Capítulo 9: Damián

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Leer nota de autora al final. 😘
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Seré honesta.

No soy una adulta ni una niña. Soy adolescente, se supone que nuestras hormonas están en lo más alto de nuestro cuerpo... o tal vez no tan alto, pero entienden mi punto.

La boca de Edward se veía mojada y caliente, yo no lo admitiría, pero estar encerrados en el auto, así de cerca y luego de verlo casi todos los días pasear sin camisa por la casa supongo que es normal que me provocara cierta excitación.

— Itzel —. Susurró, lamí mis labios, que estaban secos de repente.

—¿Hmm?—. Murmuré.

— Tu padre te está llamando...

Confieso que tardé un poco en reaccionar, pero los leves golpecitos en el vidrio me sobresaltaron, alejándome lo más que podía de Edward. El se veía bastante incómodo, pero claramente no era un tema que íbamos a tocar aquí. Me recompuse y el rubio a mi lado bajó el vidrio, que por suerte era polarizado.

No tengo idea de que hubiera pasado si nos hubiera visto en... bueno, en lo que sea que haya sido eso.

— ¿Qué pasó papi?

— Los vestidos que pidió Camila llegaron, te marqué al móvil pero no respondías.

— Lo lamento, me quedé sin batería—. Dije, bajando del auto y posicionándome a su lado—. Iré a bañarme para probarme los vestidos.

Dejando un beso en su mejilla me alejé, dándole una última mirada a Edward, quien ni siquiera se veía inmutado por lo que acababa de pasar. Creo que simplemente ignorará esto, y es lo mejor.

Subí las escaleras de dos en dos, dejando la pequeña mochila sobre mi cama mientras conectaba mi celular a la electricidad. Tomé una toalla y me bañé. Finalmente me puse un vestido que fuera fácil de sacar.

— ¡Itzel, los vestidos están maravillosos!

Camila había pedido un gran repertorio de vestidos para poder elegir el adecuado que yo usaría en la boda. Habían alrededor de veinte bolsas negras protectoras sobre el sofá del salón en el que estábamos. Cada una guardaba un modelo. El primero que saque era negro, corto y tenía algunos brillos en la parte final de la tela que cubría mis piernas. Era lindo, pero no lo suficiente como para elegirlo.

El siguiente era un azul marino, igual de corto y con gran escote. Así seguimos revisando cada una de las bolsas. Vimos un vestido verde, uno amarillo, celeste y hasta uno blanco. Todos eran lindos pero ninguno terminaba por convencerme, ya que, eran muy cortos, o muy largos, muy sencillos o muy ostentosos, o simplemente no me hacían sentir cómoda.

— Si el vestido perfecto no es alguno de estos no se que vamos a hacer—. Dijo Camila refiriéndose a las últimas tres bolsas que no habíamos revisado aún.

Dirigí mi vista hacia una que estaba a medio abrir. En su interior un color rojo vivo resaltaba, y cuando lo saqué me encantó.
Era sencillo. Largo hasta los pies, ni un poco más. La tela de seda le daba cierto toque elegante y sutil. Tenía una abertura discreta en la pierna y a mi cuerpo lo marcaba justo en las zonas adecuadas. Era perfecto.

— ¡Este es!

— Definitivamente, me encanta.

Dalia apareció repentinamente y junto a dos chicas que no había visto pero que suponía trabajaban aquí se llevaron los otros vestidos.

— Estoy muy feliz por mi papá y por ti, Camila—. Confesé.

Su rostro se volvió a mi con una dulce mirada que me recordó a Edward. Fue inevitable que moviera un poco mi rostro intentando disipar la imagen del rubio.

— Muchas gracias, Itzel, no te imaginas lo importante que es para mi.

Tal vez si lo sabía. Mi padre me había contado muchas cosas acerca de Camila, como por ejemplo que su ex marido no era un hombre muy bueno que digamos, por eso al separarse tuvo que mudarse por unos años a Australia, donde eventualmente se había conocido con mi papá. El destino es perfecto después de todo.

— Hija, tú celular está sonando en tu habitación—. Dice mi padre, quien acaba de entrar.

Casi en seguida me dirigí a buscar mi móvil. Fui tan de prisa que no me fijé al contestar y en ningún momento me hubiera imaginado que la persona que llamaba era con quien menos quería hablar en el mundo.

*Damián...

*Itzel—. Un suspiro se escuchó por su parte—. Gracias por contestar, pensé que no lo harías, yo...

*¿Que quieres? —. Lo interrumpí.

*Disculparme contigo, Itz... lamento mucho lo que te hice.

*Oh, créeme que yo lamento más haber perdido dos años de mi vida contigo, no fuiste el único que cometió un error.

*Itzel, entiéndeme... tú mismo lo dijiste, fueron dos años de relación y tú nunca te atreviste a hacerlo conmigo, ¿cómo podía haber aguantado?

Sus palabras habían impactado más al venir de él que la vez que me lo había contado Maggie. Un nudo se formó en mi garganta y respirar dolía.

¿Cómo podía ser tan cruel?

Estoy tan feliz de no haberlo hecho con él, porque se que me hubiera arrepentido mucho.

*¿Sigues ahí, Itz?

*No quiero que me vuelvas a llamar jamás —. Sentencié—. Me perdiste, ahora vive con eso.

Sin esperar respuesta finalicé la llamada y le abrí pasos a las lágrimas que picaban en mis ojos. Los sollozos no paraban y casi tuve que sujetarme del borde de la cama. Dolía más de lo que imaginaba. Dolía y era inevitable que pensara en lo estúpida que fui.

— Itzel mañana...

La dulce voz de Camila se cortó en seguida. Sus labios rojos formaron una "o" y se detuvo en la puerta a medio abrir, pero eso duró un instante, ya que casi en seguida sentí sus brazos rodearme y acariciar mi cabello.

No me contuve. No podía.

— Vamos, cariño... llora.

Sus palabras fueron suaves. No me exigió una explicación, no hizo preguntas, no hizo más que abrazarme y dejarme llorar como nunca en sus brazos.
No fui consciente del tiempo qué pasó, pero cuando sentí un poco más de calma me decidí a contarle a Camila lo que me ocurría. Sabía que en cierta forma se lo debía, y ella iba a preocuparse si no estaba al tanto del porque de mi ataque de llanto.

Suspiré, tomando fuerzas para recordar lo que semanas atrás había ocurrido y finalmente empecé a hablar.

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¡Buenos días, familia!
Como ya ven, a mi me gusta pasar mucho tiempo con ustedes, ni bien amanece y ya quiero leerlos. 💕
Se que actualmente nos contamos con los dedos de una mano, pero confío en que pronto tendré que comprar una enorme mansión para irnos todos a vivir ahí. 🌚
Bueno, este apartado es realmente para decirles que espero poder subir un capítulo todos los días, que es lo que he estado haciendo hasta ahora aprovechando unas pequeñas vacaciones. En caso de que eso no sea posible, tendrán al menos dos capítulos por semana.
Uno el miércoles y el otro el sábado.
Cualquier duda, sugerencia o lo que sea, me encantaría saberla, ya sea por comentarios o mensajes privados, yo siempre soy feliz de leerlos. Bien, sin nada más que decir creo que me despido, no sin antes recordarles que los amo, a ustedes y a los que vendrán. ♥️

Bendiciones. 💎

Atracción prohibidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora