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Park JiMin


--¿Quieres ir conmigo? -- Él volvió a insistir.

Mordí mi labio inferior y miré a todos lados buscando a mi jefe, pues si este se daba cuenta que había dejado de trapear el piso y en vez de eso, me encontraba hablando con su prodigio, lo único que ganaría sería una buena reprimenda en vez de un buen salario.

-- El entrenador está en una reunión firmando unos documentos importantes, no creo que salga en un buen rato. -- Contestó mi pregunta sin siquiera escucharla.

-- N-No lo sé... -- Dije con clara duda, pues los sábados me encontraba ocupado por el segundo trabajo que ejercía en una cafetería y casi no tenía tiempo de salir con nadie, ni siquiera con Jin.

-- ¡Oh, vamos! Será divertido. Dicen que van a abrir una nueva atracción y que este sábado será su inauguración. -- Me sonrió al terminar de decirlo y por más que quería, no podía.

-- No puedo, lo siento Jungkook. -- Susurré con clara pena, pero más que eso, con rabia, pues los malditos trabajos me consumían y me dejaban demasiado cansado. Su sonrisa desapareció de inmediato, dando paso a una expresión llena de indiferencia. -- Pero los domingos estoy libre por la tarde, podemos ir si gustas . -- Pensé que él cambiaría de opinión, pero no fue así.

-- No, ya no importa. -- Dijo intentado sonreír, sin embargo, lo único que logró hacer fue una horrible mueca que no me gustó.

Me sentí mal, pero preferí no decir nada más y seguir limpiando, a la vez que trataba de entender porque Jin se atrevió a faltar hoy.

El instructor salió minutos después de su reunión y Jungkook continuó con su entrenamiento.

Terminé de limpiar muy tarde, pensé que podría encontrar a Jungkook en el mismo lugar que antes, pero éste no estaba, hoy se había ido temprano y ni siquiera se atrevió a acercarse y decirme algo para saber que estaba bien, ni siquiera me dijo un "adiós"



Hermoso★ KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora