Capítulo 2

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La policía seguía buscando un sospechoso, habían encontrado en la muñeca de Laura un marca amoratada, como si la hubieran agarrado muy fuerte para luego empujarla por el balcón. Hasta ahora el principal sospechoso era Daniel por hacer sido la última persona que viera a la víctima con vida pero no habían pruebas que lo vinculara.
Era la última noche de las peores vacaciones de nuestra vida y en memoria de Laura nos reunimos en casa del profesor Felipe, prendimos unas velas e hicimos cuentos en los que Laura siempre resultaba siendo la protagonista
-Ella era de carácter fuerte,pero siempre lograba hacernos reir con sus juegos y maldades - dijo Jana dejando escapar una lágrima que disimuló sonriendo.
Así pasamos la noche, fingiendo haberlo superado, fingiendo que éramos los mismos, pero no era verdad y todos lo sabíamos. Nos faltaba el alma y el espíritu soñador de una Laura que no volvería a estar entre nosotros.
Daniel pasó más de 2 harás en silencio, mirando la ventana, hasta que ya no pudo más y se fue, sin decir una palabra o tan siquiera despedirse, con la mirada perturbada y el corazón roto. Allí nos quedamos varias horas más, hablando, llorando y una que otra vez sonriendo al recordar alguna anécdota graciosa en la que Laura era la protagonista.
Eran al rededor de las 12 y ahora la que se veía rara era Hanna, pero la verdad no le préstamos tanta atención, ella siempre fue media rara. Sander me acompañó de camino a mi casa, el se había portado muy bien conmigo desde que entró el año pasado a la escuela y a nuestro grupo de amigos, y la verdad me empezaba a interesar un poco más que antes.
-Me parece muy extraño todo lo que está pasando ¿a ti no?- le pregunté para no aburrirnos por el camino.
-la verdad, trato de no pensar mucho en ello, creo que hay cosas que no se deben mover de donde están, prométeme que pase lo que pase vas a tener cuidado -.
Me extrañaron mucho sus palabras y la forma en la que lo decía, como si supiera algo que yo no, o como si tuviera miedo de que algo me pasara. El me cogió por los hombros y me miró de forma tierna y preocupada.
-Te lo prometo-le dije sonriendo para quitarle intensidad a la conversación.
Por un momento pensé en como serían las cosas si Laura no hubiera muerto esa noche. Estaríamos en una fiesta, de seguro en su casa con 3 piscinas, riéndonos de las novias de Adriel, o diciéndole a Camila que dejará de una vez por todas al hipócrita de Jackson, estaríamos riendo, disfrutando, siendo adolescentes felices, y no piezas del juego de un enfermo mental.
Ya habíamos llagado a mi casa, nos despedimos y él me tomo de la mano y me dijo -recuerda tu promesa. ¡Ah! Y no confíes en nadie- Me guiño un ojo y se fue, dejándome llena de preguntas que me mantuvieron despierta casi todos la noche
‘Muere asesinada joven muchacha en el parque central’
Ese fue el titular que me mostró mi mamá al día siguiente en el periódico, al principio no le di importancia, pero cuando escuché el lugar donde había sido se me helaron los huesos, la casa de Felipe estaba a menos de una cuadra del parque central y al ver la foto de la víctima me quise morir junto con ella.
Era Hanna ...
Llame a Sander en seguida, pero casi no podía hablar, las lágrimas me ahogaban, no podía respirar y el pecho se me oprimía, el me trató de tranquilizar, al principio parecía un poco incrédulo pero cuando vio el periódico tuvo la misma reacción que yo, aunque un poco más controlado.
El paso por mi casa a buscarme y fuimos lo más rápido posible para el parque.
Mi mente no acababa de reaccionar ante el impacto de otra muerte en tan poco tiempo, no nos llevábamos tan bien pero en el fondo éramos amigas y le tenía cariño. Yo nunca pensé que algo así pudiera pasar, pero si, Hanna era la segunda.

Mi punto de vistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora