Capitulo XXIII

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Lance esperó por el regreso de Keith, cuando por fin regresó se disculpó con Lance, tenía una entrega que hacer, así que tenia que irse, Lance asintió y se despidió no sin antes decir "Gracias" por la conversación de antes, Keith se fue rápidamente sin decir nada.

Lance se levantó de la mesa donde estaban sentados, se miró al celular esperando que no se notase que había llorado, no recuerda cuando fue la última vez que se había desahogado así, pero afortunadamente allí estaba Keith desprendiendo su calidez, algo que Lance no sabía que necesitaba.

Al llegar de nuevo a la mesa, allí encontró a Romelle sentada y contando algo a lo que todos se reían, Lance arrastró una silla y se sentó entre Allura y Romelle, la rubia no notó su presencia, pero Allura por su parte lo llamó.

–¿Dónde está Keith? –Allura preguntó susurrando para no interrumpir a Romelle.

–Se fue a realizar una entrega –Lance soltó un suspiro–, es una lástima que se haya ido...

Allura se le quedó mirando, tenia la mirada perdida y un gesto algo melancólico, y no podía ignorar el hecho de que mientras hablaba sobre algo relacionado a Keith, sus ojos destellaban un brillo peculiar, no pudo evitar soltar una risita la cual llamó la atención de Lance.

–¿Pasa algo?

–No es nada, solo estaba pensando sobre lo despistadas que pueden ser unas personas –Allura se cubrió la boca al ver la mirada de Romelle sobre ella–, lo siento, sigue.

Allura se disculpó con Romelle por haberla interrumpido y siguió prestando atención a su historia, mientras que Lance se quedó viéndola fijamente preguntándose a quien se refería.

La cena terminó y a todos se les dio el resto del día libre, algunos salieron en grupos para tomar un taxi, otros a pie y Veronica fue llevada en moto por Acxa, cuando Keith regresó encontró a Coran fuera del restaurante desprendiendo un aire "vintage".

–¿Qué tal todo con Lance? –Coran preguntó al ver a Keith a punto de entrar.

–Ya hablamos y accedió.

–Eso me alivia –Coran se llevó una mano al pecho y sonrió haciendo curvar su curioso bigote–, los acompañaré a casa un momento, los estaré esperando aquí.

Keith asintió y entró al lugar, el lugar estaba vacío, exceptuando una mesa donde estaba Lance, Allura, Hunk, Pidge y Romelle hablando, Keith no sabia si acercarse o solo esperar, de seguro se sentiría muy incómodo si estuviera junto a Allura, pero para su desgracia Romelle lo vio y lo llamó para que los acompañara, algo inseguro llegó a la mesa, pero no quería dejar esperando a Coran.

–Coran nos espera afuera –Keith le dijo a Lance de manera discreta, pero todos lo escucharon.

–Ya es algo tarde, ya casi es hora de cerrar –Hunk miró su reloj–, Romelle, ¿quieres que te acompañe a casa?

–Claro, ¡me encantaría! –Romelle respondió sin dudar, con una gran sonrisa y ojos resplandecientes.

–¿y tú, Pidge? ¿qué dices? –Hunk preguntó.

La sonrisa de Romelle pasó a un puchero, Keith negó con la cabeza, pensando que no podía ser más fácil de leer, Pidge se cruzó de brazos

–Paso de los gestos de "caballerosidad" –Pidge se levantó y acomodó las solapas de su traje.

–No es nada de eso, es solo que no tengo nada más que hacer –Hunk respondió algo desconcertado.

Romelle solo frunció más su ceño, Pidge volvió a negarse, se despidió y salió primero, después se fueron Hunk y Romelle los cuales tenían se encontraban en un aura tensa, Hunk sin saber porque, solamente quedaron Allura, Lance y Keith.

Entre Garras y Colmillos - KlanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora