nota inicial: El siquiatra insistió que siguiera ya escribiendo lo que yo quisiera, vio que era bueno para mí, y que no me lo iba a impedir mientras viera progresos saludables en mi persona.
Abrí mis ojos nuevamente y me encontré a mi mismo otra vez en posición horizontal, pero el techo en vez de ser color blanco, era de un color y formas imposibles, cambiantes, como si estuviese viendo el cielo de mediodía con las estrellas fúlgidas a mi alrededor, y a la vez con tonalidades rosáceas y verdes que enmascaraban suavemente todo mi alrededor.
Pensé que el ser extraño me había dado algún veneno o alucinógeno, ya que mi cabeza, a pesar de estar más liviana, la sentía distinta. Es más, la sentía tan distinta que inclusive mi cuerpo también se sentía un poco más... ligero, por decirlo así. Trato de erguirme con suavidad y veo que alrededor de mi cabeza cae una profusa cabellera color miel que me tapa todo, lo cual me hace gritar "pero que mierda!"... tapándome la boca en seguida con una pequeña mano la voz femenina que acababa de salir de mis cuerdas vocales... Toco mi cuerpo, y siento pequeños pechos y una figura estilizada...
"SOY UNA MUJER!" grité en mi mente, mientras trataba de levantar un poco más la mirada y ver un lugar absolutamente extraño y fuera de lugar.
Trataré de recordar lo mejor posible esto, porque han pasado muchos años de la última vez que hablé de esto: definitivamente no estaba en Saint Green, ni siquiera estaba en un lugar parecido a cualquier cosa que haya visto u oído, ya que las lámparas de fuego que estaban alrededor mío estaban "flotando" en el aire, mientras que mi alrededor, estilizado, constaba de manera minimalista solo con un tocador de mujer con un espejo ovalado ("algo reconocible", pensé en ese momento) y a lo largo del suelo marmolizado y brillante, unas ventanas ovaladas que daban al exterior, el cual estaba mostrando el día en aquel lugar.
Lentamente me levanté, poniendo mis pequeños pies en el marmol, esperando el frío característico pero... Extrañamente estaba calefaccionado a un punto perfecto de temperatura. Puse mis manos en él y sentí el característico frío del marmol, pero al posar mis pies inmediatamente después, nada, temperatura perfecta. Noté a su vez que mi traje esa una simple túnica, al estilo del medioevo color blanco, pero bañado en un suave rosado, y que a medida que caminaba una agradable luz me seguía y seguía mi vista, iluminando lo que quería ver en ese preciso instante.
"Estaré en el futuro?" me dije, mientras retumbaban mis oídos con mi propia voz femenina "bastante sexy por lo demás... que locura" pensé, mientras me acercaba al tocador para mirarme por primera vez... Mas no pude, porque a lo lejos sentí unos pasos acercándose, y antes de poder acostarme de nuevo, lo que supuse era un guardia o custodio se presentó ante mí.
Me habló, pero no entendí ni una sola palabra de lo que me dijó. Era un lenguaje entre inglés y francés... O quizás griego, o inclusive árabe... Por lo que solo moví la cabeza de un lado hacia el otro, inseguro...
El guardia, el cual estaba vestido con túnicas pero a la vez con un arma ultra moderna (el sueño de todo escritor de ciencia ficción, de paso... "Solo faltaba el velociraptor con ojos laser", asentí en mi cabeza) me quedó mirando e hizo un gesto con sus brazos, como abriendo y cerrando una boca gigante de tiburón.
Grande fue mi sorpresa al ver en vivo y en directo lo que solo había visto en películas: Hice ese mismo gesto, y vi en tres dimensiones y en tiempo real mi propio sistema operativo en mi mente, que solamente yo podía ver.
Entendí deprisa que debía cambiar el idioma, e inteligentemente habían pictogramas que me hacían buscar más rápidamente la información. Había un símbolo que se asemejaba a los labios, lo cual supuse que era el idioma, y luego una foto de un globo terráqueo, lo cual entendía que era "idioma universal", algo así... lo cual presioné y hablé primero.
- "Ahora si?" dije, dándome cuenta que no había cambiado mi voz ni mi tono.
- "Si, Elioser, se me olvida que no te gusta la tecnología, pero me sorprende que no lo hayas activado" - me dijo el guardia, sin un ápice de haber cambiado igualmente tono, voz, agudos... voz prístina, aunque los labios se moviesen de otra forma sabía exactamente lo que estaba hablando.
- "Disculpa, siento que en sueños... me golpeé fuerte la cabeza" le mentí "y la verdad me siento un poco mareada. Con suerte recuerdo quien soy yo y..."
Mi sorpresa fue mayúscula al ver el rostro desfigurado del guardia, el cual movió los ojos rápidamente (al parecer haciendo una configuración o una llamada) y finalizando con una advertencia...
- "Me lo temía, ultimamente ha estado muy enferma, pero ahora empeoró su condición. Llamaré de inmediato al ingeniero..."
- "Te referirías al médico..." - le increpé suavemente
- "Médico? qué... Oh, es más grave de lo que pensé... mucho más grave", y salió por donde entró, raudo a quien sabe donde.
Noté que estaba más calmado de lo que podría estar una persona en mi situación, y la verdad es que después de todo lo que me había pasado, la verdad es que poco ya podría agitarme al nivel de entrar en pánico... Además...
Además!
Cómo había llegado a aquel lugar? como me había pasado ésto!?
"El me habló algo de segundo grado... qué será?" pensé, mientras, me sentaba a la orilla de la cama, frente a frente al espejo ovalado de mi tocador.
Allí me miré por primera vez, viendo en todo su esplendor mi propia belleza, mis facciones finas como muñeca de porcelana... Lo cual me dejó en una extraña posición de duda, miedo y excitación sexual al ver tamaño bombón.
"pero que mierda Andrew, no es momento de eso!" me recriminé, mientras trataba de dar vuelta mi mirada y observar alguna otra cosa que me permitiese entender en donde o cuando estaba.
"Claro!", pensé, mientras hacía el gesto del tiburón y aparecía nuevamente aquel sistema operativo.
Esta vez, positivamente, estaba en español, pero habían palabras inclusive en mi idioma que yo no entendía, por ejemplo "Datia"... Y pensé que era lo más parecido a "fecha" o algo así, por lo que entré.
Luego, más me sorprendí cuando, a pesar de que estaba en lo correcto, la fecha aparecía un poco extraña, señalando los días y meses conocidos, pero con un año finalizado con un extraño "pM", el cual tenía un conversor de fecha que decía "dC", o "después de Cristo".
Y allí, en grande frente a mis ojos...
"4 de Enero de 822, post Martis - 4 de enero de 3.005, Nota IV, Neo Cirrus, 1° Decanato, Marte".
Y en eso... Me desvanezco de nuevo, contra mi voluntad
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Diario psiquiátrico de un loco suelto
RandomSi dejo de escribir, me enviarán de vuelta... Si dejo de escribir, no sabré mi propio final... Esto es por mi propia ayuda... O por lo menos es lo que dice el doc... El detalle... Es que todavía no se qué es real, y que es ficción... Lo sabrá él en...