Introducción

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«No te amo como si fueras rosa de sal, topacio
o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.

Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.

Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,

sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.»

—Soneto XVII, Pablo Neruda

«El amor no se elige, te elige… Un día te das cuenta que no soportas vivir sin el, que cuando estás con el piensas que dentro de un rato el se irá y lo besas con tanta pasión como si ese beso fuese a parar el tiempo o a darte más minutos con el. El amor ya te escogió y tu tienes que dejarte llevar.»

Fragmento de Rayuela, Julio Cortázar

Nosotros después de la lluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora