CAPÍTULO 1

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Mateo 24:6

"Y oiréis de guerras y rumores de guerras; no hos preocupeis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin."

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Correr, esconderse, buscar, correr, esconderse, buscar.

Esa era su rutina desde que el mundo se había ido al carajo hace unos meses por culpa de la codicia humana y el poder, todo había comenzado con disputas internacionales y había terminado con una guerra biológica que había reducido a ceros la población humana hasta llevarlos al borde la extinción.

Perth corría justo en ese momento por su vida y la de su mejor amigo al que llevaba en su espalda desde varios minutos atrás ya que estaba demasiado débil para seguir adelante y él no estaba dispuesto a abandonarlo a su suerte.

¿Quién diría que unas latas de chicharos rancios serían tan difíciles de obtener? Absolutamente nadie.
El sudor bajaba por su frente, varias gotas habían entrado en sus ojos y le nublaban la visión.
Podía oírlos más cerca, podía oler la carne podrida y sentía que cada segundo estaba más cerca de morir.
Sus pulmones estaban a punto de colapsar, llevaba un buen tramo corriendo luego de haber roto la ventana del negocio de alimentos, fue un grave error pero haber pasado cinco días sin comer nublaban su juicio y aquella lata vieja de chicharos parecían mana caído del cielo.

Entonces cuando uno de los come carne se abalanzó contra él, llegó al final de la calle, donde las hileras de autos se encontraban ante él, por suerte se había esquivado la brutal mordida y tomando una gran bocanada de aire se adentro al río de vehículos.

Sus nervios aumentaron, si bien era una oportunidad para retrasar a los infectados, también era un arma de doble filo pues no sabía si de repente le saldría uno de entre los autos.

---Déjame aquí, soy una carga---Escucho la voz débil de su compañero a sus espaldas, era cierto que sus piernas estaban temblando en su último esfuerzo por sostenerlo y que le quedaban pocas fuerzas, estaba seguro de que no se separaría de Plan ni aunque ya no quedarán más esperanzas.

---Sabes que no lo haré.

Hecho un vistazo a su alrededor el sol estaba en su punto más alto quemandoles la piel expuesta y secandoles la garganta, los edificios estaba en su mayoría en ruinas, quemados o con los cristales rotos, incluso podía ver infectados dentro de ellos.

Mantenía su ritmo en pasos rápidos no queriendo que de la nada lo alcanzarán por confiarse y cuando un infectado pego con un auto que aún tenía batería se alegro de no haberse quedado a descansar, la alarma del vehículo retumbó en el aire, atrayendo a muchos más de aquellos seres aterradores.

---Bajame, puedo seguir---Esta vez hizo caso a Plan y le bajó, gracias a los cielos el ruido había creado una distracción permitiéndoles huir.

ENTRE MUERTOS: 2wish-PinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora