Mi nombre es María de la Luz Espinoza barrera y fui mujer soldado al servicio de mi general Emiliano zapata, pero la guerra ha terminado llevándose con ella el rango y valor que ya habíamos ganado las mujeres, ahora nos ven de nuevo como un vil mueble más, ni pensar que mi general me nombró teniente coronel y logre tener mi propio ejército. Gracias a mi manejo de las armas y mi forma de montar a caballo fui respetada por los hombres bajo mi cargo. Llegué a ser temida.
Pero todo terminó, estoy sola y pobre.
El amor lo deje en la guerra, la pólvora fue mi alma gemela y mi pasión fue derrocar a los malvados.
No puedo adaptarme, no he vuelto a usar faldas sigo vistiendo como en la guerra. No puedo dejar morir esos años dorados.
Quién diría que a los verdaderos héroes de la revolución nos dejarían solos en la batalla de vivir la victoria.