1. Harry;

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Por enésima vez, Anne decidió que lo mejor para Harry sería mudarse, así que hicieron lo habitual; empacaron sus cosas, y se largaron lejos de su antigua casa. Pero esta vez era distinto, porque no se mudaron a otra ciudad, u otro estado, esta vez su destino era Norte América.
A Harry le desagradó por completo la idea, como todas las otras veces que se mudaron, pero tampoco es como si le gustara vivir en Gran Bretaña, así que Harry también hizo lo habitual; callarse y asentir. Él sabe que Anne necesita huir de todos los problemas que los rodea, de otro modo, ella sería igual a su hijo; patética, amargada, y aburrida. Él sabe que su madre actúa de una manera muy infantil.

Apenas una semana después de la mudanza, Anne decidió que Harry iría a un grupo de apoyo, idea que obviamente Harry aborreció, pero no quedaba nada más que hacer cuando su madre llegó con la noticia de que estaba inscripto.

-No entiendo por qué haces las cosas sin consultarme.- dijo Harry mientras ojeaba la información que su mamá había traído sobre dicho grupo.- Actúas como una niña, y eso que yo soy el menor aquí.

-No puede ser tan malo, Harry.- dijo Anne mientras acomoda las compras que trajo con ella.- Quizás hasta hagas algún amigo, ¿no sería genial que por fin te adaptes?.

Harry se lo pensó un segundo.

-¿Quieres que me adapte para que después sufra cuando nos mudemos en unos meses?- preguntó molesto.

Anne dejó lo que hacía para mirar a Harry, quien dejó a su madre sola en la cocina para encerrarse en su habitación, y no bajó a cenar horas después.
Así es Harry, puede pasar un día entero en su habitación, con un libro o música. Para Anne, eso era una bendición cuando él tenía diez años, pero ahora es una pesadilla.
A la mañana siguiente, y como todas las mañanas, Harry fue el último en levantarse. Apareció en la cocina con su pijama de Power Rangers, derecho hacia las bananas, como siempre, tomó una y después de pelarla, se sentó frente a su madre y comenzó a comerla.

-Cariño, es sábado, ¿irás al grupo de apoyo?- preguntó Anne con tono de súplica.
Harry suspiró, sabía que se arrepentiría después.

-Termino de desayunar y me visto, ¿está bien?.- contestó el rizado.
Su mamá saltó de su taburete con una sonrisa y lo abrazó por detrás, como solía hacerlo todas las mañanas mientras Harry desayunaba. Él le sonrió.
Después del desayuno, Harry subió a su habitación para aprontarse. Quince minutos después se encontraba en el coche de su mamá, camino a la tétrica iglesia donde el grupo de apoyo se reuniría.

-¡Diviértete cariño, y haz muchos amigos!.- exclamó Anne, a lo que Harry contestó con una sonrisa forzada.

El rizado caminó hacia la iglesia, que se veía muy triste debido a la pintura blanca que se estaba descascarando. Subió por unas escaleras, tan o más tétricas que la fachada de afuera, y se encontró con unas pocas personas sentadas en círculo, que al parecer esperaban a otras personas, ya que sobraban muchísimas sillas. Todos voltearon a verlo, y éste levantó una mano a modo de saludo. Se sintió extremadamente incómodo.
Tomó asiento un poco alejado de los demás, y del otro lado del circulo, justo frente a él se encontraba un chico que lo miraba fijamente. Harry se removió incómodo y evitó el contacto visual.

-¡Hola a todos! Soy Matt, y ella es Maia- dijo un hombre alto, de unos treinta años, mientras señalaba a una mujer más baja que parecía tener su misma edad.- Seremos sus referentes dentro del grupo de apoyo. ¿Qué les parece si comenzamos presentándonos uno por uno, y contando por qué estamos aquí?.
Todos comenzaron a contar un poco de su historia, Harry no le prestó atención a nadie, se sentía demasiado incómodo con la mirada del chico misterioso sobre él.

-Soy Harry Styles, tengo diecisiete años y estoy aquí porque mi mamá cree que estoy hundido en la depresión.- dijo el rizado al llegar su turno.
La ronda siguió, todos se presentaban, y la mayoría tenía el mismo "problema" que Harry.

-Soy Louis Tomlinson.- dijo el chico que miraba fijamente a Harry cuando llegó su turno.- Tengo diecinueve años, y estoy aquí porque sufro de violencia psicológica y presento principios de depresión.

Be alright ||Larry Stylinson|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora