En cuanto abrí los ojos me extrañé por cierta frialdad a mi espalda con cuidado me giré encontrando a Hades ¿Por qué su cuerpo era tan frío? Era sin duda contradictorio que alguien tan ardiente en el sexo fuera de temperatura tan baja.
En un intento por no despertarlo me deslice en la amplia cama para llegar a la orilla, una vez me senté una mano sujeto mi muñeca.-¿A dónde vas?
-Creí que dormías, yo... Iba al tocador, necesitó un baño antes de vestirme e irme.
-¿Irte?
Hades se removió un poco sin soltarme hasta finalmente quedaron sentado, en esa posición tiró de mí haciéndome caer sobre sus piernas.
-Escuchaste bien.
-No querida, tengo planes para nosotros, irte no forma parte de ellos en ningún modo.
-No te confundas, hablemos claro; ambos sabemos que existe una química sexual intensa, pero nada más, ahora ya saciados cada uno puede seguir por su camino.
-Que testaruda eres mujer ¡Joder! Por eso los humanos me sacan de mis casillas.
Esto es el colmo, me he cansado ya de esa basura. Levantándome me aparté colocando ambas manos en mi cadera.
-¡Basta! ¿No te cansas de esa ridiculez?¿los humanos? Hablas como si fueras un puñetero todopoderoso.
-No lo creerás hasta que lo veas ¿Cierto?
Mis ojos seguían cada uno de sus movimientos mientras se vestía. Su semblante me deja en claro que está molesto. Que se joda.
-¿Qué?¿Por que me miras así?- pregunto antes su penetrante mirada.
-Te llevaré al que fue tu hogar por siglos, vamos...
Hades
Chasque los dedos cambiando en una especie de cámara lenta nuestro entorno, ya no estábamos en la habitación del hotel si no en el mismo inframundo, su rostro perplejo me preocupo un poco, en ocasiones olvidaba lo frágil que era la mente humana.
- ¿Anastasia?
-¿Co... Cómo? ¿Cómo hiciste eso?
Antes de poder responder, uno de los esbirros que me servían hizo su aparición haciendo una reverencia, asentí indicando levantara la cabeza, su asombro al ver a Ana fue evidente.
-Mi señora, que gusto tenerla de nuevo aquí, su trono a estado esperándola todo este tiempo, los campos cerca del río Lethe la añoran mi señora Perséfone.
Suspire al ver que ella no respondía, no sabia exactamente si tenia miedo de hacerlo o estaba en shock. Inspiré hondo al ver que la situación con ella probablemente seria la más complicada de mi existencia.
-Vamos, te guiare por el lugar.
El demonio que me servía sabía sin palabras que tenia que marcharse, en cuanto volvimos a estar a solas, la guíe por el inframundo, pero Anastasia seguía sin mediar palabras.
-Se que esto es demasiado para ti, pero puedo explicarlo todo, solo necesito que mantengas la mente abierta para lo que estas por escuchar.
-¿Demasiado? Esto es totalmente irreal, comienzo a pensar que perdí la razón, aunque también bien pudiste drogarme ocasionando estas alucinaciones.
-Ni una cosa, ni otra, escucha bien por favor, si después de oírme decides que me aleje de ti, lo haré.
Esperaba no acudir a ello, espere un milenio para este momento, no podía dejarla marchara sin más, tenia que ser cuidadoso en mis palabras. Tomando su mano nos acercamos a los tronos que una vez ocupamos hombro con hombro.
-Esto es el inframundo, se podría decir que este es mi hogar, y también lo fue para ti, ahora eres Anastasia pero en otros tiempos eras mi amada Perséfone.
-¿Perséfone? Te refieres a ese personaje de la mitología griega, creí que eran puros choros.
-¡No! Digamos que los mortales inventaron las cosas a su conveniencia, pero Dioses y Ninfas existen en la actualidad, y sí, tu eres esa Perséfone, mi esposa.
-Alto ahí, suponiendo que todo esto fuera cierto ¿No quieres decir ex-esposa? Digamos que te creo, pero en todo caso nada tiene que ver con mi yo actual, soy Anastasia, una diseñadora y florista, además de soltera, perdón, pero yo no... No te amo.
Mi semblante decayó totalmente, no padecía tan perturbada por lo que acababa de escuchar, es más, se podría decir que lo estaba tomando de buena manera, pero prácticamente me acababa de mandar a volar.
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Lamento la demora mis amores, espero que les guste el capítulo, solo que estaba un poco enferma de resfriado... Prometo recompensar el tiempo.
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SantVict
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"Te encontraré" © (Hades&Perséfone) #1MGA [Editando]
FantasíaEl amor es un sentimiento que se vive con pasión, pero puede tener costos terribles. Incluso el corazón de Hades puede caer en las redes de tal sentimiento. Una madre cegada por el miedo, sería capaz de cualquier cosa; un líder presionado, puede ll...