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Las malditas 5 de la mañana y alguien está tocando la puerta, Joaquín no tiene intenciones de levantarse así que no tengo de otra. No he dormido casi nada, no tengo sueño, mi cabeza solo puede pensar en nuestro futuro y en las decisiones que tomaré respecto a Ian.

Encendí la luz y bosque mis pantuflas bajo la cama, ¿quien mierda toca las 5 de la mañana?, de mala gana baje para abrir la puerta, vaya sorpresa me lleve.

Mi madre estaba frente a la puerta con maletas en ambas manos, me abrazo sonriendo dejando caer las maletas al piso.

-¿Por qué no me dijiste?.

-¿Decirte qué? -respondí con otra pregunta.

No entendía a qué se refería y lo más importante, ¿qué hace aquí?.

-Sobre tu hijo Emilio, sobre tu hijo, Joaquín me lo contó cuando le llame.

¡¿Le dijo que adoptamos al niño?!, Oh no...

-Mamá, pasa, hace frío -tome las maletas para meterlas en el único otro cuarto disponible en la casa- Hablaremos mañana.

-Parece que no estás muy feliz de verme cariño.

-Lo siento, no es eso, de verdad me alegra que estés aquí, pero.... Tengo que pensar, mi mente no está muy clara ahora.

-¿Quieres un abrazo? -palmeo el costado de la cama para que me sentará junto a ella.

Sonreí asintiendo, la extrañaba mucho y no me había dado cuenta. Me senté a su lado, pasó su brazo sobre mis hombros abrazándome y yo recargando mi cabeza en su hombro.

-Te extrañe -susurre.

-Mi niño, yo también te extrañe -beso mi cabeza acariciando mi cabello, tal y como cuando era niño- Te conozco, y sé que algo no anda bien, pero no necesito que me lo cuentes ahora, aquí estoy y puedes decírmelo cuando estés listo.

-Prometo que te contare.

Después de hablar con mamá, el sueño que tenía se esfumó y ahora solo tenía un gran lío en mi cabeza, salí de la habitación luego de hablar un buen rato con ella, dirigí mi mirada a la habitación frente a la mía, estaba entreabierta, tal vez el pequeño había despertado.

Abrí la puerta viendolo completamente dormido, lucia tierno, sonreí recargandome en la puerta... Aún no sé que hacer.

[....]

-No dormiste nada, ¿cierto? -preguntó Sharon, sin despegar la vista de su celular.

-¿Como lo sabes?.

-Tienes unas ojeras horribles bajo los ojos, y traes puesta la misma ropa de ayer, además hueles a bagabundo, simplemente lo deduje -explicó mientras tecleaba.

-No tuve tiempo de arreglarme -justifique mirando por la ventana de la limusina.

Soy un desastre sin Joaquín.

Esta mañana estaba enojado así que solo se baño y se fue con Ian y mi madre a hacer compras para la cena, no me dio los buenos días y no escogió mi ropa esta mañana. Claramente si yo la escojo solo parecería un completo idiota mal vestido, así que me puse lo mismo del día anterior.

-Joaquín, esta enojado contigo, ¿verdad? -yo asentí- Eso explica todo -dejo su celular a un lado poniendo su atención sobre mi- Puedes contarme.

-¿Eso fue una pregunta?.

-No, solo hazlo si quieres, yo escucharé.

-No sé que hacer, Sharon -pause un momento tomado aire- No estoy listo para tener hijos y Joaquín, de verdad se está ilusionando demasiado con Ian.

-¿Solo eso?, creí que era algo más grave.

-Gracias por el animo, de verdad lo aprecio -rodé los ojos.

-Emilio -me sonrió tomando mi mano- No tengas miedo, no es como que el mundo se fuera a acabar -suspiro un momento- El primer hijo siempre da miedo, y más al no saber nada sobre el tema, pero una vez que tienes a tu bebé en brazos todo ese miedo desaparece y sabes que será fácil si tienes a la persona que amas a tu lado, Joaquín esta ilusionado, pero solo ustedes serán los que decidan que hacer, y ese niño, no creo que llegara a sus vidas para mal, yo creo que es su regalo de navidad.

Sonreí al escuchar eso, nuestro regalo de navidad, el pequeño Ian, cuyo niño encontramos en las calles y casi al borde de una hipotermia.

-Gracias.

-¿De qué?, no soy solo tu manager, que te ayuda a tomar buenas decisiones, también soy tu amiga, Emilio.

-¿Por qué no fuiste psicóloga?.

-Ah, esa vida no es para mi, no soy buena con las personas, ni mucho menos socializado.

-Parecía todo lo contrario hace un segundo.

-Oh mira, ya llegamos, dejaremos esta plática para después -evadió mis palabras y bajo de la limusina siendo atacada por los reporteros.
Baje rápido evitando las preguntas y las luces de las cámaras en mi rostro.











Atte:Queen



Por Accidente (Emiliaco) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora