Capítulo seis

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La mujer negra terminó en la nave de los prisioneros, estaba herida tal vez no de gravedad pero se encontraba consciente.

-H.U.E, ¿Qué le pasó?- Avocato preguntó al dejar el cuerpo de la chica en la enfermería.

-No lo sé, solo recibí una llamada de auxilio.- La preocupación de Gary creció. Eso no era normal, nada de lo que pasaba tenía sentido, ni siquiera habían iniciado sus planes para acabar con Terk y era obvio que todo estaba valiendo mierda pura y olorosa.

-¡Esto es una mierda!, si seguimos con esto terminaremos como ella y déjame decirte que nada de lo que nos prometieron lo vale- Giró su cuerpo hacia el ventrexiano. -Tenemos que cancelar todo, decirle que no aceptamos nada y que si ella quiere tener el ego más alto por terminar con esta basura que lo haga sola. Sobre mis endurecidos pezones pondremos nuestras vida en riesgo.-

-Gary, ya lo habíamos hablado y estabas de acuerdo. No creo que haya sido Terk, conociendo a su gente no la hubieran dejado escapar.- Terminó de poner el suero. 

-¡Es Quinn! Una perra astuta, no me sorprende que esté viva.- Jaló y alborotó un poco su cabello. -¡Entiende señor bigotes, la guardia no pudo con los cazarrecompensas! ¿¡Crees que nosotros podremos!? Somos magníficos pero creo que no soy tan idiota como para pensar que podemos destruir a esos imbeciles sin perder la vida de por medio.-

-Entonces deja que yo me encargue y simplemente vete, dile a ella que no vas a hacerlo y que te envíe a otra nave con otro sujeto.- 

-La puta madre, Avocato. ¡Por que me gustas te estoy intentando salvar tu puta vida!- La habitación quedó en silencio. El ventrexiano no sabía qué responder, o tal vez sí pero no le convencía nada de lo que su cerebro le decía que hiciera, un pequeño calor interno se hizo presente.

-Yo solo quiero volver con mi hijo…- De forma cabizbaja Avo habló. -Solo quiero volver a la Tierra y seguir vendiendo helados frente a la escuela de Cato. Yo solo quiero ahorrarle más sufrimiento a mi hijo. ¿Sabes cómo él se ha de sentir? El que su padre desaparezca de la nada porque fue arrestado por estar en el lugar equivocado después de prometerle alejarse de todo ese medio. Desde la muerte de su madre hemos estado escapando y…- Los ojos ámbar ya no miraban fijamente al Goodspeed, brillaban por las lágrimas que querían escapar. No quería llorar, pero,  ¿el cuerpo cuando sigue tus órdenes?

Todo lo que se guardó durante años, todo lo que pensaba que ya se encontraba en el olvido regresaba a su mente.

Gary actuó por inercia. Pasó sus brazos alrededor de Avocato, era difícil por lo ancho que éste era.

-Yo sé lo que se siente. Mi… papá murió a causa de luchar contra Terk, no tenía a quién recurrir cuando me internaron en ese horrible orfanato; solo era un niño problema que se escapaba de la escuela para regresar a casa esperando que él estuviera ahí y me dijera “Adivina quien no está muerto”, mientras cargaba una caja de pizza enorme.- Apretó los ojos al recordar todo eso. -Al final lo único que encontré fue a H.U.E, Mooncake. Pero el punto no es ese- Se separó para mirarle a los ojos aún lagrimeantes. -Yo hubiera esperado años por volver a ver a mi padre, Cato seguro que lo hará también.-

Avo sonrió y sin pensar se acercó a la cara de Gary, depositando un suave beso en sus labios. -Gracias.- Le abrazó. Hacía tiempo que había estado repasando la conversación que tuvo con la voz artificial acerca de “sentimientos” y, tal vez debía darle una oportunidad a ese rubio.

-¿Qué pasó?- Una voz brada interrumpió el momento. El de apariencia felina secó su llanto para acercarse a la mujer. 

-¿Cómo te encuentras?- La mujer intentó incorporarse, lo que le producía molestia pero no lo demostraba.

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⏰ Última actualización: Nov 04, 2019 ⏰

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Ya no quiero galletas, AvocatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora