Único

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"---Steve, ¿cuánto tiempo tendremos que luchar?---Bucky le decía recostado en el pastizal, con la mirada al cielo contemplando las estrellas. Su tono de voz reflejaba cansancio.

El corazón de Steve se hizo añicos, pues escuchar a su mejor amigo (y algo un poco más que eso) preguntar algo que ni siquiera él tenía respuesta le producía una impotencia y cierto dolor.

---No lo sé Buck.---El rubio le volteó a ver y sostuvo su rostro entre sus manos---Pero mientras yo esté aquí, nada te pasará.

El castaño un poco más esperanzado le sonrió. Y así los dos pequeños de tan sólo 8 años, continuaron observando las estrellas."

El rubio miraba a la nada, soñando despierto. Un gran campo de bellas flores de encontraba frente suyo y él sólo se volvía a preguntar si conocía la respuesta que aquél día su mejor amigo de atrevió a preguntarle.

James salió de la pequeña cabaña que compartían y mirando extrañado al rubio, le lanzó una manzana a la cabeza.

---¡Hey! bello durmiente, despierta.

El golpe provocó que el rubio dejase de soñar despierto, Steve acarició un poco el golpe en su cabeza.

---Tenemos que ir a entrenar, prepara tus cosas.---Añadió seguido de un guiño, Steve asintió.

Troya era conocida por sus más leales y fuertes guerreros; pero Steve era el guerrero más reconocido, considerado incluso un héroe verdadero. Salvando a Troya en múltiples ocasiones, trabajando de la mano con James ---O como prefería llamarlo, Bucky--- eran los dos mejores en toda la ciudad.

Los combates continuaban, los guerreros de destrozaban sin piedad alguna; pues era la única manera en la que Troya se aseguraba de tener a los mejores guerreros en combate. Steve golpeaba sin piedad a los chicos que osaban a enfrentarsele, Bucky hacía lo mismo.

Como de costumbre al final del día, los dos mejores guerreros quedaban al final en un combate que tenía pérdidas y ganadas. En ocasiones el rubio lograba tomarle ventaja al castaño, pero en otras no se dejaban. Ambos chicos de caracterizaban por ser competitivos entre ellos u otros.

---¿Quienes quedaron?---Preguntaba Nicholas, el organizador del entrenamiento.---Oh, que sopresa---Dijo sarcástico después de ver a sus dos mejores guerreros en la arena.

Steve caminaba rodeando el cuerpo de su combatiente, con un escudo en la mano y una pequeña daga---aunque el rubio sabía que no tendría que usarla---. Bucky observaba cauteloso, conocía el punto débil de Steve.

El castaño se lanzó, el rubio actuó y se protegió con el escudo su cabeza. Ambos luchaban con profesionalismo en la arena, los manotazos y pequeñas cachetadas demostraban ser sólo un juego de niños. Steve finalmente cayó, pues el castaño le sacó el aire.

Bucky había ganado el combate, los aplausos sonaban alrededor de la arena. Steve con ayuda de su amigo de levantó y orgulloso palmeó el hombro de su compañero.

---Buena pelea Buck.

---Gracias Stevie, igual.

El combate había terminado, ambos chicos caminaban a casa exhaustos, el camino fue en silencio, uno que no se transformó en incómodo, pues la compañía uno del otro era todo lo que necesitaban para ser felices.

---Hoy recordé el día en que me preguntaste cuando dejaríamos de luchar.---Steve finalmente rompió el silencio.

Bucky le miró, la luz en sus ojos era reflejada por el destello deslumbrante de la Luna.

---Me dijiste que no pasaría nada, que siempre estarías a mi lado.---Bucky le tomó la mano.

---Y así será amigo.---Steve la sugetó.

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⏰ Última actualización: Nov 15, 2019 ⏰

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