Mi vida siempre había sido difícil, aunque tal vez no tanto como la de otras personas. Para el segundo parto de mi madre, estaba muy emocionada, porque al fin tendría un hermano. Mamá nunca quiso ir a las revisiones ni ultrasonidos, porque decía que no lo había hecho conmigo y había nacido sana, ¿por qué debería hacerlo ahora?. Cuando la hora del parto se había cumplido mi papá estaba muy nervioso, yo aún no entendía todo, tenía cinco años pero aún me costaba procesar ciertas cosas. Llevaban horas en ese cuarto. Tampoco lo hice cuando papá salió llorando de ahí. Hasta que llegamos a casa y mamá no venía con nosotros, le pregunté si ella iba a volver, pero no obtuve respuesta, solo me abrazó y siguió llorando, en ese momento comprendí que ella no iba a regresar, había muerto junto con mi hermano.
Mi padre con esfuerzo logró sacarme adelante, y con el dinero que adicional que ganaba en las vacaciones de muchos años anteriores había logrado pagarme la universidad con un poco de ayuda de su parte. A mis 21 tenía un trabajo en un bar, era un lugar muy popular pero rústico, no podía quejarme de nada, todo era muy tranquilo y la paga era excelente, de ahí podía pagar las medicinas y análisis que mi papá necesitaba con frecuencia. Tenía tres años trabajando en ese lugar cuando me despidieron, según el dueño porque necesitaba cambiar al personal en señoritas de quince años, meses después el local fue cerrado y arrestaron al propietario, ya que se rumoreaba que se había convertido en un burdel ilegal.
Pasé mes y medio dejando mi currículum en muchas empresas en unas me decían que me llamarían y otras que el puesto ya estaba ocupado, sabía que no encontraría un empleo rápido, ya que no tenía experiencia laboral, eso hacía mi búsqueda más difícil. Hasta ayer por la tarde que recibí una llamada, estaba contratada pero entraba al día siguiente.
¿Será que mi suerte estaba cambiando?
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