COMPLICATED MYG (LOVE BOOK 2)

TWENTY-EIGHT

YoonGi y yo desde ya hace un tiempo habiamos quedado en pasar los fines de semana viendo películas y este no fue la excepción.

–Hoy toca familiar, ¿Que prefieres "En busca de la felicidad o...– me interrumpió.

–Esa me gusta– dijo.

–Entonces no se diga más– puse la película y me lancé al sofá junto a YoonGi.

–No preparaste palomitas Picazo– dijo YoonGi cuando ya estaba acomodada.

–Disculpa, a mi me tocaron la semana pasada– dije– es tu turno.

Hizo una mueca y se levantó del sofá hacia la cocina, después de diez minutos, regresó.

–¿Enserio Min? Diez minutos preparando palomitas.

–Como sea, ¿Quieres o no?– dijo sentándose en el sofá.

–Obviamente, pon la película ya– dije.

–Todo quieres niña– se quejó y busco el control remoto.

Comenzamos a ver la película y recosté mi cabeza en las piernas de YoonGi.

Fue muy raro que no me quitara, de un tiempo para acá se ha hecho más ¿Paciente? Amoroso en definitiva no, no tenemos una relación, no por ahora, simplemente me trata mejor.

Me estaba quedando dormida, y claro que lo hacía si acariciaba mi cabeza con un cuidado impresionante, en ese momento su voz impidió mi sueño.

–Sam, ¿Quieres invitar a tu mamá a la fiesta?

Me tensé.

–¿Sam?– volvió a preguntar.

–No...no lo sé– estaba nerviosa.

"¿Cuando será el día en que le digas la verdad? –Nunca, no Ahora" , Me cuestione y respondí a mi misma.

–Ella tiene mucho trabajo, apenas ayer le mande mensaje y a duras penas me respondió– mentí.

–Tiene mucho que no la veo..., si ella no puede venir, podemos ir a verla– propuso YoonGi.

Mentiras, mentiras y más mentiras, ¿Hasta cuando Sam?

–Supongo que igual podemos ir, pero tiene mucho trabajo– dije.

–Perfecto, entonces vamos mañana, igual quiero ver a mis padres– dijo e hizo una pausa– Te tengo una sorpresa para la próxima semana.

–¿Ah si? ¿Que es?– pregunté.

–Una sorpresa, mejor mira la película Picazo– dijo y le hice caso.

Muy bien Sam, tienes que pensar que excusa poner para que no se enteren de que tú madre no está y le mentiste a YoonGi.

–Apresúrate Picazo, es un viaje largo– dijo YoonGi.

Este día lo he estado evitando desde que llegue, ideaba cualquier plan, pero en estos momentos ya no tenía escapatoria, YoonGi ya estaba esperando en la puerta para irnos a "visitar a mamá".

Salí del apartamento y YoonGi ya estaba en el auto.

Estaba nerviosa, y mi cuerpo lo reflejaba, por más buena que fuera ocultando mis emociones este día estaba fuera de si.

–YoonGi, quiero...– decirte la verdad, no eso no es posible Samantha– quiero ir a ver a mamá sola, y pasar tiempo con ella, no me mal entiendas...

–Tu haz lo que tengas que hacer con tu mamá, salúdamela mucho, yo pasaré el día con mis papás, ¿Está bien?– dijo YoonGi.

Eso me tranquilizo de cierta manera.

–Claro, si, Perfecto– dije y sentí como el alma me regresaba al cuerpo.

El camino fue silencio más no incomodo, tenia mi música pero no a todo volumen, era lo que necesitaba.

Llegamos, al que hace poco tiempo fue mi hogar, o mi infierno.

–¿Quieres que te deje en el trabajo de tu mamá?– preguntó YoonGi.

–No de hecho aquí es Perfecto, ya le he mandado mensaje– mentí, a quien en realidad le mande mensaje fue a la madre de YoonGi suplicándole que no le contara la verdad.

–Bien nos vemos en la tarde– dijo mientras yo bajaba del auto– cuídate Picazo.

–Claro, también tú– dije y arranco el auto.

Bien, ahora a ¿Comprar flores?

Claro que iría a ver a mi mamá, llevarle flores y contarle sobre mi vida, aunque ella no pudiera escucharme, ni mucho menos responder.

Compre unas hermosas gardenias y me dirigí a ese lugar, donde mi mamá dormía desde hace años.

–Hola mami– hable en cuanto llegue a su tumba– Te traje esto, me tarde un poco ¿Verdad?– dije con algo de nostalgia.

Comencé a hablar con ella, de hecho ya desde hace un tiempo había pedido perdón por mis errores pasados, el tiempo que no aproveché con ella, tanto que desperdicié, daría lo que tengo por un abrazo de ella, porque apresar de que ya no sintiera la misma culpa, el sentimiento de extrañarla, sigue en mi corazón, como una pequeña espina que no quiere salir de este.

Después de un tiempo, en realidad no se cuanto, me despedí de ella y volví a encaminarme por las calles de Daegu.

Todo era tranquilo, familias paseándose, personas trabajando, y estudiantes llenando las calles.

Pero mi mundo de tranquilidad se fue, en cuanto vi sus ojos posarse en los míos, un escalofrío recorrió mi cuerpo, la adrenalina se apoderó de mi, mucho más que cuando corro en un auto. Ahi estaba el.

Min Ho, el hombre que fue mi pesadilla durante años, estaba a unos metros de mi con la intención de acercarse.

Por primera vez, agradecí a mi cuerpo por actuar antes de que mi cerebro y mi corazón se dieran cuenta.

Corrí, y corrí como nunca porque temía por mi vida, temí que me golpeara por denunciarlo y que fuera a prision, ¿Cómo es que salió tan pronto?

Lo perdí, entre la multitud, me escabullí y me libre de ese demonio que hizo de mis años anteriores un infierno.

Cuando mi respiración y mi mente por fin se tranquilizaron entre a una chocolatería la cual visitaba cuando mi mamá tenía un dinero extra cada cierto tiempo.

–Dos barras de chocolate con menta por favor– pedí al chico que atendía la tienda– No no, mejor tres– debía regalarle uno a la madre de YoonGi.

Salí de la tienda con una linda bolsa que contenía los chocolates de Nath y de Alex, y un para de golosinas para mi iba rumbo a la casa de YoonGi, donde yo también viví un tiempo.

Llegue y toque el timbre que estaba junto a la puerta de madera, en seguida salió la señora Min.

–Hola mamá, perdón señora Min– me corregí.

–Sammy, mi niña, ¿Cómo haz estado?– preguntó envolviéndome en sus brazos, ya la extrañaba.

–Muy bien, gracias por preguntar– entramos a la sala de estar, y ahí estaba YoonGi y su familia, incluso su hermano.

–Picazo, llegaste ¿Y tú mamá?– preguntó YoonGi.

Mis nervios emanaban a más no poder, pero sólo dos personas en la habitación lo notaron.

–Mi amiga tiene mucho trabajo YoonGi, por eso no pudo venir, pero apuesto a que está bien, ¿Verdad Sammy?– dijo la señora Min.

–¿Que traes en esa bolsa Sam?– preguntó el señor Min antes de que respondiera, cambiando el tema, yo sólo pude formular un Gracias.

–Chocolates y golosinas– respondí de inmediato.

La tarde nos la pasamos muy bien, pero teníamos que volver ya que yo tenía que ir a la universidad y YoonGi al trabajo, los señores Min me regalaron ropa como adelanto de mi cumpleaños, no mencionaron nada acerca de mi madre o del porque no me gusta mi cumpleaños.