Hasta que el amor termine

XXIII

Salir con Gabriel es muy agradable, en la mañana vamos juntos a la escuela y en la tarde el me lleva a ensayar y luego se va a ensayar él, a veces él me deja verlo ensayar y de verdad que lo hace genial, se ve demasiado atractivo cuando toca tanto que creo que cada vez me gusta más. Ya se acercan las presentaciones y yo estoy demasiado nerviosa, aunque sé que nadie sabe quien soy el hecho de estar frente a muchas personas me causa pánico, con respecto a lo de mi padre hace días le dije que seguía hablando con Gabriel aunque no sabe que estamos saliendo, se disgustó un poco pero al final lo aceptó.

Gabriel

Si duda arriesgarse por amor a veces vale la pena, es como un riesgo que trae agradables recompensas, estar con Emma y saber que puedo contar con ella es reconfortante, aunque sé que debo confesarle la verdad en algún momento por ahora quiero disfrutar de lo que estamos viviendo.

-Gabriel -me llamó alguien sacándome de mis pensamientos-

-¿Qué quieres? -es Alejandro, quien se metió a mi cuarto y se sentó en mi silla de escritorio-

-Tal vez vengo a ser tú conciencia.

-Sea lo que sea que quieras decirme te lo puedes guardar para ti

-No seas estúpido Gabriel -su voz sonaba cansada- sabes muy bien por qué estoy aquí, esa chica no te conviene, sabes que al final se largará como lo hizo Jazmín -recordarla me provoca dolor- no te engañes mas y deja ya este jueguito tuyo estúpido

-No es ningún juego y lo sabes

-Tal vez para ella si -ahora sonaba divertido- dile la verdad a ver qué pasa.

-¡Tú no tienes que aconsejarme nada!

-Cálmate hermanito, no sea que pierdas el control y causes un desastre -sonrió maliciosamente- igual ya debes estar acostumbrado.

Y tiene razón siempre causo desastres...

Emma

Mañana será mi presentación, tenemos ya todo preparado y salimos mañana temprano para allá, mi padre tiene turno de noche así que puedo escaparme a casa de Gabriel, necesito hablar con le para calmar mis nervios. Cuando llego a su casa el abre la puerta con esa típica sonrisa encantadora que tiene.

-Que milagro verte por aquí -dice mientras entro a su casa-

-Milagro que tú no haces

-Y arriesgarme a que me vea tú padre, no gracias yo paso -no pude evitar reír

-Entonces le tienes miedo

-Pues no me asusta mucho, pero si lo suficiente como para mantener mi distancia.

Nos dirigimos a la sala y me senté mirando al techo.

-¿Crees que salga bien? -pregunté mirando a la nada-

-Probablemente, porque te conozco y también a los chicos, lo harán genial

-¿Y si me equivoco?

-Probablemente suba y haga uno de mis chistes.

-Tus chistes son pésimos -sonreí-

-Lo sé, pero lo haría para que te sientas mejor –lo miré fijamente y noté que lo decía sinceramente, me acerqué y lo abracé con fuerza, el me sentó sobre el y me besó- no te dejaré sola en esto pequeña.

Lo volví a besar pero ahora era diferente, no tiernamente como siempre sino más bien demandante, mis nervios se esfumaron cuando él me abrazó y me pego a él, sentí su pecho bajar y subir bruscamente sobre el mío, sé que puede pasar si seguimos así pero no me importa yo quiero que pasé, supongo que eso es lo que sientes cuando te enamoras de alguien, simplemente quieres entregarte completamente.

-Em..ma -susurró Gabriel separándose de mí- no puedo hacer esto -dijo mientras respiraba con dificultad- Emma necesssito... hay un... inhalador en... -respiraba pesadamente ¡Dios que pasa!- ese estante en el segundo cajón.

Corrí y a buscar el inhalador y efectivamente estaba donde dijo, se lo pasé rápidamente y el inhalo varias veces y su respiración se calmó poco a poco

-¿Estas bien? -él me sonrió-

-Ahora lo estoy

-¿Qué fue lo que pasó? -el meditó unos segundos mirando el inhalador, suspiro y me miró como si quisiera contarme algo muy difícil de decir pero luego sonrió-

-Tengo una dificultad respiratoria y este clima la empeora, si a eso le sumas la adrenalina y la emoción pues creo que pasa esto -noté que sus mejillas se sonrojaron un poco, yo debo estar como un tomate imaginando lo que pudo pasar- eres una niña muy traviesa -sonrió mientras acariciaba mi mejilla-

-¿Antes te había pasado esto?

-Nunca.

-Pero estoy segura de que te emocionabas seguido -dije con un poco de desdén- ¿por qué entonces pasa conmigo? ¿acaso no te gusto?

-Es precisamente porque me gustas demasiado pequeña, contigo se siente diferente, a ti te deseo más de lo que he deseado a cualquier persona en mi vida y por eso es que...

-¡Deja de hablar de esas cosas! -sentí mi cara roja de la vergüenza ¿Cómo se le ocurre decir esas cosas? Escuché una fuerte carcajada de su parte y luego sentí que me rodeaba con sus brazos, su tacto es tan cálido que quiero sentir esto por el resto de mi vida.

Se puso interesante esto 7w7

:)

El capitulo siguiente está largo xD y es muy intenso <3 ahí se darán cuenta del secreto que esconde Gabriel okño mas o menos