El día de hoy se veía fabuloso para ir al parque y el pequeño Soobin no lo desaprovecharía.
Se vistió con sus pantalones cortos de color azul favoritos, una camisa blanca con un estampado de elmo, su gorra blanca y sus geniales tenis de lucesitas decoradas con stickers de arcoíris.
Para agregar el toque final y lo más importante en el outfit de Soobin, el niño pegó muchos stickers con formas de estrellas y bastones de dulces por su rotro y algunas en su gorra; estando así listo para ir a divertirse en los juegos de niños en el parque.
Tomó su mochila preparada con muchas cosas por si sucedía algún incidente (el pensaba que siempre había que estar preparado, uno nunca sabe cuando se va a enfrentar a un león) y corrió a la puerta en donde se encontró a sus padres esperandolo para llevarlo a el parque que esta a unas cuantas cuadras de su casa.
Y tomado de la mano de su mami y de su papi, caminó hacia el parque, dando inicio a su aventura del día.
Cuando llegaron le pidió permiso a su querida mami para ir a jugar a la zona de niños y esta accedió, tomando asiento en una banca lo suficientemente cercana como para vigilar a su hijo, mientras su papá iba a comprarles helados de sus sabores favoritos para consentir a sus dos amores, según dijo el mayor.
El niño vio que cerca de las hamacas se encontraba un niño llorando sentado en el suelo, el pequeño Soobin de seis años sentía pena de este, ya que estaba cubierto de tierra y con un raspón que se veía doloroso en su rodilla derecha.
Muchos adultos pasaban al lado del chico, ignorandolo por completo, y eso llenó de rabia y al mismo tiempo de valor al pequeño de seis años a tomar la iniciativa de acercarse a este.
Soobin se preguntaba; ¿Porqué los adultos eran tan malos? Él realmente no los entendía, y esperaba que cuando sea un adulto no se olvidara de sus pensamientos de niño, esperaba no transformarse en un odioso y amargado señor de oficina.
Con este pensamiento en mente caminó hasta donde se encontraba el pequeño sollozando y le dijo:
- Hey niño, ¿Porqué lloras?
El otro pequeño volteó a ver a su contrario, pensado por un momento en que el otro niño le parecía un lindo conejito con calcomanías y mejillas regordetas.
- Estoy lastimado - respondió el pequeño, sin tomar mucha importancia en pensar que hablaba con un desconocido, y le señaló su herida.
Claro, de por si Yeonjun no creía que ese niño con cara de conejo fuera malvado.
¡Es que tenía hoyuelos! Nadie con hoyuelos puede ser malvado, ¿verdad?
- ¿Y porqué lloras por eso? - volvió a preguntar el más alto con curiosidad - es una herida genial y cuando vayas al kínder podrías decirles que es una marca de guerra.
Yeonjun no entendía los pensamientos de el niño conejo.
Primero; porque su herida no era una marca de guerra, se la hizo cuando se calló de una forma muy torpe de las hamacas.
Y segundo; porque él ya no iba a el kínder, estaba orgullosamente en primer grado de la escuela primaria.
- No entiendes, me duele - volvió a responder esta vez agregando un tierno puchero.
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"s,cc,mm" [yeonbin] ❪Yeonjun + Soobin❫
Random"Donde Soobin conoce a Yeonjun en el parque en su aventura del día" ☄ txt = YeonBin/SooJun [ Yeonjun + Soobin]. ☄ ¡! Kids; au. ☄ fluff + cliché. ☄ faltas ortográficas. ☄ os, aburrido, sorry. );