19) David y Ana

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-No hay ningún canal interesante.- Dijo David mientras sostenía el control con sus manos.-hoy en día, la televisión perdió la calidad.

-Concuerdo.-Respondió Jorge- concuerdo con lo que dice el chico frío.

-¡Callate!- Responde David. Jorge no emitió ninguna palabra. Todos en la mesa estábamos mirándonos los otros, sin embargo, yo sólo miré a David con cierta angustia, y simplemente seguí prestándole atención a la televisión. David habría pasado mucho tiempo junto a su hermana, cuidándola para que nada le pase, aún no sé cómo sobrevivieron, pero están con vida.

Jorge, que antes estaba metido en el alcohol, ya había pasado tiempo sin beber ni una sola gota, y al parecer dejó de sufrir por ello. Ana estaba junto a su hermano, leyendo un periódico, "La tasa de muertes va en aumento, la crisis va aumentando" se encontraba en el periódico, "Ellos quieren recuperar lo que les pertenece", decían mis voces, y al parecer estaban en lo cierto, la misma crisis es causada por seres extradimensionales, seres enviados por el mismo Tenebrus, con el objetivo de tomar la tierra, matando más gente para abrir el portal que lo libera. En ese momento se tornó todo confuso, ¿Tenebrus quiere liberarse para conquistar el mundo, y para ello necesita atormentar y matar gente?, era muy loco de creer, ya que antes de esta situación, mi mundo era demasiado lógico, pero esto escapa de mi razonamiento. No estoy seguro de lo que está ocurriendo, pero tengo demasiado miedo, ¿qué ocurrirá con la gente si no encontramos a la descendiente de Eros?, no sé.

-Fernando, creo que ya va siendo hora de que hagamos algo.-Dijo David- sé que la persona qué sucede a Eros está por estos lugares, pero no sé quién es.- Agregó. "Una persona noble", dijo la voz. En ese momento se me ocurrió algo. Así tomé mi teléfono y llamé a Naira...

-¿Hola?- Pregunté al micrófono del teléfono cuando me di cuenta que alguien levantó el teléfono, pero, no se oía nada. Estaba con algo de suspicacia, no entendía. De repente se escucha algo, una respiración, una respiración lenta. Acto seguido, se oye una voz ronca murmurar algo, algo inentendible, a lo que colgué asustado. David estaba mirándome.

-¿Qué pasó?- Dijo.

-Creo, que la atrapó.

-¡Mierda!-En ese momento, empieza a temblar la casa, las puertas se abrían y se cerraban dando golpes contra el marco, y las luces de la casa apagándose, dejando que la luz que venía de la lámpara que colgaba siempre fuera, sea la que ilumine levemente lo que había dentro. Ana se aferró a mí, mientras que David también se acercó a nosotros mirando hacia todos lados. Algo estaba a nuestro alrededor, supuestamente sería Tenebrus, aunque no sabía con certeza si era él o algún otro ser de aquél mundo, intentando cumplir su trabajo. En eso en eso, escucho un ruido metálico tras mis espaldas, cosa que al darme vuelta veo un grupo de cinco cuchillos siendo disparados hacia nosotros. Decidí agacharme junto al resto, y justo en ese momento empiezo a sentir cosquillas en el codo, cosa que al revisar, veo una araña paseándose lentamente por él, dirigiéndose hacia mi cara. Yo con mi mano, sacudí el codo donde estaba la araña, y en el momento en el que la lancé al suelo, noto una tela de araña, y una muy grande, por encima de nuestras cabezas, ahí en el techo. Esa tela de araña estaba llena de arañas pequeñas que empezaron a caer sobre nuestras cabezas y a caminar sobre nuestros cuerpos, mientras nos sacudíamos para quitárnoslas de encima. "Él está aquí" mis voces me decían.

"Él está aquí"

"Él está aquí"

"Él está aquí"

"Él está aquí"

"Él está aquí"

"Él está aquí"

El temblor dejó de producirse, y todo parecía volver a su calma, hasta que sentí algo retumbar, y vi una especie palo con pelos haciendo un hueco en una de las puertas cerradas que había. Momentos después de eso, un ser había entrado hasta nuestra habitación, era una especie de insecto raro, ese palo era sus patas. El ser parecía una cucaracha gigante, que echaba su saliva por doquier. El ser empieza a acercarse a mí, mientras yo le miro el rostro fijamente; al parecer quería comerme. Su rostro era muy delgado, con forma de un triángulo invertido, dos grandes ojos que parecían salirle de la nuca, y dos antenas gigantes en su cabeza. Esta cucaracha estaba acercando su cabeza hacia mí, hasta que algo la golpeó. Era Jorge, que le había lanzado una piedra y la cucaracha se había centrado en perseguirlo a él. Jorge corrió hacia la puerta en la que la cucaracha se había metido, y abrió la puerta que daba hacia el bosque. Tanto a David como a mí me tocó perseguirles.

El bosque lucía oscuro esa noche, la cucaracha a penas se distinguía en el fondo cuando le tiré otra piedra, esta se dio vuelta hacia mí y se acercó cada vez más, hasta que David le sostuvo la pata. David se tambaleaba mientras la cucaracha sacudía la pata para que él lo suelte, pero, él no se esperaba lo que vendría después, cuando un chorro de sangre brotó desde el cuerpo de David, mientras una de las patas de aquella cucaracha emergía desde su pecho.

-¡David!-Grité, y un vislumbre se hizo presente, una espada había cortado la cabeza de la cucaracha, era Jorge, tenía de alguna forma muy conveniente, una espada. De la cucaracha brotó un líquido blanco y espeso, que poco a poco con el oxígeno se volvía amarillento. La cabeza de la cucaracha seguía moviendo sus antenas, pero su cuerpo estaba inmóvil, al igual que David.

-¡No!- Gritó Ana, mientras iba corriendo hacia su hermano, muerto con parte del cuerpo agujereado por la pata de aquel bicho. Ana se tumbó al lado de su hermano, sollozando de forma muy intensa, mientras las lágrimas brotaron de sus ojos. Parecía estar demasiado dolida. Tanto Jorge como yo, estuvimos presenciando la escena, deseando que eso nunca hubiese pasado. Ana de pronto, deja de sollozar, pero, seguía tumbada sobre él, al parecer estaba inconsciente. Yo la saqué de la escena y la puse en un lugar donde ella pudiese respirar bien, lejos de esta.

Días después hicimos un funeral, la gente iba vestida de negro, pues, era gente que David conocía, ya que su familia había muerto en la guerra. Entre toda la gente estaba Naira, que pensábamos que había muerto a manos de Tenebrus.

-Ya descubrí la forma en la que pueden saber dónde se ubica la sucesora de Eros.-Dijo Naira.

-¿Cómo?-Contesté.

-En la ruta 30, hay un camino de tierra que lleva hasta un templo a cierta parte de la montaña, ahí usa tu fuerza, quizás le ubiques.

-Esperaría que sí, ya murió demasiada gente, no quiero que eso siga ocurriendo.

Después de aquél funeral, nos reunimos, Jorge, Ana y yo, para quedar en ir a ese lugar, y de una vez acabar con esto. La decisión es unánime, pero, no sabemos cómo saldrá todo.


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