Las agujetas de mis zapatos,
Las ató a restos de muertos;
Aun recatados bajo tierra
Para no ir a perder la mesura.
Tejo lo más seguro posible
Las grandes, pequeñas oraciones,
Para que no se me desvanezcan,
En la desordenada memoria.
Llevo los bellos sutiles versos,
De unos poemas de bolsillo.
Sostengo en la punta de la lengua,
La pregunta precisa, certera.
Sostengo en mis lánguidas palmas,
Las cálidas sutiles caricias.
Pongo en mis ojos un meteoro,
Que he robado al universo.
Cuando al fin llega el instante
Y te veo, me inunda un lastre,
El cual me deja anonadado,
Mudo, ciego, sordo. Desnudo.
D. Alexander M.G.
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Fugaz instante (timón del momento)
Thơ caPoemas que han nacido pequeños y delgados, entre frías y cruzadas banquetas, de un parque de hojas secas, en presencia de las huellas de la lluvia, el paso tranquilo de la noche, entre cuchillas y garganta. Otros por cargar a sus hombros la prisa, d...