Capítulo sesenta y cinco.

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Vi como la mandíbula de mi prima casi se desencaja, ella escaneó a Jimin de pies a cabeza sin disimulo.

–¿De verdad es tu novio? –cuestionó mi prima mirándome con incredulidad.

–Si –Jimin respondió y regresó su mirada hacia mí para sonreírme dulcemente, luego miró a mi prima y extendió su mano–. Park Jimin, gusto en conocerte.

–Si... si, es un gusto –titubeó mi prima dando un tímido apretón de manos.

Jimin soltó la mano de mi prima rápidamente para saludar también a su prometido con un fuerte apretón de manos.

–Querida prima –sonreí irónica y levanté una ceja desafiante–. Mi novio es el jefe de tu prometido le informé.

–¿Qué? –cuestionó ella con su ceño fruncido.

–¿Dijiste Park Jimin? –cuestionó el prometido de mi prima pensativo.

–Si –Jimin asintió.

–¡Oh, ya recuerdo! –el prometido de mi prima exclamó y se cubrió la boca de inmediato para hacer una reverencia exagerada–. ¿Usted... es el socio mayoritario? –de pronto su forma de dirigirse a Jimin se tornó más respetuosa.

–Si –Jimin respondió con algo de desgano.

–Se...ñor, debe... estar aquí por la reunión –titubeó.

–No, mi madre y secretarios se encargan de eso –explicó Jimin–. Yo solo vine acompañando a mi novia a comprar unas cuantas cosas –me miró cómplice.

–¿De verdad ustedes dos salen? –cuestionó insistente mi prima con desconfianza.

–Cariño –habló entre dientes el prometido–, dirígete con más respeto... él es mi jefe –sonrió para Jimin algo nervioso.

–Cómo va a ser tu jefe sí parece un niño. Esta es una broma ¿cierto? –rio mi prima–. ¿Dónde está la cámara escondida?

El sujeto tapó la boca de mi prima rápidamente y la jaló apartándola ya que ella se acercaba a Jimin.

–Discúlpela señor, por favor –nervioso reverenció repetidamente–. Ella no sabe lo que dice.

El blanquecino rostro de mi prima se tornó colorado por la acción de su prometido y yo no podía borrar la sonrisa victoriosa en mi rostro.

–Yo tengo que regresar a mi oficina y ella ya se marchaba –el prometido empujó levemente a mi prima y le dijo algo al oído.

Ella hizo una leve reverencia para Jimin y empezó a caminar para irse sin regresar su mirada, su prometido hizo una reverencia exagerada de nuevo y se marchó tan rápido como si huyera de un depredador.

–¿Era necesario que trate así a tu prima? –cuestionó Jimin algo molesto.

–Oh, si –asentí dejando escapar una risita malévola.

–Pero ese sujeto trató mal a tu prima... ¿No estás molesta?

–Quisiera tratarla mal yo misma –reí una vez más–. Es una arpía, la odio.

–Oh ya veo, entonces ya que mi novia –hizo énfasis en la palabra–, odia a su prima, yo también la odiaré.

Lo miré y me sonrojé, acababa de darme cuenta de que había actuado tan infantilmente presumiendo de mi "novio", tal como suele hacer mi prima, me había rebajado a su nivel, pero el sabor de una pequeña victoria ante esa cretina que ha vivido humillándome, anulaba cualquier sentido de culpa.

–Te explicaré después –susurré y solté su brazo.

–Estoy seguro de que tienes tus razones –susurro a mi oído agachándose un poco para bajar a mi estatura y tomó mi mano–. Vamos.

RUDEWhere stories live. Discover now