Las grandes ciudades son lugares muy interesantes, sobre todo cuando cae la noche, lo se por experiencia. No, no hablo solo de locales de entretenimiento, sino de sus callejones, edificios antiguos como iglesias, bibliotecas e incluso las oficinas de correo; las energías que por estos transcurren y los seres que a su vez rondan dichas áreas son por no decir otra cosa, curiosos.
Son las siete de la noche cerca del palacio legislativo de la ciudad y Ana sale de su trabajo, una tienda de cosméticos en un centro comercial bastante transitado. Se dirige al metro, son unas cuatro cuadras hasta la estación más cercana; de pronto murmullos aparecen en su cabeza, son voces distorsionadas que parecen estar lejos pero poco a poco se van acercando. Saca de su bolsillo un par de auriculares y coloca un tema del momento, eso parece ayudar a que el camino se haga más rápido. A su vez piensa. -Otra vez los ruidos, desearía poder parar esto, los nervios me hacen actuar raro y la gente va a pensar que estoy loca, mejor sigo caminando, ya es tarde y tengo un poco de hambre.
Conforme va recorriendo el camino y detallando a las personas a su alrededor que caminan aletargadas luego de la jornada de trabajo, se distrae y tropieza levemente con un saliente en la acera, en ese mismo instante cae a pocos metros una maceta desde arriba proveniente de una de las casas de esa cuadra, mira hacia arriba en un intento por averiguar de cuál balcón cayó y para su sorpresa ve lo que parece ser una extraña sombra con destellos de luz que sube por la pared similar a un animal persiguiendo a una presa, esto desencadena un frío que recorre todo su cuerpo, no puede creer lo que ve, tan pronto pestañea esa extraña cosa ya no está pero su mente está perturbada y todo lo que puede pensar es en caminar, ya solo faltan pocos metros para las escaleras del subterráneo, seguro es el cansancio que le jugó una mala broma.
Una vez en el vagón pasadas varias estaciones, se relaja mientras ve desde su asiento por la ventana de enfrente justo después de cerrar las puertas del tren, percatándose de que un hombre entrado en años de aspecto algo cansado y con sombrero, algo muy raro para la gente moderna de esta ciudad, la observa fijamente y hace un gesto de saludo con su mano derecha. Se encienden de nuevo las alarmas en su cabeza, algo está muy raro, dos cosas extrañas seguidas en el mismo día. Una cosa son los murmullos que en ocasiones la han acompañado pero esto es muy extraño.
Al salir de las escaleras del sistema camina hacia la panadería de la esquina y va a comprar un par de baguettes para la cena, después de un día fastidioso en el trabajo donde solo han pasado niñas con dinero preguntando tonterías y una que otra señora buscando una fragancia específica de algún producto solo puede pensar en comer frente al televisor mientras disfruta de un sabroso pan con algo de mantequilla, jamón y queso crema, acompañado de un buen refresco, nada de dieta, lo suyo es comer sabroso, vivan las calorías.
Justo antes de irse a la cama ya con la pijama puesta va a cerrar las cortinas de la ventana de la sala cuando al acercarse a la ventana surge una voz dentro de su cabeza que le dice. - ¡Cuidado, no salgas todavía!
Es la primera vez en mucho tiempo que escucha una voz tan nítida y en un momento tan puntual, además de ser dentro de su casa. Tras años viviendo sola alejada de sus padres se ha acostumbrado a la soledad, es una especie de amiga intangible que le da paz y tranquilidad. Sin embargo pasado un minuto surge la duda y se asoma a través de las cortinas, lo que ve no tiene comparación, decenas de extraños velos oscuros similares al que vio mas temprano, pululan por encima de las calles, rozando las paredes con lo que parecen ser manos en forma de garras, al tiempo que un zumbido grave suena intermitentemente, como si hablaran, buscando a algo o a alguien. - Esto es la gota que derramó el vaso, respira Ana, respira, sabes que no estás loca; mañana mismo hablaré con el padre José, seguro él tiene una explicación, los psicólogos definitivamente no entienden de lo que hablo.
Esto será solo el inicio de cosas nuevas y nada normales que están por hacer que la hermosa y joven Ana se adentre en un mundo que se solapa con el nuestro y dónde cosas interesantes están siempre a la vuelta de la esquina, o aún mejor, a un simple murmullo.
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Voces Inquietas
ParanormalEs seguro que alguna vez has escuchado, visto o sentido cosas que no pertenecían a dicho lugar. Pues esta es la historia de Ana, una joven atormentada por las voces que suele percibir, cuando era niña sus padres pensaban que eran amigos imaginarios...