La puerta del baño

CAPITULO 5: ESPECIAL TAY NEW

La primera vez que lo vi, fue cuando acompañe a mi mejor a migo a almorzar a su restaurante favorito, nos atendió un mesero al cual no le preste mucha atención por estar leyendo la carta, solo lo vi cuando me toco pedir mi orden y no supe que decir. Era el ser más hermoso que mis ojos no hubiesen visto, tenía una piel tan blanca como la leche y unos ojos hipnotizaste, mi amigo me pego una patada por debajo y me di cuenta recién que llevaba mucho rato viéndolo y estaba esperando que digiera mi orden. Cuando se fue hacia la barra, vislumbre su cuerpo y vaya que trasero tenia. Nunca me he considerado completamente homosexual, he estado con chicas y chicos, tengo una vida sexualmente activa, pero mi amigo presente no era así, por lo que a veces prefiero guardarme mis preferencias, menos mas que no pregunto el por qué me quede como imbécil.

Al paso de los días trataba de buscar la forma de acompañar a mi amigo a comer al lugar y poder contemplar al hermoso chico, cada vez me gustaba más, al cabo ya de un mes para mí era imposible no pensar en el todo el día. Soñaba con su voz, su cuerpo y ese hermoso rostro, se me aparecía por todos lados y ya me daba miedo, trate de pensar que era solo calentura y me trate de acostar con un chico llamado Joss, era un hombre bastante sensual, pero no hubo caso que mi amiguito reaccionara, lo intentamos en las dos posiciones y nada. Luego pensé que con una chica podría y lo intente, pero nada tampoco. Hasta fui a un doctor para saber cuál podría ser mi enfermedad y bueno me mandaron al psicólogo, al cabo de casi dos meses de haber visto al precioso mesero y visitar médicos y psicólogos, lo que me detectaron era amor.

Mi psicólogo se rio de mi cuando le explique mi problema y solo me dijo, lo que tienes es fácil y se llama amor. Fue una declaración fuerte, ya dije que tengo una vida sexual activa, pero nunca he tenido compromiso, no soy de enamorarme y jamás pensé que lo haría. Mi psicólogo me recomendó acercarme al chico y bueno lo único que se me ocurrió fue escribir en la puerta del baño.

Pasaron dos semanas y no había respuesta, pero un día entendí el por qué, resulta que el personal tiene su propio baño y además los camareros no se meten a limpiar los baños. Mi chico nunca leería mi mensaje, no sabía cómo hacerle llegar mi amor. Pensé en un sinfín de cosas, pero no encontraba otra opción más que acercarme y decirle directamente, ese día iba dispuesto a borrar el mensaje en el baño, llegué y grande fue mi sorpresa al ver respuesta.

Desde ese entonces trate de conquistarlo con los mensajes que escribía en la puerta del baño, pero no contaba con que New sacaría conclusiones apresuradas y resulta que al cabo de unas semanas nos dijo que creía que un chico llamado Gun era su enamorado, casi se me destroza el corazón. Empezó a ser cariñoso con él y a tocar su mano, casi lo mato cundo se atrevió a abrazarlo. Mi paciencia tenia límites y a mí se me estaba agotando.

Anoche fue cuando se me agoto toda la paciencia, resulta que estábamos comiendo la cena con mi amigo y llega Gun, mi hermoso chico se le acerco a tomar su orden y cruzaron un par de palabras, no sé en qué momento se tomaron de las manos, cuando vi que el maldito estaba por besar a mi New me levante y le pedí que lo dejara, le tome la mano y me lo lleve al baño.

- ¿Lo ibas a besar? – le pregunte acorralándolo en la pared del baño.
- No debería importarte lo que yo haga.

- ¡claro que me importa! – dije levantando la voz.

- Tay – me mira directo a los ojos – ¿qué mierda te pasa?

- New –coloco mi mano en su mejilla – mi hermoso New – me mira con sorpresa – tu piel es tan blanca – paso mis dedos por su boca – tus labios son tan apetecibles – bajo mi mano por su cuello – quiero morder tu cuello –bajo mi mano hasta llegar a su pecho – New – poso mi cabeza en su hombre – no sabes lo loco que me vuelves.

- Tay – dice posando su mano en mi espalda – ¿Por qué no me lo dijiste antes?

- Porque soy un imbécil.

- Bastante – levanto mi cabeza para verlo – dejaste que pensara que era Gun.

- No sabes lo celoso que me ponía cada vez que hablabas de él.

- Pero es tu culpa idiota.

- Bello – dije con una sonrisa y lo besé.

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Cuando Tay me dijo todas esas cosas y me beso, supe que debía ser él. No sé cómo no me di cuenta antes de su mirada buscándome por todos lados cada vez que venía al restaurante. A pesar que el beso fue muy bueno. No la tendría fácil, así que le dije que tendría que conquistarme, por lo que me invito a salir y aquí estoy esperando en una banca del parque cerca de mi lugar de trabajo. Lleva 5 minutos de retraso, por lo que esperar dos minutos más y si no llega me voy, me vale mierda que sea guapo y bese bien, además que tenga un buen físico y sea bastante sensual, odio que sean impuntuales.

- Lo… siento – dijo tomando aire el moreno.

- No me gusta la impuntualidad Tay.

- Lo sé – se me acerco y me beso – te conozco bien.

- No… me beses sin permiso – dije como pude, la verdad besaba bien el maldito.

- Prefiero disculparme después -  me tomo la mano - ¿vamos?

- ¿Dónde me llevas?

- Quiero darte una sorpresa.

Fuimos hasta a almorzar a un restaurante muy elegante, según Tay era momento de que me sirvieran a mí, eso fue gracioso. Mientras comíamos me conto como fue que descubrió que se enamoró de mí, la verdad me parecía increíble que haya tenido que acudir al psicólogo para saber que era lo que sentía. Me conto también de los celos que sentía cada vez que nombraba a Gun, le dije como llegué a pensar en eso. Le conté que fue Off quien me dijo del mensaje en el baño y que iba todas las noches al cierra a responder, le conté de las burlas de los demás en trabajadores hasta del dueño, todos querían saber quién era mi enamorado.

Luego me llevo a tomar un helado y caminar un poco por el parque, me tomo la mano y yo solo me deje llevar. Al cabo de un rato nos sentamos en un parque y pidió mi permiso para besarme, claro que le dije que no, pero lo hizo igual. Me llevo hasta mi casa y me pidió otra cita para mi próximo día libre.

La verdad Tay es muy guapo y creo que es fácil enamorarse de él, pero soy bastante orgulloso y prefiero hacerlo esperar un poco más. Me pregunto quienes serán la otra pareja que se mensajea en la puerta del baño, por lo menos uno de ellos sé que me conoce por que menciono mi nombre.