PARÍS, FRANCIA... AÑO 1976
Con solo mirarse ya se dijeron TODO...
Amelia al ver a Luisita, ahí, tan hermosa, como siempre, tan nerviosa, como siempre. Al ver al amor de su vida delante de sus ojos, después de tanto tiempo no pudo evitar que una lágrima asomase por sus ojos.
Luisita, sin embargo, se quedó allí, parada, observando el rostro de esa persona a la que tanto quería. Las dos sin pronunciar palabra alguna, se miraron y observaron, se miraron con amor, con deseo, con ternura, con pasión, con lágrimas, se miraron, y se dijeron, sin decir nada, todo.
¿Cómo una mirada podía decir tanto? ¿Cómo una mirada, podía decir te quiero, sin decirlo con la boca?
Este precioso momento duró unos segundos. Cuando ambas volvieron a la realidad, les fue imposible no abrazarse, se echaban tanto de menos, se necesitaban tanto la una a la otra. Ambas tenían la necesidad de olerse, de sentirse...
Al separarse del abrazo, Luisita miró a Amelia de nuevo a los ojos y luego, a los labios, las dos se fundieron en un beso lento y pausado, para luego convertirse en uno apasionado y lleno de pasión, que poco a poco fue a más. Y sin apenas pronunciar palabra alguna todavía, la pareja, sin decirse nada aún, fueron lentamente y sin parar de besarse, al viejo sofá del piso de la morena.
Amelia, besaba el cuello de Luisita, ella sabía que a su novia eso le ponía a mil. Y así conociéndose tanto la una a la otra, prosiguieron con caricias, besos... Hasta que una Luisita, excitada y casi sin poder hablar por los roces y besos de la morena dijo:
-Am...Ame...Amelia, por favor, para para... (ésta aún gemía de placer).
-¿Qué pasa? ¿No te gusta, Luisita? (sonreía picarona)
-N..n-..no, si me encanta pero, Amelia tenemos que hablar...Yo..Yo..
Amelia no hizo caso a la petición de aquella excitada Luisita y siguió con sus caricias ya que si estaban así era por hablar ahora lo que tocaba era sentirse, amarse... Así que, puso un dedo en los labios de Luisita y dijo:
-Shh, calla cariño y disfruta...
Y así lo hicieron, la de rizos siguió con sus tocamientos por toda la anatomía de Luisi, más tarde Luisi conociendo tanto el cuerpo y los puntos "débiles" de su novia, le dio mas placer que nunca. Y así hasta que ambas llegaron al clímax fundidas en un beso.
Luisita acostada en el pequeño sofá de Amelia, se encontraba apoyada en su pecho, oyendo y sintiendo su corazón, cosa, que por cierto, adoraba hacer. Oír latir el corazón de su amada, y sentir, como se aceleraba cuando ella misma hablaba o hacía algo. Ambas se quedaron un largo rato abrazadas. Hasta quedar dormidas profundamente, era de madrugada y ambas estaban muertas de sueño.
.....
A la mañana siguiente... (7.00 a.m.)
Un ruidoso despertador despierta a una Amelia, que corre a apagar dicho objeto, para que así su novia, cansada del viaje, pudiese dormir un poco más, y aprovechar para mirar un largo rato, la cara de su añorada Luisita. La rubia yacía acostada en el pecho de su novia. Cuando pasada una hora, ésta despertó, lo primero que vio esa mañana, fue la cara de Amelia, que totalmente enamorada la miraba a ella con ojos brillosos, ambas no pudieron ocultar la sonrisa que se les iluminaba en el rostro. Luisita, se incorporó un poco para poder estar a la altura de Amelia, y así poder ver su rostro mejor y aprovechar para darle un corto beso en los labios. Después del beso ambas se miraron de nuevo a los ojos y ambas a la vez dijeron:
-Luisita...
-Amelia...
(las dos rieron por la situación)
-Luisita habla tú primero que era la que quería hablar anoche pero no pudo...(le dedica una sonrisa cómplice)
-No pude...¡No me dejaste querrás decir!
Ambas sonrieron y Amelia dejo un beso en los labios de su novia.
-Bueno pues Amelia a ver, no sé por donde empezar... Porque es que ahora mismo la única certeza que tengo, es que te quiero, te quiero con toda mi alma...
-Y yo a ti, Luisita... (a Amelia se le empiezan a poner llorosos los ojos)
-Y Amelia, te he echado tanto, tanto de menos, todo, pero todo me recordaba a ti, y yo, ya no sabía que hacer para olvidarte. No lo conseguí, y nunca conseguiría olvidarme de ti.
-(Ésta le contesta con algunas lágrimas ya, asomando por sus ojos) Luisita, amor... De verdad que lo siento mucho, después de todo este tiempo, después de estos meses sin oírte, sin hablar contigo, sin tocarte (le acaricia la mejilla mientras dice ésto último), me he dado cuenta de que no puedo vivir sin ti, pero yo tonta e inconsciente, pensé en el momento en el que rompimos que sería lo mejor para ti y para las dos, pensé que la única solución era cortar por lo sano y seguir caminos diferentes pero... (Amelia empezó a llorar)
-Mi vida... Mírame, (le levanta la cara poniendo su mano en la barbilla de la morena) esto ya es pasado ahora toca vivirnos, vivir Amelia, sentirnos, querernos. Esto es un error de ambas que nos ha enseñado y nos ha hecho madurar y hacernos saber que queremos y que deseamos ahora en nuestra vida. Tú, ya sabes que quieres triunfar, y te estás haciendo un nombre internacionalmente, y yo, he encontrado un nuevo trabajo en una radio, que habla de libertad y cambio... ¿Ves amor? Ya tenemos lo que queríamos, solo nos hacía falta volver a estar juntas para darnos cuenta.
Amelia, más calmada con las palabras de Luisita pero aún sollozando dijo:
-Ya lo sé Luisi, pero no puedo evitar sentirme culpable ante toda esta situación porque fue mi idea dejar nuestra relación, y por culpa de esta decisión las dos hemos sufrido mucho...
-¿Sabes Amelia? Realmente este tiempo me ha servido, aunque he sufrido, me ha servido, enserio, he conseguido amoblar mi mente y me he dejado claro a mi misma lo que quiero de la vida. ¿Y sabes qué es lo que quiero?
Ésta levanta la mirada con aún ojos llorosos y pregunta:
-¿El qué?
-Amelia, pasar el resto de mis días contigo, a tu lado, trabajando en lo que nos apasiona, pero, juntas, juntas siempre.
Amelia sonríe y mira más enamorada que nunca a Luisita.
-Luisita... Te quiero, más que a nada en este mundo... Y también quiero pasar juntas el resto de nuestros días.
Luisita se acerca a Amelia dándole un tierno y pausado beso.
* * *
Y así fue como ambas queriéndose y respetándose la una a la otra volvieron a Madrid después de un tiempo.
Amelia debido a su gran renombre en la capital francesa se volvió tremendamente famosa en España, debido a un gran musical que creó.
Y Luisita dejó la radio de barrio para crear su propia cadena con sus compañeros, una radio que defendía las libertades de los ciudadanos, que defendían los derechos de igualdad.
Y, aunque cada una en su vocación, ambas seguían amándose cada día más.
FIN
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El amor es imparable. #Luimelia
RomanceUn público grande, aplaude a la Gran Maravillosa Amelia Ledesma. Ovaciones, aplausos y algún grito diciendo > (magnifica en francés) llenan el teatro esa noche. Amelia, ruborizada, orgullosa y con algunas lágrimas asomando por sus ojos color esmera...