El Principio Y El Fin.

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“El  segundo  cielo”

Estoy muy asustado... no puedo mover mis piernas... creo que mi pie izquierdo esta lastimado... me llega un olor fuerte...
Como a carbón o a plástico quemado... no estoy seguro, me duele la cabeza y creo que estoy a punto de perder la conciencia, no sé qué hacer, no sé qué pasa... necesito ayuda...
Pasan los minutos y logro tomar un poco de fuerza... abro los ojos y miro a mi alrededor... estoy en medio de un bosque... está completamente oscuro... no estoy seguro de lo que acababa de suceder... mi ropa estaba un poco quemada y mi cara se sentía algo sensible... mire un poco más arriba  y logre ver una pequeña y tenue luz, la cual brillaba a la lejanía...
No estoy seguro de qué debo hacer... tengo frío... y el  hambre empieza a molestarme... yo solo quiero volver a mi casa y que mi mamá me dé de comer... la necesito... y a papá también... necesito encontrarlos... tomo valor y con pasos firmes pero lentos me adentro en el espeso bosque... los enormes y oscuros pinos crean un paisaje desolador y me siembran un miedo colosal, mis pies están descalzos así que soy herido por todas las piedras del lugar, clavándose en mis plantas y cortándome... al cabo de unos minutos ya no podía dar ni  un solo paso.
Mi pancita empieza a calentarse... mi frente empieza a sudar y repentinamente se me tapó la nariz... sin importar que me esté pasando... estoy seguro de que no es nada bueno... me tiro al piso para tomar un descanso y lograr recuperarme...
Al parecer mi mami ya no vendrá por mí, me quedaré solito... mis ojos no aguantan más... el temor no deja de molestarme... empiezo a llorar de forma descontrolada mientras respiro con fuerza debido a mi nariz tapada... mi vista se pone borrosa... el bailar de los pinos se vuelve violento y el sonar del viento se escucha como fuertes silbatos... las piedras tiemblan junto con el piso y poco a poco logro ver un par de brillantes ojos...  se acercan a mí lentamente... hasta que un ser de forma humanoide queda delante de mí.
Levanta su brazo para tomarme de la cabeza... pero me doy media vuelta e inicio a correr en dirección contraria al  lugar de donde salió...
En ese momento me di cuenta de dónde estaba mi casa... ¡estaba ardiendo!
No podía creer lo que estaba viendo... al principio me negué rotundamente a la idea... pero al acercarme al impresionante desastre pude entender que era cierto...
Toda la estructura de madera estaba convertida en cenizas... mi condición empeora... sin embargo, ya no tengo intenciones de correr... no creo que esa cosa me haya seguido... así que comienzo a gritar para encontrar a mis padres...
-¡MAMÁ, PAPÁ! ¿¡DÓNDE ESTÁN!?...
¡TENGO MUCHO MIEDO, POR FAVOR VENGAN, YA NO QUIERO ESTAR SOLO... POR FAVOR AYUDENMÉ!...
Es inútil, nadie me escucha... no entiendo dónde estoy ni tampoco entiendo qué me está pasando...
Me empiezo a ahogar... mi vista se pierde y siento como si mi entorno se cayera a pedazos... doy un leve paso hacia enfrente y termino desmayado en el piso... girando de forma errante en la suerte de este pequeño juego sin chiste llamado vida...
Lo último que logro ver son diez cosas extrañas acercándose a mí, pero ya no puedo hacer nada... se escucha un golpe y me pierdo completamente....
Desperté, estoy estupefacto... muero de ganas de saber qué fue lo que pasó (aparentemente no era de lo único que me estaba muriendo.) Me pongo en pie y con una voz suave y tierna pregunto:
-¿Hay alguien ahí?
-No...- me contesto una voz gruesa...
Sigo solo... pero si sigo solo... ¿de quién es esa voz?...
-Por favor, Deja de andar de chismoso... Sabes, es de mala educación.-dijo la voz misteriosa la cual sonaba desde los arbustos.
-oye, ¿tú me salvaste?
-ahg... algo así... no exactamente... pero si quieres verlo así, está bien.-contesto confundido.
-gracias... no sabes lo asustado que estaba... incluso creo que de tanto llorar me comí unos cuanto mocos ja, ja, ja, ja, ja...
-eso es asqueroso... mejor dime... ¿cuántos años tienes?
-¿yo?- exclame mientras miraba a los arbustos...
-mmmm... jamás había tenido que dialogar con un ser tan esperpento como tú... ¡entiende! ¡Es más que obvio que me refiero a ti!
-perdón -conteste apenado.-tengo nueve años señor.
-¿Nueve años? ¿Qué rayos hace alguien de tu edad en este lugar? ¿Acaso sabes en dónde estás?...
-No señor, lo único que sé es que mi casa se estaba quemando y me quedé dormido.
-estás en el bosque de...
Se escucha un fuerte crujido y los arbustos salen volando hasta lo más alto del cielo... los pinos que estaban cerca del lugar cayeron de golpe contra el piso...
Un fuerte aire me empujo y cerré un poco mis ojos... y entonces vi como una enorme bestia saltaba hacia el cielo y en cuanto tomo la altura de las nubes la pude apreciar de forma clara... era una especie de jaguar con alas... cola de serpiente y cuernos de toro... era color verde brillante... y su cuerpo  estaba lleno de manchas rosadas con alguna que otra naranja... con todo y cola media como dos metros de alto por seis de largo... se mantuvo en esa altura por unos segundos y momentos después se dejó caer a toda velocidad... a medida que se acercaba al piso sus alas se encogían al igual que todo su cuerpo hasta que al estar a unos metros del suelo  su altura solo constaba de una pequeña porción de su tamaño original...
Golpea el piso con fuerza y el polvo se levanta... no puedo creer lo que veo...
Era algo muy extraño lo que estaba presenciando pero era real... o al menos eso parecía...
-entonces no sabes que haces aquí...-dijo con una voz un poco menos grave.-y tampoco sabes en dónde estás... ¿verdad mocoso?...
-si señor...
-bueno, pues... estás en el bosque sagrado... también conocido como "el limbo".
-¿el qué?...
-Limbo.
-¿qué es eso?...
-¡Haaa! ¡Mocoso testarudo, te lo acabo de decir!... ¿acaso tienes retraso? ¿Tienes retraso verdad?
-No... Lo siento... es que... yo solo quiero volver a mi casa...
-eso no se puede...
-¿por qué?...-pregunte mientras mis ojos se humedecían.
-porque... olvídalo, solo no puedes... ¡entiende!
Me tire al piso dispuesto a iniciar con un berrinche...
-¡Ya basta!...- el polvo es atravesado y logro ver a un chico... medía como un metro setenta... era delgado... tenía un short de mezclilla negra y una sudadera verde con el centro liso y manchas negras en las mangas... cabello naranja y dos pequeños cuernos que se asomaban a los extremos de su cabellera... en  lugar de alas tenía un par de tirantes en su espalda... como si fueran dos bufandas que colgaran de ella...
-¡RAYOS NIÑO! ¡EN VERDAD ERES MOLESTO!
-tu voz... ¿qué le pasó a tu voz?-pregunte sorprendido.
-está es mi verdadera voz... es menos grave que la otra...
-¿qué eres?
-¿para qué quieres saber? Es decir, ¿acaso eso importa?...
-No sé.
-deja de andar de chismoso y sígueme.
-¿para qué?...
-de verdad que eres tonto... te voy a llevar con el señor de estas tierras... tal vez él sepa cómo sacarte de aquí.
-¿me vas a ayudar?
-¡si!
-¿por qué?...
-¡YA CALLATE!... ¡SI SIGUES HABLANDO YA NO TE VOY A AYUDAR! ¡¿OISTE?!...
-si.- conteste asustado.
-por cierto... ¿cómo te llamas?- comento de forma arrogante.
-me llamo Pedro...
-¿Pedro? Ja, ja, ja, ja, ja... ¿qué clase de nombre es ese?... sabes que... te diré Jed...
-No, mi nombre es Pedro... No Jed... no me gusta ese nombre...
-No te pedí tu opinión niño... si quieres que te ayude a llegar a tu casa te llamaras Jed... ¿oíste?...
-si... -asenté.- oye, ¿y tu nombre cuál es?...
-Me llamo Beztao...
-Ja, ja, ja, ja, ja... ¡Beztao!... que nombre tan feo.- jamás pensé sentirme tan arrepentido de algo a mi corta edad, pero sin duda alguna, una de las cosas de las que más me arrepiento es de haberme burlado...
-¿así?... ¿te parece gracioso mi nombre?...
-sí, mucho...
-pues, que bueno...- dijo con  una voz que se hacía muy gruesa- que te diviertes... pero lamento decirte que mi diversión será mil veces mayor a la tuya...
Beztao salto hacia mí y se convirtió en la fiera que había visto anteriormente... me caí al suelo del susto y sentía su fuerte respiración en toda mi cara...
-¿todavía te parece divertido mi nombre?...-exclamó mientras acercaba sus grandes y filosos colmillos hacia mi cara...
-no señor, no me parece divertido.- dije con la voz encogida y débil.
-perfecto.-dijo Beztao mientras volvía a ser chico.- así me gusta...
Ya perdimos mucho tiempo... ya es hora de irnos...
El sol comienza a salir... el bosque sagrado es golpeado por hermosos rayos de luz... se crea un hermoso arcoíris alrededor de la bella estrella...
-¡wooo!... se ve genial...
-así es Jed, es una buena iluminación para nuestro viaje por el segundo cielo...
-¿segundo cielo?...
-si niño...
-¿qué es eso?
-¿acaso no sabes nada?- exclamó.- el segundo cielo es el nombre que se le da al conjunto de las tierras sagradas...
-¿y esas cosas que son?- pregunte con miedo a volver a ver a Beztao en su forma de bestia.
-las tierras sagradas son: el bosque sagrado... las montañas conocidas como los dientes del diablo... el desierto apodado la carne de cristo, el rio del olvido y la tierra del fin.
-¿la tierra del fin es a dónde vamos?
-si Jed, vamos para allá... pero primero necesitamos salir del bosque... así que caminemos...
Nuestra aventura inicio debajo del hermoso sol del segundo cielo... caminamos durante horas y horas... estuve callado por mucho tiempo hasta que la curiosidad me golpeo de repente y exclame...
-el señor del que me hablas... ¿es tu padre?
Beztao sigue caminando, momentos después se detiene y dice...
-si quieres verlo así, si, es algo parecido.-  y siguió con su avance...
Se escucha un leve crujido...
-¿qué fue eso?...
-¿qué cosa Beztao?
-el ruido...
-tal vez fue un animal...
-no, no pudo ser un animal... porque no hay animales en este bosque...
Un pino se cae enfrente de nosotros y detrás de su caída aparece un ser muy extraño... era como un esqueleto humano... media casi tres metros... sus huesos eran grises y su pecho estaba cubierto por plumas negras... tenía una especie de armazón blanca con rojo como cinturón y en lugar de pantalones traía una falda hecha de escamas de serpiente...
-Beztao... ¡¿Qué es eso?! -pregunte con la poca voz que tenía...
-eso es un Tzitzimine...
-¿qué es eso que tiene cómo cinturón?
-eso que ves... es una columna...
-¿humana?...
-No... Es la columna de un Jaguar...
-un jaguar, ¿cómo tú?...
-si.- dijo mientras corría hacia el feroz oponente...
Beztao salta hacia ella y se convierte en bestia, el Tzitzimine arranca la columna que tiene en su cintura y la usa como una especie de látigo... la gira un par de veces y con una enorme cantidad de fuerza la deja caer hacia el suelo en dónde nos encontrábamos... Beztao extiende sus alas y de un fuerte aleteo se eleva para quedar fuera de su alcance... el Tzitzimine parte el terreno en dos y mira hacia arriba para poder ver a su oponente... de nuevo gira su arma y la lanza hasta Betzao... lo golpea directamente y crea una herida en su estómago...
-¡Beztao! ¡Noooo!...
Beztao empieza a caer hasta el suelo demasiado rápido, tan rápido como su des transformación...
Se escucha un gran estruendo a unos cien metros del lugar...
