El Juego De La Manipulación

10. La carta

Si estas leyendo esto es porque algo malo he echo, y logre mi cometido.
Mi pequeña Pamela, esperó que no hayas sido muy mala conmigo en la carta que seguramente has echo, lo se seguro hiciste algo para drenar toda tu rabia, quizás en esta carta si es cuando por fin me liberó de todas las cadenas que me atan a la cruda realidad de la maldad.
Podría contarte toda mi historia completa, pero no te quiero perturbar más de lo que ya lo estas. Me entere que mi padre te visito.
La vida no es fácil mi pequeña Pamela, esta tan llena de adversidades pero te doy aquí la clave para cuando estés en esos momentos más difíciles, leas esta carta y sientas que en esta vida hay personas mas perturbadas que tú.
Mi historia empezó cuando mi madre luchaba mucho por tener un hijo mi padre y mi madre, hicieron lo imposible por que mi madre quedara embarazada pero pasaban los años y mi madre no quedaba en labor mis padres ya tenían siete años de casados, así que ya se daban por resignados y deciden adoptar me, yo era un niño de apenas cuatro años, con mis venas llenas de maldad y de odio contra este mundo, si con tan solo cuatro años la malicia estaba en mi, mis padres al verme me eligieron de una.
Algo que se me hizo extraño ya que con solo cuatro años yo veía como parejas que habían llegado antes no me elegían no entendía la razón, y hasta en estos momentos aun no la entiendo.
Ellos me amaron desde el momento que llegue a lo nuevo que seria mi hogar, me daban lo mejor yo tenía de todo, ellos eran mis héroes y yo en mis propias conclusiones creo que hasta mi odio contra el mundo había menguado.
Y fue cuando todo se arruino y me di cuenta que no podía ser feliz, el había llegado, esta en su vientre mi mamá pudo quedar embarazada ya cuando mis padres tenían diez años de casados mi madre quedo embarazada, ella estaba tan feliz que empezó a dejarme un poco de lado claro aun yo seguía recibiendo cariño pero ya no era como antes, sentía que yo no podía ser feliz que la vida era más injusta conmigo.
Cuando nace él todas las atenciones que tenían sobre mí, fueron quedando de lado.
Ya yo no era el favorito, el favorito era él, cuando él nació yo hacia de todo para llamar la atención de mis padres pero no lo lograba.