cap 1

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Caminando entre las sombras, con la lluvia sobre mis hombros, observe el cielo mientras relajaba mi respiración.

Aquel líquido carmín y espezo se deslizaba por mi ropa y manos hasta dejar un rastro en la carretera por la cual caminaba.

Un niño de 9 años, en pijamas y descalzo, vagando en un bosquel a las afueras de la ciudad con única compañía: Un oso de felpa.

Finalmente me senté en un tronco podrido y húmedo en las profundidades del bosque a esperar a que la policia llegara, no me estaba escondiendo.

Todo a mi al rededor era tranquilo, estaba algo cansado, me sentia sucio pero no me importaba mucho, la lluvia empezaba a cesar de apoco. Cuando recién llegue a este lugar ne habian contado que en este bosque habian lobos.

Ignorando esa advertencia busqué refugio, empezaba a  hacer frío, encontré un arbol con un agujero enorme, en su interior estaba seco y con algunas ojas y ramitas, me metí allí y quede dormido.

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Hoy 22 de de octubre, salí  finamente de prisión.

pasé cinco años hay metido, ahora estoy bajo custodia del Bienestar Familiar con libertad condicional.

-Menuda Mierda..- expliqué entre dientes. Estaba siendo trasladado a la ciudad en un autobús de la Policía, esposado de pies a cabeza, como un animal.

Observaba por la ventanilla las nubes, era un día soleado, el ambiente era fresco. Me estaba mareando.

Al llegar a la ciudad nos reunieron en un gran edifico en la central, allí recibiríamos un último juicio y nos esperarían nuestros familiares.

-Angel Colback, como se declara?- preguntó la juez, mientras sostenía su martillo.

-Culpable.- Respondí sin dudar subiendo la mirada para ver a la mujer de edad que bajaba el martillo dando fin al veredicto

Me llevaron a una habitación con camilla y unos cuantos muebles, un Policía me custodiaba, empujandome dentro y lanzándome una bolsa en la cara

-vístete.- ordenó para mirarme con desde y repulsión, antes de salir y azotar la puerta.

-¡También eres un encanto! Imbécil..- tome la bolsa y la abri dentro habia un pantalón oscuro rasgado en las rodillas una camisa blanca y zapatillas. Sin olvidar un hermoso sombrero clásico.

Me vesti y antes de salir tome ese asqueroso uniforme naranja y le avente desde el tercer piso. Gire la perilla y sali del lugar con una sonrisa ladina, el policia arqueo un ceja al verme.

Le giñe un ojo y continúe mi camino hasta el ascensor, en eso observe como el hombre entraba a la habitación buscando el uniforme, asomar la cabeza por la ventana y gritar mi hombre.

La puerta se cerro en su cara pero antes le lance un beso mientras apretaba el botón de descenso.

Ya abajo varias familias esperaban con ansias a los demás exprisioneros, yo solo observaba.
Repentinamente unos brazos me rodean por la cintura y un rostro se hunde en mi espalda.

-te extrañe fenómeno- comento una voz que no escuchaba en años, di la vuelta y me encontré con esos particulares ojos rosa que tanto extrañaba seguida de sus mellones fucsia.

-Anguie, maldita tetona, como has estado?- pregunte correspondiendo su abrazo mientras saliamos del lugar

-o joder como una mierda! A sido muy dificil sin ti, bastardo- llegamos a un convertible negro, me sorprendi un poco sobretodo al ver la pícara cara de mi amiga sosteniendo las llaves, sin más, entramos en él.

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⏰ Última actualización: Nov 12, 2019 ⏰

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