El Tzitzimine voltea a verme... se acerca hacia mi mientras me mira fijamente... me siento como su presa... una indefensa y sin posibilidades de escapar...
Me siento en el piso y empiezo a murmuras de forma descontrolada...
-Por favor no me mates, por favor no  me mates...
El oscuro ser queda en frente de mí y su gran sombra me cubre por completo... es imponente y muy peligroso...
Se agacha un poco y empieza a abrir su cráneo... sus ojos y el centro negro de su boca se tiñen de color rojo... como si tuvieran acero derretido dentro...
Poco a poco la distancia que me separa de estar tocando ese núcleo rojo se hace más pequeña...
Hasta que el piso empieza a temblar nuevamente... pero está vez, el movimiento es más potente que las veces anteriores...
Se escucha un fuerte rugido capaz de romper hasta el mismo viento que lo transmite.
-¡TODAVÍA NO ME MATAS!...-grita con furia mientras se abalanza contra el Tzitzimine...-¡PERO YA NO IMPORTA, ESPERO Y HAYAS DISFRUTADO MATARLO!... porque yo si disfrutare de acabar contigo.
Beztao muerde el cráneo del monstro esquelético y aplica tal presión que logra romperlo...
Aquella cosa después de ser destrozada sus huesos empezaron a oscurecerse más y más hasta quedar negros en su totalidad...
-ah, pensé que no lo lograría... -dijo Beztao mientras se volvía humano otra vez.- rápido... ayúdame, necesito romperle los huesos...
-esa cosa se ve muy dura...  no creo ser de mucha ayuda...
-tienes razón... -Me mira de reojo y comienza a romper parte del esqueleto... arranco un hueso de un metro de largo...
Y en  un extremo estaba una punta muy afilada y del otro una enorme bola... parecía una especie de mazo como los que están en los libros de historia.
-Ten... ahora ayúdame...
-¿y qué hago?...
-solo golpea los huesos grandes.
-está bien.
Levanto el mazo y trato de golpear una parte de las costillas del monstruo... pero en cuanto impacto con los huesos rebote con mucha violencia...
-No creo que esto sirva de mucho.
-ah, es cierto... se me olvido contarte... mira Jed, para poder romper los huesos intenta concentrarte en la bola del hueso que te di, cuando la bola cambie de color entonces podrás usarla para golpear... ¿entendiste?
-si. Asenté con la mirada.
Beztao siguió rompiendo huesos, mientras que yo, por otro lado estaba intentando concentrarme de la manera en la que me dijo... fallé muchas veces pero después de muchos intentos logre hacer que la bola negra del hueso se cambiara a un color rojo con amarillo brillante...
-ahora sí. -dije entusiasta...-¡toma esto malhechor!...
Deje caer el mazo con todas mis fuerzas y lo ataque a tal grado que logre destruir el esqueleto completo.
-¿qué hiciste?- preguntó Beztao con una voz de impacto.
-solo hice lo que me dijiste.
-vaya mocoso... tal vez no seas tan tonto como creí...
-¿en serio?
-No, la verdad si eres tan tonto como creí, ja, ja, ja, ja... hay que seguir caminando... ¿o acaso quieres que otra de esas cosas vengan para acá?...
-¡No! ¡Claro que no! ¡Hay que irnos! ¡Rápido!...
-ja, ja, ja, ja... mocoso... no olvides ese hueso... lo vas a necesitar más adelante... Bueno, solo si quieres sobrevivir, claro.
-ah-ah... si... claro que me lo llevaré.
Caminamos un buen rato por el bosque... El sol se apagó y la luna entró en su lugar...
-la luna de aquí es diferente...
-¿ah, sí?...
-si...
-¿cómo es la luna que conoces?
-es blanca, redonda y muy bonita... pero la de aquí es mucho más grande y tiene algo negro en el centro...
-vaya, no lo sabía... pensé que todas las lunas eran iguales...
-yo también...
Mientras caminábamos... noté que mis pies me pesaban demasiado... me sentía algo mareado y confundido.
-Beztao...
-¿qué pasa Jed?
-no me siento bien...
-lo que pasa es que el mazo consumió parte de tu energía... tal vez sea por eso... lo mejor será que descanses... pero si lo hacemos tal vez tardemos más tiempo en llegar...
-no es necesario... yo puedo seguir caminando... sé que estaré bien...
-no, no lo estarás...-  Beztao me cargo y siguió caminando...
-no necesito que me lleves...
-no me importa, solo cállate y descansa... mocoso insolente.
-gracias Beztao... Eres un gran amigo...
- ja, claro que lo soy mocoso... ahora duérmete.
-Jed... ¡Jed! ¡JED! ¡DESPIERTA!...
- ¿ah?... ¿qué pasa?...
-Ya llevas dos días durmiendo... ya es hora de que despiertes...
-¿Qué? ¿Dos días?...
-si... hace día y medio que estoy caminando por las montañas...
Me bajo de la espalda de Beztao y logro apreciar que estamos en lo más alto de los dientes del diablo. El paisaje es inigualable... se logra apreciar lo alto de los pinos de aquel bosque sagrado...y el horizonte del cercano desierto... Todas las montañas parecieran estar hechas de mármol... coloreadas por el arcoíris circular que rodea al sol... luciendo un contraste que pareciera único...
-Sí, que bueno que te gusta la vista pero ya hay que bajar la montaña...
Mientras bajábamos la montaña logre ver una especie de aldea...
-Beztao... ¿qué es eso?...
-no lo sé, y no mires para allá...
-pero es que mira, parece una aldea...
-Jed, deja de mirar para allá... es una orden... y ya no hagas ruido...

Logre ver una silueta fuera de aquella aldea... parecía que nos observaba así que decidí saludar... agitaba mi mano para ver si lograba captar su atención pero mi intento fue inútil.
Terminamos de bajar y justo antes de entrar al desierto escuchamos unos pasos...
-Jed... atrás de mí.
-¿qué pasa?... creo que nos descubrieron.
-¿quiénes?...
-los Tzitzimine... no sé cómo pero lo hicieron... así que trata de...
Se escucha un suave y veloz silbido y en un pestañeo Beztao salió volando unos diez metros atrás de mí.
-Beztao... ¿qué está pasando?...
-mocoso... vete de aquí, corre hacia el desierto...
Miro a Beztao y tiene una especie de flecha clavada en el pecho... esta sangrando y su voz esta algo agitada...
Del horizonte sale un ser muy diferente al anterior... este era casi el doble de alto que el primero y en lugar de ser un esqueleto era una especie de sistema locomotor... tenía una versión de mi mazo pero mucho más grande... plumas negras en la cabeza y su cuerpo estaba cubierto por una capa de escamas rojas.
De aquella manta saco su brazo escondido en el cual traía una especie de cerbatana...
Beztao se sacó la flecha y me grito.
-¡LARGATE DE AQUI JED, YO ME PUEDO ENCARGAR DE ÉL!...
Tome mi mazo y salí corriendo hacia el desierto... solo alcanzaba a escuchar los fuertes golpes, producto del violento y sanguinario combate... al cabo de unos minutos corriendo ya no escuchaba nada... Seguí caminado solo, por tres días sin compañía alguna... Hasta que enfrente de mi volví a ver a Beztao... estaba herido... sus brazos y sus piernas estaban llenas de heridas y su ropa estaba cubierta de sangre...
-¡Beztao! ¡Estás vivo!
-claro que lo estoy... mocoso, llevo casi dos horas esperándote... ¿por qué eres tan lento?...
-perdón...
Beztao se dio la vuelta y entonces lo vi, vi algo que no me dejaría dormir por mucho tiempo...
-Be-Be-Beztao...
-sí, ¿qué pasa?...
-tu-tus... tus alas... ¡Ya no están!...
-sí, las perdí peleando con esa cosa... pero no importa...
-perdón, de verdad perdón...-exclame mientras lloraba- todo es mi culpa... yo salude a esa cosa cuando caminábamos
Por la montaña...  jamás pensé que tú perderías tus alas y la  verd...
-¡¿Qué?!- grito furioso.- ¡maldición!... ¡maldición!... ¡maldición!...- me dio un golpe muy fuerte en el rostro... y poco a poco comenzó a transformarse...- condenado mocoso... por tu culpa perdí mis...
Beztao cayó desmayado... su cuerpo estaba muy agotado.
-No sé qué es lo que quieras hacerme... pero no te pienso dejar aquí.
Lo cargue y termine de recorrer el desierto...
Llegue al inicio del río del olvido y me senté un rato en lo que Betzao despertaba...
-Beztao... Beztao... despierta...
-mmmm... pensé que me dejarías morir en ese lugar... pero no importa... ya no quiero hablar al respecto... debemos llevarte con el señor de estas tierras.
Llegamos a una especie de puente de tierra, Beztao comento que todo aquel que toca el agua del río olvida todo lo que sabe.
En medio del río un enorme cocodrilo estaba echado... su tamaño era como el de un tráiler... en ese momento no sabíamos cómo pasar tal obstáculo...
-hola...-dijo una voz dulce que se escuchaba detrás de mí.- ¿ustedes también quieren cruzar?...
Volteé a ver y eran dos chicas... una de la altura de Beztao con la única diferencia de que su cabello era rosa, vestía una playera amarilla con líneas moradas y una falda de escamas rosadas... y la otra era de unos quince años de edad... ella portaba una cerbatana al igual que el Tzitzimine de las montañas...
-si... supongo que ustedes no pueden solas.- dijo Beztao.
-la verdad si podemos, pero tú te ves algo débil, por eso pregunte.- contesto la chica de forma burlona.
Beztao apretó la mandíbula con  fuerza y exclamó...
-bien... creo que podemos ayudarnos...
La prueba no fue tan difícil como parecía... el cocodrilo estaba dormido... la idea era atacarlo  en cuanto despertara pero el muy holgazán solo abrió los ojos para mirarnos por un momento y luego volver a su siesta...
-bueno... pues... creo que ya es hora de irnos... el viaje no ha terminado...-dijo Beztao.
-¿podemos seguirlos?... también queremos ir con el señor de las tierras del fin.-dijo la chica del cabello rosa.
-¿quién te dijo eso?
-fue el pequeñín...
-Jed... ¿tú les dijiste?
-¿no debía de hacerlo?...
-está bien... pueden acompañarnos...
Al pasar un rato caminando paso algo muy raro... no sé cómo pero fuimos rodeados por más de veinte Tzitzimines... Cada uno de ellos media unos cinco metros... tenían seis brazos y cuatro piernas... eran esqueletos como el Tzitzimine del bosque pero tenían una ropa parecida a la del Tzitzimine del desierto... de en medio de ellos salió un hombre de unos dos metros de estatura... gordo y muy feo... su ropa era gris con manchas amarillas... Se acercó a Beztao y dijo...
-al fin te encuentro...
Beztao aprieta el puño y con fuerza le da un gran abrazo a aquel hombre...
-¿lo conoces?...- preguntó la chica del cabello rosado.
-sí, es un viejo amigo... se llama Cosh.
-Ja, ja, ja, ja... creo que todavía no le cuentas de mí, Beztao ha sido mi mejor...
-No, todavía no les cuento... pero lo haré en otro momento... dime que necesitas...
-Beztao... siempre directo... está bien... verás... hace unos días me informaron algo muy importante y estoy de salida hacia la aldea de las montañas...
Pero mejor lo haré después... mejor acompáñennos...
-sí, no hay problema...- contesto Beztao.
Después de medio día de caminata llegamos a una aldea... estaba llena de Tzitzimines, eran docenas de ellos... las casas eran enormes pero entramos a la casa más grande del casar la cual era el  hogar de Cosh... nos hicieron una fiesta en nuestro honor... al parecer Beztao era muy querido en ese lugar... paso el tiempo y cuando todos estábamos festejando se escuchó por todos lados un grito uniforme y muy fuerte.
-¡arriba el rey de los tzitzimines y el señor de las almas Beztao!
No lo creía... ¿por qué mató a esas cosas sí eran sus subordinados?...
Ya era de noche así que me fui a dormir con intenciones de escaparme antes del amanecer... ya no podía confiar en Beztao... no después de lo que acababa de escuchar... me desperté en la madrugada y justo antes de ponerme en pie se escuchó.
-¡¡¡JEFE!!!...¡¡¡EL CAPITÁN DEL ESCUADRON DEL BOSQUE HA SIDO ASESINADO!!!...
Cosh estaba a unos cuantos metros de mí y se levantó de golpe...
-¿¿¿Qué???... ese condenado de Beztao... nos ha traicionado... ¿en dónde está?...
-¡¡¡acaba de escapar hace algunos minutos!!!
-¡No!... Carajo... no puedo dejar que escape... después de todo él fue el que mató al Teniente del desierto y al soldado del bosque... ese chico pagará con sangre.- Cosh empieza a transformarse... su tamaño es demasiado grande para su casa por lo que el techo termino volando por los aires... se convirtió en una especie de cerdo con cuatro alas y una cola de escorpión.- haré que te arrepientas Beztao.-gritó antes de desaparecer en el cielo.
Era mi momento para escapar... así que decidí salir cuidadosamente... fue en ese momento que vi el cadáver del capitán... estaba completamente partido en dos... seguí caminado mientras me aguantaba las ganas de vomitar pero no pude resistir más cuando vi a la chica de quince años aplastada y con la cerbatana rota... su cuerpo estaba acabado... sus dientes se salieron de su lugar y su pecho y costillas estaban hacia dentro de su tronco... en ese momento note que el capitán tenía incrustadas dos flechas en el cuello... no entendía que hacer ni a dónde ir así que decidí regresar al río... estando allí comencé a caminar al borde de esté.
Logré ver una aldea... estaba mucho más chica que la anterior... me acerque para ver quiénes Vivian ahí... los Tzitzimine de ese lugar eran más chicos... apenas y alcanzaban los tres metros de alto... eran gordos y su olor era horrible...
Mientras miraba algo me tomó de la espalda y cuando me di cuenta ya me habían despegado del suelo... una de esas cosas me había atrapado... me llevo a esa aldea y me metió en una jaula de metal y huesos negros... mi mazo estaba envuelto en trapos por lo que no se podía notar mucho... sin embargo, no serviría de nada romper la jaula si esas cosas estaban cerca...
-hola chico... al parecer tú también te escapaste... ¿verdad?...-dijo Cosh mientras entraba al cuarto en el que me tenían prisionero...-escúchame chico... ese tonto de Beztao ha traicionado mi confianza... fui engañado al igual que tú...
-¿engañado?
-sí, lo que sea que te haya dicho no es verdad... el solo te está utilizando para llegar con el señor de estas tierras... él no puede verlo si no estás tú... en cuanto te lleve a ese lugar ya no le servirás para nada y entonces te matará... yo puedo salvarte... solo dime cuál es su debilidad... dime cómo lastimarlo y yo te daré todo lo que me pidas... lo que quieras, solo pídelo y será tuyo.
-¿a mis papás?
-ah, claro, claro... tus padres... dime qué hacer y yo te los daré...
-bueno, pues... Beztao ha actuado algo raro últimamente...  el solo se la pasaba con la chica del pelo rosado... ya ni siquiera conversaba conmigo... al principio era muy grosera con ella pero conforme pasó el tiempo dejó de serlo... la comenzó a tratar muy bien.
-entiendo chico...-dijo Cosh mientras sonreía.-muchas gracias... ya puedes irte.
Dio un fuerte golpe a mi jaula y la rompió por completo... caí al suelo y después de unos segundos me levante...
-ahora que ya sé cómo lastimarlo... solo necesito hallarlo y...
-¡JED!... ¡JED!... ¡¿DÓNDE ESTÁS!?
-Beztao.- exclamé.
-no pudo llegar en un mejor momento, ja, ja, ja, ja, ja...
Salí corriendo detrás de Cosh para poder ver que era lo que se escuchaba...
En cuanto salí vi a Beztao... estaba más herido que antes y al rededor suyo estaban muchos Tzitzimines... la mayoría tirados en el piso con la mitad del cuerpo vueltos polvo.
-¡Jed! ¡Vengo por ti, es hora de irnos!...
-oh, no, no te vas a ir...- dijo Cosh.- ¡no mientras yo viva!...

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