❇️Único ❇️

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Antes de que se fuera a la misión con el pilar del sonido, Nezuko con la compañía del rubio que la perseguía algunas veces fue a la fínca mariposa para ver a su hermano e al pilar de la flama.

Cuando llego miró a la beta (pilar del insecto) terminando de inyectar un supresor en el omega, mirando a la pequeña espadachina se retiró con una sonrisa para poder atender al pilar de flama que había sobrevivido aquella batalla de la misión del tren.

Nezuko acariciaba a su hermano que posaba en sus piernas dormido como un minino, la pelinegra con una mueca de disgusto y una aura negra que invadio la habitación miró a sus compañeros.

— ¿De verdad tengo que dejar a Tanjirou? No puedo separar de él.

—¿Y que haremos si se descontrola por el celo? ¡Es algo increíble que los demonios también tengan celo! — dijo Zenitsu tratando de calamar a la alfa que parecía abrazar para huir con el pequeño demonio de cabellos burdos.

Dudosa la alfa termino aceptando dejando al pequeño con sumamente cuidado en la cama. Silenciosa termino por irse junto al rubio; claro que sin antes besar su frente del pelirrojo.

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Transcurrió el día cayendo en la noche. Tanjirou despertó asustado con un fuerte calor en su piel, trato de ponerse de pie. Pero en ves de eso termino por caer al suelo, con su calor que le recorría en todo su cuerpo gateo.

Llegando a la puerta trato de abrirla pero solo pudo dar arañazos, sin saber que aquellos arañazos atraerian la atención de un alfa rubio con mechones rojizos. El mayor al abrir la puerta fue suficiente para terminar en el suelo causa de que Tanjirou aumento su forma para tirar al pilar y acorrucarse en el necesitado del calor del alfa.

— ¿Que es lo que haces pequeño? — cuestiono acariciando el cabello del oji-rojo.

El omega enrojecido pegó su bozal de bambú en la boca del rubio simulando un beso. el alfa sorprendido trato de levantarse pero al parecer el celo del omega comenzaba afectarle, aumentando su temperatura.

— Pequeño... tienes que detenerte.

Sus fosas nasales se unieron en un dulce aroma de frutos rojos resaltando un aroma a arándanos. El pelirrojo comenzó a moverse desesperado por aquel calor y sensación insoportable que traía.

El alfa que comenzaba a ser manipulado por el olor del omega, presionó con sus grandes manos las caderas del menor. Un sonido emitido Kyojurou Rengoku trato de alejarlo pero este incremento su tamaño al igual que la fuerza.

Al parecer, está sería una situación bastante difícil con la cual lidiar para el pilar, pues no podía hacerle daño al pequeño; después de todo él lo salvó de casi de ser asesinado por la luna superior tres.

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No sabía cómo o cuando paso, pero ahora el alfa tenía debajo suyo al omega completamente desnudo al igual que el; las prendas tiradas en diferentes lugares. Ambos estaban dentro de la habitación lejana de otras e individual que solo era del pequeño demonio.

El sentía como el alfa lo drogaba por su aroma alterandolo. Sus cabellos largos rojizos estaban tan desordenados, sudando algo molesto pataleo por las sensaciones que le hacía sentir el mayor.

Kyojurou tomo una de sus piernas alzandola más arriba para poder morder su muslo. Tanjirou simuló rasguñarlo y Kyojurou con solo mirarlo sonrió para lanzarse a él y llenarlo de besos e chupetones dejando sus marcas en cada parte de la piel del menor.

— ¿Creo que me veo obligado ahacer algo que no debo, verdad Tanjirou?

El omega ladeó la cabeza mirándolo confundido. Sus ojos se expandieron demasiado al sentir algo dentro de él. Claro que aquello lo alteró comenzando a moverse deseperado al sentir la hombría del alfa dentro de él.

Comenzando a sollozar u llorar pataleando solo pudo darse la vuelta cerrando su puños, aún así el alfa seguia dentro de él. Kyojurou tomo las caderas del omega comenzado a moverse haciendo jadear a Tanjirou.

— No te preocupes. No te haré tanto daño. — susurro en la oreja del menor, estremeciendolo.

Aumentando un poquito la velocidad, palmeo la parte trasera de Tanjirou sorpendiendolo, esa acción provocó en el pelirrojo alzará su parte trasera y empujara hacia atras. Kyojurou sentía un poco de la brisa fría que pasaba por la ventana, relamio sus labios para sacar sus colmillos a la vista.

Jalando al cabellos burdos hizo que gimiera callendo la saliva de su bozal, su espalda encurvada, sus brazos temblorosos, mordió con sus fuerzas el bozal de bambú haciendo que emitiera un sonido secó. Tanjirou podía sentir los colmillos del alfa enterrarse en su piel al igual que su falo.

Tocando su punto dulce Kyojurou aumentó la velocidad haciéndolo gruñir por el acto algo brusco. Tanjirou sentía las estocadas tan fuertes que el mismo se había corrido enterrando las uñas en el suelo.

Mientras las estocadas aumentarán siendo las más bruscas dentro, Tanjirou mordía su bozal llorando por el placer. Rasgó el suelo sintiendo como el rubio presionó sus caderas en él, la fuerza en su mandíbula presionando el bozal termino por romperlo haciéndolo gemir gruñendo.

La semilla de Kyojurou lo llenó por completo calentando su interior. Rendido el pelirrojo cayó al suelo tratando de conciliar el sueño pero no pudo gracias al nudo que se expandía en su interior.

Sollozando miro de reojo al alfa quien le sonreía. Kyojurou se recostó con Tanjirou, para verlo a sus rojos ojos, la respiración de ambos estaba aún agitada, los largos dedos acariciaron su nariz rojiza.

— ¿Que aremos ahora? — con la zurda tomo los trozos de Bambú— Esto está roto. Creo que tú hermana me matará por hacer esto... aún que es imposible ya que soy su superior.
— termino por reirse.

— K-K-Ky... K-Kyo — pronunció débil Tanjirou.

Enamorado el alfa sujeto de las mejillas al pequeño demonio para ofrecerle un tierno beso en sus labios, este mostró una sonrisa mostrando sus colmillitos sobre saliendo.

—Kyo — frunció su labios, dando a entender que quería otro beso.

El rubio con su sonrisa asintió dándole otro beso, Tanjirou soltó una risa aplaudiendo.

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Con lo ocurrido algunas cosas pasaron en los días. Claro que también la pilar del insecto tomo algunas medidas con lo hecho.

Tanjirou pudo lograr estar bajo la luz del sol, y ahora las niñas de la fínca mariposa reían jugando con el demonio que aumentaba e disminuía su tamaño saltando y corriendo, junto a ellas tratando de atraparlas.

Nezuko miraba a su hermano jugar con las niñas mientras ella comía algo con Zenitsu e Inosuke. Los cabellos rubios con toques rojos sobresalían mirando a los menores que comían.

— ¡Buenos días pequeños! — saludo riendo con gran energía el pilar de la flama.

— ¡Hola Rengoku-san!
—dijeron Nezuko y Zenitsu. Inosuke apenas y lo dijo por estar comiendo a montones.

— ¡KyoKyo! — gritó Tanjirou a lo lejos. Tanjirou noto la presencia del alfa con solo sentir la marca, corriendo hacia él en su pequeña forma siguió gritando el apodó del pilar.

Kyojurou sonreía evitando la risa, Tanjirou casi llegando a él salto para que el alfa lo atrapará y así fue.
Tanjirou aumento su forma para abrazar más al alfa, con una risa puso algo nervioso al alfa; quien le daba mimos.

Nezuko quedó confundida al igual que sus compañeros. Tanjirou se puso meloso frotando y dando besitos en las mejillas del pilar.

Definitivamente Nezuko necesitaba una explicación sería para esto.

Pequeño Arándano // omegaverse || KyoTanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora