Hace 10 años y 10 meses
Cuando Natalia volvió de la universidad se encontró con Alba enrollada en una manta y con muchos pañuelos a su alrededor.
La televisión encendida de fondo.
- Albi, ¿ha empeorado el resfriado?
La rubia no respondió, así que se acercó a ella y le tocó la frente con el dorso de la mano.
Alba se agito ante el contacto repentino.
- ¿Nat?
- Estás caliente.
- No estoy en el mood ahora - sonrió al decirle aquello.
Natalia rió entre dientes.
- Me refiero a que tienes mucha fiebre, Alba.
La rubia estaba con los ojos medio abiertos, el dolor de cabeza y el sueño que tenía no le dejaban abrirlos más.
- ¿Has estado todo el día en casa?
- Sí, no podía moverme más que de la cama al sofá - se acercó a Natalia.
Quería abrazarla y no dejarla ir nunca, le encantaba que la cuidara.
Pero antes de sucumbir a sus deseos, la morena decidió encargarse primero de algunas cosas. Como por ejemplo, quitar todos los pañuelos que habían por allí.
- Toma esto. Te quitará el malestar y te dejará dormir - dijo Natalia mientras le ofrecía un vaso de agua y una pastilla.
- ¿Qué es? - se incorporó y frunció el ceño.
- ¿No te fías de mi o qué?
- No es eso... yo... es que... - tartamudeó - La última vez no me sentó bien la pastilla.
- Cariño, eres intolerante a la lactosa y te la tomaste con leche - se rió frente a ella - Solo es una pastilla con pseudoefedrina, recubierta de loratadina, que por otro lado es un...
- Me pones tanto cuando te pones a hablar así... - sonrió - Pero me da vueltas la cabeza, por fi, para - hizo un puchero y finalmente se la tomó - Me fío de ti.
- ¿Por qué no me has llamado antes? - preguntó la futura doctora mientras pasaba la mano entre los mechones rubios de su amante.
Estaban acurrucadas en sofá después de haber liberado aquel campo de minas.
Alba estaba sudando y parecía tener escalofríos a cada cinco minutos.
- Porque estabas en clase y no quería molestarte por una tontería...
- Alba, eres mi novia, claro que puedes molestarme.
Los ojos de la rubia se abrieron como platos, hinchados y rojos por la enfermedad pero aún así igual de preciosos.
- ¿Me acabas de llamar novia?
Natalia se encogió de hombros.
- Sí, ¿cómo llamas tú a lo que se supone que estamos haciendo? Pasamos mucho tiempo, vemos pelis acurrucadas en el sofá, salimos a comer por ahí cogiditas de la mano. A ver... está claro - soltó una carcajada - ¿No...? - levantó una ceja producto de su repentina inseguridad - ¿No estamos juntas?
Alba acercó una mano para tocar su mejilla.
- Claro que estamos juntas - admitió tímidamente - Pero nunca te había oído llamarme así... me gusta - sonrió.
Natalia no pudo evitarlo, se acercó a sus labios y la besó.
- Nat... te vas a poner mala - dijo sin poder separarse del beso más de dos milímetros.
ESTÁS LEYENDO
Entre mis manos
FanfictionDespués de una dura ruptura hace ya 5 años, Natalia creía que lo tenía todo superado, tenia la vida que siempre había querido como una de las mejores cirujanas de toda España. Lo único que le faltaba era algo que creía que nunca más podría recuperar...