ᵂʰᵃᵗ ᵃᵇᵒᵘᵗ ᵐᵉˀ 🌻Kookmin🌻 #2 saga Lost Love

[Eᴘɪ́ʟᴏɢᴏ]

— Dejen tranquilo a ese pobre animal. — Digo desde la cocina.

— Es Soo. — Escucho a Sunhee renegar.

— Eso es mentira.

Sonrío al escuchar su pequeña pelea. Termino de lavar los platos sucios y me seco las manos para ir donde ellos.

— Déjenlo tranquilo ya, mejor vayan a cambiarse porque su tío Seokjin los llevará al cine y no tarda en llegar.

Ambos asienten y corren dentro. Acaricio al cachorro que contento corre a jugar con un balón antes de ir tras ellos. Observo con cariño el bello lugar que ahora es mi hogar. Paredes blancas y amarillas, con pasillos largos llenos de fotografías y suelos de madera repletos con juguetes.

Al subir por las escaleras escucho la música en el cuarto de Youngsoo y los lloriqueos de Sunhee al llamarme.

La ayudo a vestirse entre mimos, me sonríe contenta pavoneándose en un vestido color perla, dando vueltas para verlo abrirse.

Media hora después ella y Soo están subiendo al auto con Seokjin, que me saluda desde lejos antes de marcharse. Ya en completa soledad, me tiro sobre el sofá, admirando nuevamente la casa.

Después de aceptar quedarme con Jungkook, tuve que volver a Seúl para contarle a mi familia y renunciar al trabajo. Todos estuvieron contentos por mí, y en dos semanas ya estaba mudándome junto al amor de mi vida. Tres meses después compramos una casa en un barrio tranquilo.

Dedicamos otro mes para arreglarla a nuestro gusto y comprar los muebles, cuando estuvo lista se la mostramos a los niños, ambos estaban bastante felices. Ver sus sonrisa me hizo darme cuenta que tomé la mejor decisión para todos al quedarme junto a Jungkook.

Amo el bello hombre que es. Amo su forma de criar a Youngsoo y adoro todo el amor que le da a Sunhee. Me derrite el corazón oírla decirle papá, y me encanta la sonrisa sincera que él le dedica antes de tomarla en sus brazos.

Simplemente amo todo de él.

La puerta de la casa se abre, sin embargo me quedo quieto en el sillón, cierro los ojos y sonrío cuando siento muchos besos pequeños en mi boca.

—Hola. — Digo riendo.

— ¿Y los niños? — Jungkook se sienta a mi lado.

—Seokjin los llevó al cine, se acaban de ir. — Me trepo en su regazo.

Le echo una mirada a su cuerpo, el uniforme lo hace ver atractivo.

—Entonces estamos solos. — Murmura contra mi boca.

—Así es oficial, solos solos. — Meneo las cejas y se carcajea.

— ¿Y qué crees que deberíamos hacer?— Me sujeta el rostro.

Acaricia mis labios con el pulgar antes de acercarse y besarme castamente.

—Uhm, no lo sé, ¿Qué sugieres tú?— Le rodeo el cuello con los brazos.

Mi estómago cosquillea, sintiendo las típicas mariposas de amor.

—Yo digo que... Vayamos a la cama y tal vez pueda enseñarte cómo se usan las esposas.

Me río y me aferro a su cuerpo cuando se pone de pie rumbo a las escaleras.

Mientras observo su rostro, no puedo evitar acariciarlo, besarlo y murmurarle cuanto lo amo.

Por fin estoy en paz, tranquilo de tener a mi lado a un hombre bueno que me ama y vela por mi seguridad. Por tener a mi hijo conmigo, después de tantos años. De poder disfrutar de mi nuevo retoño, de la pieza que complementó este rompecabezas que creí, jamás llegaría a terminar.

Un día perdí lo que más amaba, ahora, lo he recuperado, y con ello aprendí una valiosa lección.

Siempre habrá circunstancias que no podré evitar, dolor que nos atacará, pero no significa que debo dejarlo ganar.

Necesité hundirme, destrozarme, para entender que siempre hay más, algo más después de tanto dolor.

Jungkook y Sunhee son ese más.

Incluso Youngsoo, que no se rindió en buscarme, porque hasta él sabía que tenía algo más.

Ahora agradezco que tomara un avión a escondidas, porque gracias a él, a mi bebé, a mi hijo, pudimos volver a estar juntos.

Y ahora estoy seguro que es para siempre.

Fin.

Gracias x todo.