MACBETH
de WILLIAM
SHAKESPEARE
PERSONAJES
DUNCAN, rey de Escocia MALCOLM DONALBAIN, sus hijos MACBETH BANQUO,
generales del ej ́ercito del rey
MACDUFF
LENNOX
ROSS
MENTETH
ANGUS
CATHNESS,
nobles de Escocia
FLEANCE,
hijo de Banquo
SEYWARD,
conde de Northumberland,
general de las fuerzas inglesas
JOVEN SEYWARD,
su hijo SEYTON,
escudero de Macbeth
HIJO de Macduff Un
CAPITAN
U n M E ́ D I C O i n g l ́ e s
Un ME ́DICO escoc ́es
Un PORTERO
Un VIEJO
LADY MACBETH LADY
MACDUFF DAMA de
Lady Macbeth
HE ́CATE TRES
BRUJAS OTRAS
BRUJAS
APARICIONES
TRES ASESINOS
OTROS ASESINOS
NOBLES, CABALLEROS, OFICIALES, SOLDADOS, SIRVIENTES Y MENSAJEROS
1ACTO I
Escenaprimera. Truenosyrel ́ampagos
Entran tres brujas
BRUJA PRIMERA
¿Cu ́ando habremos de vernos, con el trueno, otra vez, con el rayo o la lluvia, reunidas las tres?
BRUJA SEGUNDA
Cuando el caos acabe,
al fin de la batalla, bien se pierda o se gane. BRUJA TERCERA
Antes que el sol se ponga.
BRUJA PRIMERA
¿Y el lugar?
BRUJA SEGUNDA
En el p ́aramo.
BRUJA TERCERA
Y all ́ı encontrarnos con Macbeth.
BRUJA PRIMERA
¡Graymalkin, ya voy!
BRUJA SEGUNDA
¡Paddock me llama!
BRUJA TERCERA
¡Aprisa!
TODAS
Lo bello es feo y feo lo que es bello;
la niebla, el aire impuro atravesemos. Salen
Escena segunda. Sonido de trompas dentro
Entra el rey (Duncan), Malcolm, Donalbain, Lennox, con sirvientes; se encuentran con un capit ́an
ensangrentado
DUNCAN
¿Qui ́en es este hombre ensangrentado? Puede darnos, a juzgar por su aspecto, las noticias
m ́as actuales de la rebeli ́on.
MALCOLM
Es el oficial
que honrado y valeroso, luch ́o para impedir
mi captura. ¡Salud, amigo m ́ıo!
Informa al rey de cuanto sepas del combate,
tambi ́en de c ́omo lo dejaste.
CAPITA ́ N
Indeciso qued ́o;
tal dos exhaustos nadadores que uno a otro abrazados, asfixiaron su arte. Al funesto Macdonwald
(y, con raz ́on, rebelde, pues que crecen en ́el
todos los vicios de la Naturaleza
formando enjambre) de las islas de oeste
le proveen con hombres de a pie y de a caballo,
en tanto la Fortuna, a su causa maldita sonriendo, semeja ser la coima del rebelde. Pero de nada sirve, pues el bravo Macbeth (bien merece ese nombre) despreciando al destino y blandiendo su espada,
au ́n con el humo de la acci ́on sangrienta,
tal favorito del valor, se abre camino
hasta ver al esclavo frente a frente,
y sin mediar saludo o despedida
desde ombligo a quijada lo desgarray pone su cabeza en las almenas.
DUNCAN
¡Oh valeroso deudo! ¡Noble caballero!
CAPITA ́ N
Igual que del lugar de donde nace el sol,
nacen tormentas de naufragio y truenos espantosos,
as ́ı, del manantial de que el aliento pareci ́o surgir,
el desaliento brota. ¡O ́ıdme, rey de Escocia! ¡Escuchad! Apenas la justicia, armada de valor, a estos raudos soldados hubo obligado a confiar en sus propios talones,
viendo el Noruego su ventaja, con renovadas huestes
y con m ́as hombres de refuerzo,
inici ́o un nuevo asalto.
DUNCAN
¿Y a nuestros capitanes,
Banquo y Macbeth, no les asustaron?
CAPITA ́ N
S ́ı;
como los gorriones a las ́aguilas, o la liebre al le ́on.
Dir ́e, en honor a la verdad,
que eran como can ̃ ones doblemente cargados:
de tal manera ellos
redoblaron sus golpes contra el enemigo.
Si su deseo fue sumergirse en la sangre humeante,
o si rememorar un nuevo G ́olgota
no podr ́ıa decirlo...
Pero ya desfallezco, y mis heridas piden socorro a gritos. DUNCAN
Tus palabras te honran, como tus heridas:
ambas saben a honor... Conseguid cirujanos para ́el.
Sale el capit ́an, acompan ̃ado
Entran Ross y Angus
¿Qui ́en es el que se acerca?
MALCOLM
E l n o b l e S e n ̃ o r d e R o s s .
LENNOX
¡Qu ́e ansia brilla en sus ojos!
Tal quien viniere a hablar de extran ̃as cosas.
ROSS
¡Dios salve al rey!
DUNCAN
¿Desde d ́onde ven ́ıs, noblesen ̃or?
ROSS
De Fife, gran soberano,
de donde las banderas de Noruega el firmamento insultan
y arrojan sobre nuestro pueblo un viento g ́elido.
El mismo rey con sus terribles hordas,
con el apoyo del traidor m ́as ruin,
ese Sen ̃ or de Cawdor, inici ́o la lucha
hasta que, en s ́olida armadura, el reci ́en desposado con Bellona lo enfrent ́o, cuerpo a cuerpo,
hierro contra hierro, brazo rebelde contra brazo,
doblegando su ́ımpetu; y, para concluir,
nuestra fue la victoria.
DUNCAN
¡Oh, dicha inmensa!
ROSS
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