Capitulo 98 : Escape (3)

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“¡Tú, pequeño bastardo! ¡En realidad te atreviste a robar los tesoros de nuestra secta!”

Xiao Zaihe se levanto más que demacrado, a medida que dejaba escapar sonidos de rabia y furia. Nuevamente, corrió hacia Yun Che y cerró la distancia entre ellos en un abrir y cerrar de ojo. Yun Che giró su cabeza y arrojó la segunda Bomba Temblor del Cielo usando un poco de la fuerza de sus manos. Pero esta vez, en lugar de estrellarse en el rostro de Xiao Zaihe de nuevo, aterrizó en el suelo enfrente de él.

Bastante seguro, al ver la Bomba Temblor del Cielo que había aterrizado en frente de él, Xiao Zaihe palideció y de inmediato se detuvo donde estaba, cayendo hacia atrás en una feroz picada.

¡¡¡BOOM!!!

Una columna de humo caliente de lava golpeó desde atrás; su impacto causó que Yun Che se tambaleara y casi caiga. La distancia entre los dos se amplió temporalmente de nuevo, pero esta ventaja que él había ganado era meramente fugaz. Después de todo, una sola Bomba Temblor del Cielo solamente podía ganarle un poco de tiempo.

La tercera Bomba Temblor del Cielo estaba agarrada en su mano. Él necesitaba correr al centro de la ciudad en el menor tiempo posible; su única posibilidad de escape yacía en entrar en la ciudad.

“¡Bastardo! ¡Sólo hay un total de seis Bombas Temblor del Cielo! ¡Vamos a ver si serás capaz de escapar en el momento que termines de usar todas esas bombas!” Xiao Zaihe todavía estaba caliente en sus talones, pero ya se había reducido a rechinar sus dientes en odio y frustración. Estas Bombas Temblor del Cielo eran un tipo de arma de fuego creada por la rama principal de la Secta Xiao y era extremadamente poderosa; incluso si fuera un usuario del Profundo Reino Espíritu quien lo recibiera de frente, ello sólo significaría una muerte segura o serias heridas. Las Bombas Temblor del Cielo eran un arma para la supervivencia en la que la rama mayor de secta había dedicado toda su vida. Pero ellas habían aterrizado en las manos de Yun Che y los estaba usando imprudente para sí mismo en esta manera. Fue afortunado que la fuerza profunda del oponente era baja; las Bombas Temblor del Cielo que él había arrojado eran fácilmente eludibles. De lo contrario, él habría sido acabado aquí hoy.

Lo que Xiao Zaihe justo había gritado expresaba precisamente los miedos de Yun Che. En efecto había sólo seis Bombas Temblor del Cielo, y juntas, estas seis esferas podrían darle no más de dos minutos de tiempo; era apenas suficiente para permitirle que se adentrara en la ciudad.

Él tenía que pensar en otras soluciones.

A medida que Yun Che sostenía la Bomba Temblor del Cielo, su corazón palpitaba y fruncía sus cejas con cada segundo que pasaba. Yun Che ya ha sido perseguido demasiadas veces, e incluso situaciones cien veces más peligrosas que esta eran demasiadas numerosas para ser contadas, pero entre esas situaciones, él había escapado mayormente con la ayuda de la energía tóxica de la Perla de Veneno del Cielo. Sin embargo, a partir de hoy, la Perla de Veneno de Cielo había perdido ya su toxicidad; él también había terminado de usar su Hierba de la Estrella Oculta y luchar compulsivamente estaba aún más fuera de la cuestión. Por lo tanto, la única cosa en la que podía confiar era...

Yun Che respiró ligeramente, y comenzó a peinar rápidamente a través de la tesorería de la Secta Xiao por hierbas medicinales, buscando por aquellas que podrían ser combinadas para lograr instantáneamente un efecto extremadamente tóxico.

En este momento, la elegante silueta de una chica entró en su línea de visión. La ropa de la joven era blanca nieve, y aun cuando estaba lejos, dejaba una clara impresión de acercarse a la nobleza y elegancia.

Aunque la distancia entre ellos era demasiado lejos y Yun Che era incapaz de ver su rostro, apenas un latido pasó antes de que un nombre apareciera en el corazón de Yun Che... Porque en esta Ciudad Luna Nueva, solamente una chica había dado esta impresión.

CONTRA LOS DIOSES: Rojo - Color De La CalamidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora