Nieve

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Estos venían despertándose, Nathalie abrió los ojos primero, no sabía dónde estaba, y solo recordaba que estaba con su jefe...jugando. Esta se sonrojó ante las locas imágenes del ayer, se iba a levantar de la cama, pero un brazo fuerte la retuvo, ella solo suspiro.

Volteó un poco su cara y pudo ver a su jefe dormido, de asustó un poco, ¿se quedó dormida con él? Ella solo pensó que habían...jugado, pero no que dormiría con él.

Se volvió a su posición  como estaba, sintió las sábanas suaves...y heladas, muy heladas. Esta tembló un poco, tenía frío bajo esas sábanas y su cuerpo estaba completamente desnudo, sin más se auto abarató para clámese un poco, pero fue en vano, seguía sintiendo frío. Esta dudo por segundos, pero al final se apego un poco más hacia aquel cuerpo detrás suyo, apego más su espalda hasta que sintió el pecho suave de su jefe.

—Umm...¿Nathalie?—Dijo este al sentir tanta movedera en la cama, este movió un poco más abajo su mano; la cual estaba encima aún de la cadera de Nathalie, la apego otro poco más hacia él, hasta tal punto de él poder oler su perfume, tan delicioso.

—S-señor..— Está estaba siendo calentada por el calor corporal de su jefe, le reconfortaba, pero no sabía que pasaba, no recordaba nada más de ayer, además de que jugó con él, y él con ella.

—¿Pasa algo amor?—

Nathalie estaba desconcertada, ¿acaso le había dicho 'amor'? No quería voltear a verlo, tenía pena, no sabía que pasaba y no se atrevía a preguntarle...es como si ayer ella hubiera estado drogada. Por el deseo.

—M-me...has llamado 'amor'?.—

Él solo río, puso su cabeza entre el hueco del hombro de la azabache.

—Sí...¿tiene algo de malo?.—

—N-no...¡es decir sí! P-pero ¿porqué?—

Este estaba confundido, más de lo que estaba Nathalie, ¿no recordaba nada? Ni de la confesión?

Él tenía la mano por encima de la sábana; por la cintura de Nathalie. Así que la bajo por debajo de la sábana poniéndola en la misma posición, solo que esta vez tocando la piel de su azabache. Rodeo toda la cintura de Nathalie y le dio una señal de que se volteara para verle. Ella entendió eso pero no hizo caso, no quería mirarle.

—Nath...necesito que me mires.—

Suspiro. Se volteó a verle, este no despegó la mano de la cintura de Nathalie, y ella estaba cual tomate.

Gabriel se perdió en la mirada de ella, la cosa era, que ella se miraba tierna recién levantada. Este sonrió inconscientemente, si ella le permitía ser su pareja, vería todos los días al despertar esa cara de ella, llena de ternura.

—¿no recuerdas nada de ayer querida?— ella negó. —Está bien, te haré que lo recorded, y solo quiero que sepas que te amo.— Dijo sonriéndole, ella seguía sin entender, así que solo desvió la mirada. Él rio un poco y le dio un beso en la frente haciendo que ella le viera. —Pasó que ayer...jugamos un poco, y luego de que acabo el 'juego' te dije que te amaba...y tú igual, se que te amo Nathalie, no hay nadie que me haga cambiar eso, así que quiero que sepas que te amo, y mucho. Y después de eso nos quedamos dormidos...—

Ella solo sonrió, sabía todo, esto solo era una pequeña broma hacia ese hombre, ella solo quería saber si de verdad la amaba y no estaba jugando con ella, y por lo que escucho era verdad; le amaba.

—Gabriel, yo también te amo, lo siento por esta pequeña broma.—

Él arqueó una ceja, ahora era el quien no entendía lo que pasaba, ¿broma? ¿Cuál broma?

Solo por diversión. [Gabriel x Nathalie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora