Recuerda que tú y yo no sabemos ni como empezar para romper el hechizo, aparte del poco tiempo que están dejando los exámenes finales y mi entrenamiento.

Sebastián: Simplemente no me fío de él, pero si quieres me disculparé.

Terminamos de vestirnos y bajamos hacia afuera, recorriendo las escaleras traseras, que antiguamente se usarían para el servicio, y que dan a parar a la cocina. 

Rose: Comeremos algo rápido.

Observó que no hay nada de comida. Lavanda es lo único qué le ha faltado como detalle. Salimos por el pasillo que conduce a la biblioteca.

Sebastián: Que bonito es, es perfecto. Hay pocos libros, pero seguro que son curiosos de leer y estudiar.

Rose: Si, los revisaremos algún día. Me da un poco de remordimiento tocar las cosas sin saber a quién perteneció, el castillos era de mi madre, pero no quería aceptar la herencia sabiendo que este castillo pertenecía a mí padre, sin saber casi nada de él. Me sentí muy mal cuando supe quién era, pero gracias a los hermanos también he descubierto cosas buenas de mi padre, y ya lo veo con otros ojos, aunque aún no entiendo cómo se puede abandonar a un hijo. Pero estoy segura de que mi madre estará de acuerdo con lo que estoy haciendo.

Sebastián: Entiendo. Yo creo que has hecho bien.

De repente algo capta mi atención, es un cuadro que he visto antes, pero que el hechizo ha hecho que se arregle también, el rostro parecía maquiavélico con los años, pero ahora figura algo más dulce. Ese hombre es el mismo que está en la foto que tiene mi madre, él es mi padre, Víktor Bartholy y las iniciales en el cuadro así lo delatan, por fin puedo asegurame de como es su rostro de verdad.

Sebastián: Y dime, ¿Sabés algo más de tu padre?

Rose: Poco más, antes tenía malas referencias de él pero las que me han llegado de los hijos del cielo no son malas, al revés. Pero no quiero bajar la guardia...

Me giró y le señalo en el cuadro.

Rose: Es él.

Sebastián levanta la vista y observa con detenimiento el cuadro. De repente pone los ojos como platos. .

Sebastián: No puede ser... él es... Víktor Bartholy.

Rose: Sí.

Sebastian: ¡Maldita sea! No puede ser...

Me quedo sin respiración, no entiendo que está ocurriendo. Entonces alza la voz.

Sebastián: ¡Él destruyo mi familia, él mato a mí padre, lo mato delante mía y gracias a mi conversión logré escapar! Era muy pequeño y fue la primera vez que me convertí, estuve meses desaparecido.

Rose: ¿¡Qué!?

Sebastián empieza a hablar agitado y convulsionado, le cuesta digerir lo que está diciendo.

Sebastián: Por su culpa, mi madre entro en depresión y gracias a que otro hombre lobo quedó viudo, pudo empezar a salir con él y volver a recuperar su vida.

Reconozco está historia, contada por él anteriormente, pero jamás imaginé que fuese mi padre. Las lágrimas caen por sus ojos y por las mías, otra cosa que nos vuelve a separar. Me acerco a consolarlo.

Rose: Lo siento, debe de haber algún error, mi padre era bueno...

Mi profesor me mira como si hubiese visto al demonio.

Sebastián: No te acerques a mí, Rose.

Rose: ¡¿Qué?!

Sebastián: ¡Tu padre sigue haciendome daño, él es que te lanzó el hechizo para que nos amáramos!

Rose: No estoy segura, pero creo que no fue él.

Sebastián pega un grito que me asusta y se va hacia la salida, esta furioso y yo estoy desatada, jamás imaginé esto, es como si estuviese viviendo una pesadilla...

Sebastián: Encontrare la manera de deshacernos del hechizo y no volveremos a vernos.

Estás palabras me duelen en el alma.

Rose: Pero... Hace un rato decías que estabas seguro que no había ningún hechizo.

Sebastián: Si que lo hay y ojalá al anularlo olvidemos está pesadilla.

Sebastián se marcha y cuando me doy cuenta veo que se ha transformado, ya que hay ropa rasgada por el suelo y el coche sigue estacionado.

De repente siento un deseo increíble de refugiarme en mi casa y en mi cama, aquí estoy muy sola, en un castillo que aunque no es tan grande como los de las películas, para mí sigue siendo enorme con sus 20 dormitorios y 3 salones. Me salgo hacia afuera y me marcho a toda velocidad hacia mí casa, el castillo está un poco retirado de Mistery Spell, pero gracias a mi velocidad vampírica consigo estar muy rápido en casa.  Por el camino me voy fijando en que Sebastián ha cogido otro rumbo para no ir tras él, necesita pensar en todo lo que ha pasado. Cuando llegó a casa, estoy desaliñada, llena de suciedad del bosque y con los ojos rojos. No sé el tiempo que me tiro llorando...

Esa noche necesito tomar unas infusiones para poder dormir, Jarod me ha escrito preguntado por su hermano, no sabe nada de él y no coge el teléfono y he preferido no comentarle nada sobre lo que ha pasado.

Sebastián- Mistery Spell - It is love (Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora