Me es imposible. Intento, pero simplemente no puedo evitarlo. Cada vez que colapso, salgo a mi balcón. Este da a la calle, a la pequeña pero muy iluminada ciudad.
Mi lugar en este mundo es insignificante...
Tiendo a pensar eso, y debo no ser la única, pero es necesario saber que todo tiene un propósito. Hasta el más pequeño grano de arena tiene un propósito, tiene sentido, un porqué.
Tal vez, es porque todavía soy una, mañana seré otra. Tal vez, es por eso que me cuesta mucho.
Estoy sola. Soy nadie. Soy nada.
A menudo pienso eso acerca de mi. Me siento estupida por pensarlo, luego me siento más estupida por creerlo, y luego diez veces más porque ese pensamiento está, y siempre estoy dándole vueltas en vez de ahogarlo en un vaso de agua, o en otra canción.
La luz de uno de los faroles titila. Es agotador. Siempre parpadea, nunca se detiene. Es un patrón. 10 segundos, se apaga, 2 segundos, se prende. Y yo, vivo con la esperanza de que se apague y no vuelva a encender.
Es... lo encuentro estresante.
Se llama ansiedad.
Me gusta la obscuridad. Pero, la luz natural es tan hermosa...
Las luces con tonos amarillentos son tan bonitas, tienen algo tan atrayente hacia mí...
Las luces blancas en cambio, solo me incomodan.
Puede parecer sin sentido, de hecho, no lo tiene, es simplemente así. Odio la luz Blanca, porque creo que es artificial. Y detesto con cada célula de mi ser las cosas artificiales.
Pienso que el mundo es hermoso cuando se lo puede apreciar al natural.
Hay muchas cosas que no entiendo de las personas. Sus actitudes, sus comentarios, sus canciones, sus historias, sus gestos, sus gustos, sus interpretaciones y sus expresiones... y es de esa forma que no me entiendo a mí, no entiendo mi historia, ni a mis actitudes, mis gustos, interpretaciones y actitudes. A veces, solo sé que no se nada, como decía, pues no lo recuerdo. Así que solo se que no se nada se aplica ahora mismo como ejemplo.
Gravity de coldplay, inunda mis oídos
Can you hear my hear beating?
Can you hear that sound?...
Puedes escuchar el latido de mi corazón?
Puedes escuchar ese sonido?
Muchas personas me han fallado y decepcionado en mis inexpertos todavía 14 años de vida. Comienza desde mis padres, y termina en las personas del día a día.
Duele, duele muchísimo cuando entregas tu amor y confianza y solo provocan caos. La toman y la destruyen, la minimizan, la desaparecen... quitan por completo toda su ya inexistente importancia.
Mis padres...
Mis mejores amigas...
Mi familia...
Las personas...
Y en ese momento, solo se nos presentan 2 posibilidades.
El perdón, del cual derivan otros 2 caminos, porque esta el perdón sincero, y el perdón dudoso, que conlleva a la indecisión.
O el resentimiento y exilio automático de esas personas en lo que nuestras vidas respecta.
Sostengo que perdonar esta bien. A la larga o a la corta, ayuda a que el alma se desahogue y siga adelante. Pero hay que perdonar de verdad, de corazón.
Perdonar, no es sinónimo de débil. Es todo lo contrario.
Miles de personas te van a joder aunque pocas realmente romperán tu corazón, pero depende de uno mismo levantarse y cerrar sus bocas haciéndoles ver quién realmente es.
En silencio, estando solo podés hacerlo.
Hay solo una persona que puede decirte que hacer o como sentirte y es uno mismo. Nadie más.
Nosotros mismos nos encaminamos al éxito, así como nosotros mismos nos hundimos en la miseria, en el dolor más profundo e inevitable, a veces hasta irreversible.
Ahí es cuando somos realmente débiles.
Las debilidades, son los sentimientos más profundos, más frágiles y más valiosos que tenemos. Deben estar cuidados con máxima protección, porque son miedos, son el saber específicamente dónde te duele. Y eso, tiene que ser un secreto de cuidado especial.
Alguien te ama realmente cuando conoce tus debilidades sin necesidad de que las muestres, sin necesidad de que las nombres. Las encuentra observándote, escuchándote, sintiéndote... y no solo te ama realmente cuando las puede ver y entender, sino cuando las cuida omo si fueran suyas propias.
Ese amor lo encuentras tanto en lo pasional como en lo fraternal, después de todo es solo eso. Amor.
La luz sigue parpadeando...
Uno...
Dos...
Tres...
Cuatro...
Cinco...
Seis...
Siete...
Ocho...
Nueve...
Diez...
Bam.
¿Y ahora qué?
Seguiré, porque de eso se trata. De pequeñas pausas para un respiro, una observación, una recuerdo, una sonrisa, una lágrima, un suspiro. De eso estamos hechos, de pequeños gestos, de pequeñas cosas. De detalles, son tan simples que se vuelven complejos.
Mi esperanza, mi deseo, mi anhelo, es que algún día ese maldito farol se apague y no vuelva encender. Porque su luz blanca solo irradia eso. Blanco. Superficialidad, y la superficialidad es asquerosa, es un blanco sobrio, aburrido, avaricioso, no un blanco puro.
Cuando la luz blanca se apague, dejará de cegarme, y por fin vere el cielo, vere mí cielo. Y sentiré la gravedad atarme a un mundo, con el cielo que siempre quise ver, que siempre quise y querré sentir, el cual me mantendrá con el propósito de levantarme cada día y desafiar las leyes de gravedad y así por fin alcanzarlo, llegar a él....
And I wont look now...
No miraré ahora...
