DOLUNAY

Capítulo 1

Otra vez la alarma sonó, despertando nuevamente.

Miré el reloj, 7:34 am.

–¿Cuantas veces voy a posponer la alarma?– bufé.

Me levanté, hice mis estiramientos matutinos y me arreglé.

Abrí el refrigerador y saqué un huevos y comencé a preparar mis "huevos al gusto".

–Hmm... Nazli, eso huele bien, ¿qué es?– preguntó Fatos.

–Ven y miralo– le respondí con una sonrisa.

–Eres la mejor chef, que bueno que hayas estudiado esto–

–Desearía saber cuales son los beneficios de cocinar...– dijo Asuman de repente –tan solo mira como se visten.

–Realmente no estas bien– respondió Fatos –,es lo mismo que ver a un estudiante de turismo en un hotel de cinco estrellas.

–Como si yo me hubiera beneficiado de mis estudios y–

–Pausa, después sigan– corté a Asuman –,estoy preparando algo para comer.

–Hoy estoy de buen humor, leí en una revista que voy a recibir un impulso, espero que sea lo de conseguir un trabajo– dijo Fatos muy enérgica –también dice que nos van a suceder cosas inesperadas en la próxima luna llena.

–Fatos, quizas  sea inesperadamente posible pagar el alquiler– contesté mientras revolvía mis ingredientes en el sartén –porque el dueño de la casa estará pronto delante de la puerta y no hemos pagado el alquiler desde hace dos meses.

–Yo creo en lo que decía la revista, tal vez alguien pague nuestra renta– respondio Fatos.

–¡Cree en el té, Fatos, el té es bueno, anda tómatelo– dije tratando de cambiar de tema.

–Que exagerada, mis amigos no han pagado desde hace seis meses y aun están ahí– dijo Asuman despreocupadamente.

–Cariño, espero no los veas tan seguido– la miré cerrando los ojos ligeramente.

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–¡Asuman, detenlo!– exclamé mientras las tres corríamos hacia el autobús.

–Perdón, perdón– decíamos mientras nos empujábamos para entrar al autobús el cual estaba lleno.

–Si cabemos, entren– dije mientras trataba de hacer un poco de espacio para Fatos.

El autobús cerró sus puertas, lo único que queríamos era llegar cada quien a donde iba para ya bajar de ese autobús que ni se podía respirar aire fresco.

De nosotras tres, la que se bajó primero fue Fatos despidiéndose con un gesto de mano, luego diez minutos después bajó Asuman del autobús solo mirándome con una sonrisa de lado, supongo esa fue su manera de decir "nos vemos al rato", al final, por desgracia tenía que bajar en tres paradas más.

El tiempo parecía eterno.

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Estaba corriendo por los pasillos de la escuela para no llegar unos minutos mas tarde de lo que ya iba.

–¿Todos han tomado las medidas?– dijo el maestro –las medidas deben de estar en gramos–

–Disculpe profesor, el neumático del autobús... estaba roto– dije jadeando por aire.

–Esta bien Nazli, ahora ve lo que estamos haciendo y después lo haces–

–Pssst... oye, ¿qué estamos haciendo?– susurré a mi compañero de al lado.