Sabor caramelo. (#ReddieWeek2019)

Primer beso.

—¿Por qué vinimos hasta aquí?—preguntó Eddie mientras bajaba a aquel lugar que usaban como escondite él y el resto de los perdedores.

—Bueno, lo que pasa es que...—Richie se notaba nervioso, su voz lo delataba.

—¿Van a venir los demás?—preguntó el joven “asmático” mientras caminaba detrás de su novio.

—No, uhm, yo... Yo quería que tú y yo estuviesemos solos.—se detuvo para darse la vuelta y poder observar al de menor estatura.

—¿Solos...?—interrogó con sorpresa, él también empezó a sentirse nervioso.

Richie sonrió algo nervioso y tomó las manos de Eddie con delicadeza, sonrió con nerviosismo y apartó la mirada comenzando a explicar a lo que habían venido.

—Sé que este no es el lugar perfecto para hacer algo como esto, pero somos hombres, estamos en Derry, no hay un lugar más perfecto para dar el siguiente paso que aquí.—subió una de sus manos para acariciae con sutileza la mejilla de Eddie.

—Richie, ¿de qué hablas?—preguntó mientras sus mejillas adoptaban un tono rojizo para adornarlas, demostrando la vergüenza que estaba sintiendo.

—Me refiero a que... Creo que debemos dar nuestro primer beso aquí.—aclaró mientras miraba a Eddie con una sonrisa nerviosa.

Esperaba la peor reacción por parte del “asmático”, insultos, un golpe tal vez, ¿y si se estaba apresurando demasiado?, sin embargo, la reacción por parte de Eddie fue muy distinta a la que esperaba. Este soltó una leve risa y miró con ternura a Richie.

—Ya te estabas tardando.—comentó con burla haciendo que Richie muriers de vergüenza.

—B-bueno, es que yo no estaba s-seguro de que tú...

Eddie interrumpió al de mayor altura tomando su rostro con fuerza y acercándose a sus labios lo suficiente para que sus labios rozaran.

—¿Puedo hacerlo?—preguntó Eddie sin abrir sus ojos.

Richie pasó saliva notoriamente y murmuró un leve “sí.”, Eddie sello el beso de una manteniéndose de puntas pues apenas de esa forma lograba llegar a los labios de Richie. El besó no fue muy largo, Richie correspondió al instante tomando las caderas de Eddie y duraron unos diez segundos como máximo, se separaron lentamente y se observaron uno al otro por al menos un minuto.

Eddie soltó una risa.

—¿Q-qué?

—¿Caramelo?—preguntó.

—¿Caramelo?—repitió el más alto con confusión.

—Tus labios.—aclaró.—Saben a caramelo.

Las mejillas de Richie se tornaron al instante de un comor carmesí.

—Oh, los tuyos saben a medicamento.

Eddie frunció el ceño mientrad reía y golpeó levemente la cabeza de Richie.

—Eres un idiota.

Richie entrelazó las manos de ambos.

—Tú idiota.—corrigió el mayor.

—Mi idiota.—afirmó el “amático.”