Destiny: Guardianes.©

Anochecer.

Momentos antes de la supresión de la Luz. Ciudadela, Venus. 

Cazadoras Katia y Kelly. 

Varios Guardianes se encontraban en Venus durante el ataque de la Legión Roja; las Cazadoras del equipo de Oscar mantenían una cacería de poseídos que acechaban en la Ciudadela, ambas se encontraban en perfecta forma durante sus combates. Ambas portaban una armadura distinta al resto: el aspecto de dichas eran de poseídos, fue nombrada como la Armadura de la Desolación. Los colores negros y blancos mezclados ayudaban a pasar un poco desapercibidos entre los poseídos. 

—Me encantan nuestras armaduras —habló Katia mientras permanecía tumbada en la superficie—. Nuestros esfuerzos en cazar al fin fueron recompensados con tremendos diseños. Simplemente me encanta. 

Kelly se tumbó a su lado mientras quitaba su casco. —A mi también —respondió. La Cazadora sacó unas barras de dulce y compartió a su compañera—. Nuestro esfuerzo también me ocasionan hambre. 

—¿Qué estarán haciendo el resto del equipo? —Una brecha vex trajo consigo tropas Vex y comenzaron un combate contra Poseídos. Las Cazadoras decidieron hacer caso omiso al combate por el momento para descansar. 

—Después de nuestra Escaramuza, Oscar creo que fue con la Hechicera a la Luna para patrullar —habló Kelly. Las corrientes de aire hicieron que su cabello largo se enredara en su barra—. Edward informó que iría a explorar algunas ruinas en la Tierra. El resto no sé muy bien. 

El combate entre las razas se interrumpió después de la huida de los poseídos del lugar sin algún motivo especifico, ellos iban ganando contra los Vex. El suceso llamó la atención de las Cazadoras que decidieron terminar el combate empezado, ambas comenzaron a aniquilar Vex hasta que sucedió la supresión. Los espectros las Cazadores habían caído al suelo mientras que ellas también debido al arrebatamiento de su Luz en mal momento. Los Vex al verlas debilitadas no duraron en atacarles, las armaduras aún soportaban el daño recibido pero ellas sentía con más intensidad cada ataque. 

—Hey, Katia —habló Kelly mientras se acercaba con dificultad a su compañera herida—. Hay que levantarse, no es tiempo de morir. 

Kelly logró tomar las carcasas de los Espectros y las guardó en el bolso. Katia permanecía derribada mientras disparaba con su escopeta a los Vex cercanos. —¿Qué ha pasado? —la respiración de la Guardiana aumentó con intensidad al levantarse—. Necesitamos buscar cobertura. 

Ambas compañeras avanzaban hacia una roca como cobertura mientras que las máquinas le seguían. Un Minotauro Vex apareció repentinamente delante de ellas y les atacó con su cañón de plasma, la explosión aturdió a ambas y Katia fue tomada por los brazos del Vex. —¡Katia! —Kelly disparó los últimos cartuchos cargados de la escopeta pero solo dañó poco al Vex.

 La Cazadora presenció cómo su compañera fue extremadamente herida; el Minotauro logró separar una de las botas de Katia de su mismo cuerpo. El Vex mutiló la pierna derecha de la Cazadora para dejarla en el suelo e intentar darle el tiro de gracia... una bala perdida perforó el metal del Vex haciéndolo caer y salvando a Katia.  Los Vex tomaron ese acto como una victoria y emprendieron una huida a través de portales. 

—¿Kelly...? —Katia estaba estremecida mientras veía la sangre evacuando su cuerpo—. No siento mi pierna... no siento dolor —la Cazadora logró quitarse el casco y mostró su rostro desconocido, no podía creer lo que sucedía. 

Kelly cayó débil junto a Katia y sacó a su espectro pero este no respondía así que no era posible curarle así que tuvo que improvisar un torniquete con una pequeña soga que portaba en el bolso. Las armaduras de ambas se volvieron rojas debido a la fuente de sangre.