• Entiéndeme •

36 5 0
                                    

Hace apróximadamente una hora me encontraba caminando por la ciudad, ese día estaba siendo un completo fracaso, no había absolutamente nada que hacer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hace apróximadamente una hora me encontraba caminando por la ciudad, ese día estaba siendo un completo fracaso, no había absolutamente nada que hacer. Caminé un poco más, desistí a la idea de que no encontraría nada con lo que distraerme y decidí emprender mi camino de vuelta a casa. Estaba a punto de irme cuando me pareció haber visto a alguien conocido. Ese alguien se encontraba recostado sobre la pared de algún lugar, se veía como si estuviera esperando a alguien.

Me quedé mirándolo de reojo por un tiempo más y... ¡No puede ser! ¡Es él! No había duda de ello. Saqué mi celular, escribí con prisa un mensaje y lo envié. Luego de eso rápidamente me dirigí hacia donde se encontraba ¡Estaba cerca suyo una vez más!

Un sentimiento inexplicable me recorrió por completo, lo podía con la emoción de ese momento.

Finalmente estuve delante suyo y sin pensarlo dos veces lo abracé.

— ¿Qué haces? — Me separó bruscamente de él y me analizó, al realizar quien era yo su expresión cambió por completo. — ¿Qué quieres Jimin?

— N-no sabía q-que habías vuelto a la ciudad. — Lo distante que se escuchaba su tono de voz me hizo inquietarme, los nervios me consumian por completo haciéndome tartamudear. — Kookie yo...

— No me llames así. — Su mirada era como un puñal para mi alma, ver sus maravillosos ojos carentes de luz o cariño, me destrozaba esta situación.

— Jungkook. — Pensé en cualquier excusa que me permitiera estar con él y entonces tomé el coraje para hablar. — ¿Podemos entrar a alguna cafetería para hablar más cómodamente?

— No creo que tengamos nada que hablar tú y yo.

Entré en desesperación, odiaba esta clase de trato. Confiaba en que él se alegraría de verme, no pensé que reaccionaría así, estaba sorprendido de su actitud.

Él siempre había sido tan atento y amable conmigo que este tipo de sentimiento que me producía el escuchar sus despiadadas palabras provocaban que pequeñas lágrimas quisieran salir a la luz. Nunca fui de resistir mucho el llanto además.

— ¡Para de llorar! — Exasperadamente miró a hacia todos lados con la esperanza de que ninguna persona metiche estuviera fijando su atención en nosotros. — Si te acompaño de una maldita vez ¿Dejarás de llorar?

Para ahorrarme el desastroso sonido de mi voz que usualmente tengo después de llorar me limité a simplemente asentir.

No podía creer que lo tenía en frente. Su mirada se veía tan indeferente que duele, me quema por dentro el recuerdo que una mirada completanmente diferente a esa, una que era dulce y llena de alegría. Al menos eso era lo que pensaba en su momento. Sorbí delicadamente de mi taza de té. Trataba de no hacer mucho contacto visual, no quería cruzarme con sus ojos llenos de frialdad, no ahora.

Quería decir miles de cosas en verdad, pero no podía pronunciar nada, solo abrir un poco mi boca con la intención de hacerlo aunque las palabras se rehusaban a salir. Él suspiro pesadamente y eso me afligía, no pensé que vería alguna vez a Jungkook tratándome de esa forma tan grosera, sin ninguna razón. Era evidente que estaba más que cansado de mi silencio, así que se apresuró a romperlo.

Entiéndeme 〄 KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora