Capítulo 9

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💚💚"Sigue Sin Mi"💚💚 (Zabdiel De Jesús y Tú)

Capitulo 9:

Cuenta Zabdiel:

/.../

Unas carcajadas sacaron a Zabdiel de su sueño; y se levantó de su cama y salió de la habitación. Las risas venían de la habitación de su hijo, Tomás.

Asomó la cabeza y lo vió junto a Allegra. Los dos estaban en la cama, ella le hacía cosquillas y él intentaba devolvérselas. Ambos se reían... en verdad se veía que se estaban divirtiendo.

Zabdiel se quedó mirándolos un buen rato ahí parado bajo el umbral de la puerta.

Amaba la risa de su mujer, y ni hablar de la de su hijo. Además ellos se parecían tanto que daba ternura verlos juntos.
El chico se hubiera quedado ahí parado mirándolos un buen rato, pero entonces Allegra alzó la mirada y lo vió.

Allegra: ¿Así que tenemos público? (sonrió)
Zabdiel: Acaban de despertarme de la forma más hermosa que existe.
Allegra: ¿Te despertamos? Perdón..
Zabdiel: No me molesta. Me encanta verlos así..
Tomás: Papi, mami me dijo que voy a ir a la casa de los abuelos por unos días..
Zabdiel: Si... tenemos que hablar sobre eso.
Tomás: Pero yo no me quiero ir muchos días, papi..
Allegra: Mi amor, nosotros tampoco queremos que te vayas, pero es necesario.

Zabdiel se sentó junto con ellos en la cama de Tomás. ¿Cómo explicarle a un nene de tres años que debía irse a vivir un tiempo con sus abuelos por sus padres iban a viajar a Estados Unidos para tratar la enfermedad de su madre?
No podía explicarle eso sin asustarlo.

Hacía dos días que Allegra se había enterado de su enfermedad, y ya tenían todo planeado. Viajarían e intentarían darle batalla al maldito cáncer hasta eliminarlo.

Había sido decisión de ella no llevar a Tomás. No quería que su pequeño creciera viéndola a ella cada vez más débil, rodeado de médicos y remedios... No, él se merecía una infacia feliz, como la que sus abuelos podrían brindarle.

Así fue como esa mañana, los tres se quedaron hablando y hablando por mucho tiempo. Tomás hizo mucho preguntas, pero sus padres supieron encontrar la forma de explicarle las cosas sin asustarlo, sin la necesidad de contarle que la vida de Allegra corría peligro.

Al final, cuando el pequeño se fue al baño a cepillar sus dientes; Zabdiel abrazó a Allegra con fuerza contra su pecho.
Ella dejó escapar las lágrimas que estaba aguantando, así como también un fuerte sollozo.

Zabdiel: Por favor no llores mi amor, sabés que no resisto verte llorar..
Allegra: No puedo... yo no quería que las cosas se den así.
Zabdiel: Tenés que quedarte tranquila. Todo va a estar bien. Vamos a ganar la batalla y vamos a ver crecer a nuestro hijo los dos juntos. Además no te olvides que nos falta la princesita de la casa..
Allegra: (sonrió) ¿Vamos a ser una familia muy feliz, verdad?
Zabdiel: Mucho más que feliz.

Él aún tenía muchos sueños que cumplir a su lado.

Viajar juntos por el mundo, acompañándola en sus competencias de patinaje, ver crecer a Tomás, llevarlo juntos al jardín, a la escuela, tener una beba y llamarla Alma como Allegra decía que siempre había querido llamar a su hija, ver crecer a sus hijos hasta convertirse en adultos, envejecer juntos...

Él miraba a su mujer y veía a su razón y sus ganas de vivir. No podía permitir que Allegra se apague, porque entonces, él se quedaría en completa oscuridad...

/.../

"(...) Allegra: ¿Vamos a ser una familia feliz, verdad?
Zabdiel: Mucho más que feliz... (...)"

Me senté en la cama de golpe. Esas últimas palabras se repetían una y mil veces dentro de mi cabeza...

Mi Allegra.. mi alegría.. mi amor... Le había fallado. Le prometí una vida juntos y no pude cumplirlo...

Cada noche su voz me derpertaba. Algunas de sus frases, unas tristes, otra felices... pero siempre era su voz.

Estaba en una completa oscuridad, y de pronto su voz me sacaba a la luz y me recordaba que debía seguir adelante por Tomás.

Salí de la cama, aunque todavía llevaba la almohada pegada a la cara prácticamente y me metí en el baño.
Una vez que me bañé, me lavé los dientes y me cambié; fui a preparar el desayuno y por último, a despertar a Tomás.

Entré despacio y luego comencé a hacerlo cosquillas. Sabía que esa era la forma en que le gustaba que lo despierte cuando yo era el primero de los dos en despertarse.

Rió a carcajadas y me abrazó como saludo de buenos días. Yo besé su mejilla llena de pecas y lo levanté en mis brazos para llevarlo a lavarse los dientes y luego a desayunar.

(...)

Tomás: A mi me encanta el parque..
Zabdiel: La verdad que a mi también.
Tomás: Vos siempre me contás historias muy bonitas sobre este lugar. ¿Es verdad que acá conociste a mi mami?
Zabdiel: Si hijo, muchas veces te conté esa historia..
Tomás: ¿Y yo también voy a poder conocer a una chica linda en este parque?
Zabdiel: Quizás.. nadie sabe..
Tomás: Me gustaría.. (sonrió) Pero cuando sea grande. Ahora quiero jugar al fútbol..
Zabdiel: Además sos muy chiquitito, tenés cuatro años, no tenés que pensar en chicas...

El se rió y después se alejó corriendo con su pelota. Lo obligué a quedarse lo más cerca posible y después me senté en le banco. No despegué mis ojos de él, porque sabía que si miraba hacia otro lado me colgaría en los recuerdos y eso podía tomarme mucho tiempo; entonces cualquiera podía llevarse a mi hijo lejos de mi.

Entonces, ví como una chica demasiado conocida para mis ojos se acercaba por el mismo lado en que estaba Tomás.

Me llevó un par de segundos reconocer a ___(Tn). Ella miraba hacia todos lados, y extrañamente, no llevaba los patines puestos, sino colgados al hombro en su bolso.

En una de esas tantas miradas hacia su al rededor, me vió; y luego comenzó a caminar hacia mi...
Me encontré a mi mismo sintiendo nervios... las "mariposas" en el estómago, que solo había sentido una vez en mi vida; estaban ahí otra vez...

Ella se paró delante mio y sonrió. Me gustaba mucho su sonrisa, como sus ojos se achinaban cuando sonreía... era en verdad una chica muy bonita; y daba la sensación de que a su paso, iba iluminando el camino.

___(Tn): Hola..
Zabdiel: Hola.. parece que nos estamos poniendo de acuerdo para encontrarnos en todos lados, verdad?
___(Tn): Parece.. yo.. ¿puedo? (señaló a mi lado)
Zabdiel: Si, claro...
___(Tn): (se sentó) ¿Y vos venís mucho para acá?
Zabdiel: Hace un tiempo venía mucho; pero ahora hace poco que llegué al país. Igual, adoro este lugar y voy a traer a mi hijo cada vez que pueda. ¿Vos venís muy seguido?
___(Tn): Si... me gusta porque tiene el piso en perfectas condiciones para que pueda practicar con mis patines cuando la pista está cerrada..
Zabdiel: (sonreí) Conozco a una persona que solía decir lo mismo..
___(Tn): ¿Quién?
Zabdiel: No, no importa, dejá..
___(Tn): Bueno.. y.. Tomás?
Zabdiel: Estaba por...

Miré hacia donde lo ví por última vez y no estaba. Entonces me levanté y miré a todo mi al rededor...

Tomás no estaba en ninguna parte.

...

"Y justo cuando ya no crees en el amor, llega alguien y te hace caer de nuevo..."

...

Continuará...

SIGUE SIN MIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora