Tras un mes que parecía eterno, el día tan ansiadamente esperado finalmente había llegado, Lisanna, junto a Gajeel, Levy, Wendy, Charles, Happy y Panther Lily, se encontraban parados junto a Natsu, frente a las imponentes puertas principales del gremio de Fairy Tail, el aire estaba cargado de tensión y anticipación, mientras el grupo observaba con expectación al peli-rosa.
Esto se debía porque el peli-azul, había cumplido su parte del trato cuando el mes concluyó, devolviendo el control de su cuerpo a Natsu, dejándolo libre para regresar al lugar que tanto extrañaba, sin embargo el peli-rosa miró con seriedad a sus amigos, dicha mirada brillaba con una mezcla de emoción y determinación.
Natsu: Quiero que me escuchen con atención, en especial tú, Lisanna - llamo la atención de estos con un tono de voz firme - En el momento en que entre por estas puertas, les pido de favor que no interfieran de ninguna manera, esto es algo personal que debo resolver junto con Yandal.
La albina lo miró con preocupación, pero asintió lentamente, los demás también mostraron sus expresiones de apoyo y comprensión, aunque claramente estaban preocupados por lo que podría suceder, y sin nada más que decirles, Natsu tomó un respiro profundo, sintiendo el pulso acelerarse en su pecho, sabía que lo que estaba a punto de hacer sería peligroso, pero también necesario, y con un último vistazo a sus amigos, Natsu se giró hacia las puertas y, con un paso decidido, comenzó a caminar hacia estás.
Al estar a cierta distancia de las imponentes puertas del gremio, el peli-rosa, levantó uno de sus pies con determinación, y sin previo aviso, lanzó una poderosa patada que impactó contra las puertas de madera, abriéndolas de par en par con un estruendoso crujido, la icónica entrada del Dragon Slayer hizo que todos los miembros del gremio se volvieran hacia él, quedando paralizados como estatuas al verlo parado en el umbral.
Erza, quién se encontraba en la barra comiendo una rebanada de pastel de fresa, dejó caer el tenedor de su mano junto con la pequeña porción del postre, sus ojos se abrieron de par en par, sorprendida por la repentina aparición de Natsu, Gray, quien estaba sentado en una mesa cercana, casi se cae de su silla al ver al peli-rosa, mientras que Lucy, quien estaba sentada junto al mago de hiel, se quedó completamente muda, boquiabierta al verlo.
El silencio en el gremio era palpable, roto únicamente por el eco de la puerta chocando contra la pared, todos los magos presentes, desde los más veteranos hasta los más jóvenes, se quedaron boquiabiertos, incapaces de creer lo que estaban viendo, Natsu, a quien consideraban que estaba muerto, había regresado, y su presencia llenaba el lugar con una energía electrizante.
Con un gesto rápido, Natsu se ajustó su bufanda, con su mirada recorriendo la sala principal, sabía que todos estaban ansiosos por saber qué había sucedido, pero también podía sentir la preocupación en sus rostros, con un paso seguro, comenzó a avanzar hacia el centro del gremio, listo para enfrentar las preguntas.
El peli-rosa se detuvo en el centro de la sala principal, con su mirada recorriendo los rostros atónitos de sus compañeros, y sin tiempo que perder comenzó a hablar:
Natsu: Supongo que para la mayoría de ustedes, es una sorpresa verme de vuelta, ¿verdad?, no los culpo por sentirse así, después de todo, para ustedes, yo ya estaba muerto, tras descubrir que Lucy me fue infiel con Gray, aunque eso ya lo sabian.
Sus palabras resonaron en el silencio del gremio, cada una cargada de emoción reprimida, mientras hablaba, sus amigos comenzaron a tomar asiento en una mesa cercana, Erza, con su expresión siempre seria, cruzó los brazos sobre su pecho, mientras mantenía sus ojos fijos en Natsu, Gray, por otro lado, se encontraba nervioso, Lucy, sentada cerca de él, miraba al suelo, evitando el contacto visual.