Mi Carta a la Depresión y Ansiedad

Único

02/11/19

Querida Depresión y Ansiedad:

Es un poco tonto que les haga una carta, pero es una forma para dejarlas ir, olvidarme de ustedes y tal vez, solo tal vez comenzar a ser feliz, y por sobre todo desahogarme y librarme.

Depresión nunca supe cuándo llegaste, porque si tenias algo es que llegabas cuando menos lo esperaba, me hiciste sentir bipolar, porque mientras que un dia estaba contenta, feliz, con ganas de ir a clases, de ir a música y tocar el violoncello, al otro solo quería quedarme durmiendo en mi cama, miraba con asco las partituras y ni hablar de que mis ganas por ir a tocar el cello eran nulas. Mis ganas de ir a la secundaria (liceo, colegio, bachillerato) estaban por el piso. No quería hablar con nadie y le hiciste comprender a mis amigas y a mi tía, que tu no eres solo "me quiero morir" o "me voy a suicidar"  tu puedes ser "estoy en casa y no me he bañado", "no fui al trabajo/colegio por quedarme a dormir", "no tengo hambre o tengo mucha". Me has privado de muchas cosas, por tu culpa ahora no puedo usar faldas, vestidos cortos, camisas manga corta, porque por tú culpa llegué a cortarme, por tú culpa ahora no puedo usar mi uniforme escolar sin tener que usar un sweater gigante que oculte mi camisa. Acabaste conmigo. Llegaste cuándo solo era una niña que no sabía reconocer las emociones muy bien. Me hacías tener mucho sueño y no querer levantarme o todo lo contrario me ponías en un estado de hiperactividad a tal punto de no poder dormir, me acabaste.

Me hiciste ir a muchos psicólogos, hiciste que mi madre me llame "loca" dañaste mi vida, al igual que la ansiedad. Solo mi mejor amiga sabe el porque oculto mi cuerpo y no puedo lucir arreglada como las demás, y también sabe cuantas veces he llorado por las noches, pidiéndole a Dios que todo acabara. Sabes muy bien que cuándo pase a 2do de bachillerato y cumplí 15, me quitaste las ganas de salir y hacer las cosas que las chicas de mi edad hacen; ahora que estoy en 4to de bachillerato, y me falta poco para terminar mi carrera musical en el conservatorio me he vuelto un poco más fuerte, y ese es el motivo por el cual ya he dejado, obviamente que poco a poco de sentirme así. Ya has dejado de llegarme.
Aún así gracias a ti, ningún chico por muy buenos que sean sus sentimientos va a quererme, porque cuándo salgamos y por cualquier motivo me toque ponerme algo corto bien sea camisa o falda, le daré asco. Así que con esto me despido y me libero de ti. No espero que regreses, porque...¿Qué puedes lograr volviendo a mi, una chica que ya esta lo suficientemente destruida por ti? Te alimentabas de mis esperanzas, y de mis alegrías. Me dejabas en un estado de tristeza con pensamientos de que estaba sola, cuando realmente no lo estaba.

Ansiedad llegabas siempre sin avisar, desde pequeña llegabas tan fuertemente que no podía evitarte. Me hiciste sentir insegura muchas veces, me hiciste desconfiar de mi misma.
Siempre estabas ahí, cuándo iba a hacer amigos llegabas y me hacías dudar, logrando que me aislara, o si no lograbas eso, era que cuándo me acercaba y hacia amigos tu llegabas y me hacías pensar en que tal vez les caía mal y solo me hablaban por lástima. Cuándo por fin hice una amiga, me sentía tan insegura que no podía dejar de preguntarle al principio, si de verdad le caía bien.
Cada vez que llegabas me hacias llorar hasta el punto de que mi cabeza doliera así como hasta que mis ojos ardieran y se pusieran rojos e hinchados, me dejabas sin energía, me quitabas el sueño por las noches. Me causaste trastornos de sueños en varias ocaciones porque llegabas junto a la depresión, así que podía estar despierta hablando con alguien y de pronto quedarme dormida; eras tan fuerte que terminaba desmayándome, me causabas naúseas, cuándo entraba a las primeras clases de contrapunto llegaste haciéndome sentir que el techo se caería o todo en general, logrando que llorara y mis compañeros se dieran cuenta junto al profesor de que tenía un ataque de ti, mi crush me sonrió de manera tranquila, dando a entender que me entendía o tal vez de que todo estaba bien. Debo admitir que a pesar de que junto a la depresión, fuiste acabándome poco a poco, al menos fuiste un poco considerada y no me llevaste a mi mayor miedo; no me hiciste vomitar hasta más no poder, como le has hecho a otras chicas/os.

Cuando ibas a llegar yo solo me limitaba a encerrarme en mi habitación, ya que afortunadamente solías llegar con más frecuencia cuando estaba en casa, y dejar que llegaras por completo haciendome derramar lágrimas hasta quedarme dormida, o si no eras tan fuerte solo me hacias llorar, morder mis uñas y eras tan fuerte que aveces ni con música te podía controlar. Aunque una banda coreana sacará la "era" LY "Love Yourself" yo no lo lograba y me hacías sentir mal cuándo hablaba con una amiga y ella solo decía: "tu lo vas a lograr, y bueno como los coreanitos, love yourself amiga".
Me di cuenta de que esa amiga tenía razón, porque aquí estoy. Si, ya me quiero y me acepto y por sobre todo te he superado, ya no estás en mi y me alegra decirte que no has vuelto a mi, que no he vuelto a sufrir un ataque por tu culpa, y sabes no te extraño. Ahora estoy más fuerte y segura de mi misma que nunca.
Al igual que la depresión te alimentaste de mis esperanzas y alegrías, solo que tu no te conformaste solo con eso y me quitabas la confianza, el optimismo. Ya te has ido, y espero que esta carta te deje en claro de que no quiero volverte a tener. No puedes volver a mi, porque ya tomaste todo lo que querías y además de que ya me enseñaron métodos para evitarte y controlarte.
Adiós, goodbay, sayonara, ur revoir... no volverás a mi.
Se despide de ti la chica que tanto destruiste, y dejabas débil. Porque me prometí que nunca más volveré a derramar una lágrima por ti, que no iba a morder más mis uñas, que no iba a sentirme más insegura por ti.

Depresión y Ansiedad ya no se alimentaran más de mis esperanzas, optimismo, alegrías, de mi confianza, y de mis miedos. Porque mi mejor amiga me ha ayudado a ser fuerte, a superarles, a quererme y sobre todo me ha demostrado que siempre estará ahí para mi; así como yo misma he puesto de mi parte, aceptando muchas cosas y buscando su lado positivo.