★Parte 5★

1K 120 26
                                    

"Egoísmo"

Hatake Kakashi

Todos sus argumentos, todas aquellas historias que dicen haber escuchado, todo lo que no venga de alguna de nuestras voces será falso o será la verdad incompleta.

Tanto Obito como yo somos Dioses Principales, bendecidos por nuestro amado Padre y Creador.

El pasado

— ¿Qué es lo que vienes a pedir? Amado hijo, sabes que para estar frente a mí debe haber una muy buena razón ¿No es así? — Aquella voz siempre resuena en mi cabeza, como algo que jamás se marchará de mi lado.

Aquello solía ser una bendición pero ahora es solo una tortura.

Puedo recordar con claridad cada detalle de lo ocurrido, de lo que egoístamente creé.

Solía ser el primero en todo, y lo fuí.

— ¿Quieres eso? — Me preguntó desde la cima, su voz se oía algo ronca pero seguía siendo tan cálida— ¿Eres consciente de lo que acabas de pedirme como tú único deseo? — Insistía pero yo permanecí aferrado a mi objetivo.

Si — Solté firme.

— Fuiste el ganador y como te es merecido eres digno de pedirme lo que sea que quieras, aunque eso te convierta en el primer pecador, Kakashi.

¿Qué...? — Pronuncie débilmente.

La luz brilló con intensidad lastimando mi vista y al darme cuenta de todo, mis ojos se fueron cerrando poco a poco, estaba obteniendo lo que quería, dolía, quemaba.

Pese a obtenerlo, perdí a mi Padre y Creador quién desapareció por completo de mi lado. Comencé a decaer, intenté resistir pero fue imposible.

¿Padre...? — Caí de rodillas y quedé inconsciente.

Los minutos pasaron y me levanté aturdido por lo anterior ¿Qué había dicho? ¿Qué fue lo que quiso decir? Lo primero que hice al ponerme de pie fue mirar la cima, la tenue luz de antes se había esfumado, ahora estaba completamente solo.

Miré mis manos para comprobar si mi deseo había sido concedido y al verlos con claridad mi mirada se tornó borrosa, las lágrimas no me lo permitían, estaba tan feliz como triste.

Pero más que nada, estaba decepcionado de mi mismo.

— ¡Kakashi! — Escuché a lo lejos y giré mi mirada encontrándome con Obito quien venía corriendo— ¡Santo cielo! ¿Escuchaste los truenos? Probablemente haya sido Padre.

Seguí mirándole sin decir nada y el lo notó.

— ¿Uh? ¿Qué ocurre? — Se acercó a mí pero retrocedi— ¿Estás... Bien? — Parpadeó confuso y agarró su cuello— yo... Si crees que sigo molesto... No, no lo estoy.

Obito...

— Espera, en verdad no lo estoy — Sonrió avergonzado— yo fui quién perdió y terminé enojado contigo solo por eso, lo siento mucho...

No tienes por qué... Deberías estar furioso conmigo — Sin decir más lo abrace y el cielo volvió a retumbar con suma fuerza, el viento sopló y se nublo.

EL VACÍO (KakaObi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora