Perdido

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Dejaré esto por aquí y me iré lentamente xD

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Perdido

One shot

Palabras: 1435

Publicado: 07 de Noviembre de 2019

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No era mentira que había decidido dejarla ir, pues sabía que las responsabilidades que ahora tenía eran demasiadas como para, encima, tener que soportarlo a él con su coqueteo.

No era mentira que había intentado canalizar sus sentimientos hacia otra persona...

Pero era mentira que la había superado.

¿Cómo hacerlo cuando estaba en todos lados? En revistas, en publicidades, en la estatua de la esquina del colegio...

Y lo peor llegó, cuando empezó a verla en Marinette.

Aquello sí que era demasiado para él, porque pasaba muchas horas al día con Marinette y el recuerdo de Ladybug lo golpeaba cada vez que ella reía, cada vez que hablaba como representante de la clase, cada vez que enfrentaba a Chloé o a Lila sin dejarse avasallar.

¿Acaso era un castigo?

¿Qué rayos era lo que le estaba pasando? ¿Por qué, de todo el mundo, tenía que ser Marinette? ¿Por qué no pudo canalizarse en Kagami como se había decidido? ¿Por qué tuvo que lastimarla así?

Se sentía un cretino de primera por aquellos pensamientos que no lo dejaban ni dormir.

Y como cereza del postre, Ladybug estaba frente a él, mirándolo como si hubiese sido atrapada infraganti, como si hubiera visto un fantasma y tuviera intenciones de huir. ¿Por qué?

Ella salió corriendo y sus pies se movieron antes de que él pudiera procesarlo, dándole caza como un real felino. Aunque ella trató de escaparse, no lo consiguió, viéndose acorralada contra una chimenea.

—¿Por qué huyes así? —le preguntó, con el pecho latiendo a mil por hora por la carrera desenfrenada que se había aventado.

—No estaba... —dijo con la voz entrecortada por la carrera —... escapando...

—Nuestras respiraciones nos indican lo contrario —respondió, colocando ambas manos contra la pared, acorralándola. Sabía que aquello estaba mal, que no iba con su educación y modales, pero necesitaba saber qué era lo que pasaba. ¿Por qué, cuando estaba intentando superarla, todo se complicaba entre ellos?

—Escapé porque tú me seguías —respondió, corriendo la mirada —. No hay otra explicación...

—Qué suerte la tuya —rio sin ganas —, porque yo ya estoy harto de todo esto.

—¿A qué te refieres? —preguntó, regresándole la mirada, aunque ahora él corrió la suya.

—He tratado de olvidarte, de dejar de lado mi amor por ti, pero te apareces en todos lados... Siento que me volveré loco... —el corazón de ella se estrujó por el tono de voz empleado por su compañero.

Pero ella también cargaba con una mentira. Fingía estar bien, que el no escuchar sus palabras, coqueteos y sus apodos, eran un peso menos para ella, y sin embargo, los extrañaba más de lo que podía explicar con palabras.

Por todo eso, había decidido salir a tomar aire, porque no quería seguir escuchando la voz de su cabeza y necesitaba distraerse; pero verlo frente a ella de sopetón, había puesto todos sus sentidos en alerta, empezando esa carrera por los techos en aquella noche parisina.

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