¿Por qué las personas son egoístas? ¿ Por qué siempre piensan en sí mismo? ¿Por qué no se hacen cargo de sus errores y prefieren que otros paguen por ellos? Aquellas preguntas jamás serán respondidas.
Que culpa tenia aquel niño para ser abandonado...
Sentía sus pies congelarse a pesar de tener los zapatos puestos pero eso no le molestaba ya que era más divertido hacer un muñeco de nieve junto con Yoongi. El mayor tenía las mejillas sonrojadas y eso le parecía raro, tal vez no debieron de salir.
—Yoongi, ¿realmente te sientes bien? – el menor se acercó tocando su frente quitando rápido su mano al sentirlo tan caliente. — ¡dios mio, estas ardiendo!, mejor vamos de regreso a la cabaña. – el mayor negó tomando su mano.
— estoy bien Taehyung, ya te dije que esto es normal en mi. – sin estar convencido el menor trató de creerle.
— ya falta poco para terminar, solo debes de colocarle los ojos y listo. – con una mediana sonrisa el mayor le entregó los botones para que se los colocará.
— es divertido hacer esto contigo, aunque es mejor hacer esto... – Taehyung se agachó un poco para hacer una bola de nieve y tirarsela al mayor con una sonrisa. Yoongi estaba sorprendido por lo que hizo, sacudió un poco su abrigo y suspiró.
— vamos Yoongi no seas amargado, si me ganas te daré muchos besos. – admitió el menor sin quitar aquella sonrisa que tanto le gusta al mayor.
— no te puedes hechar atrás. – el mayor tomó una gran cantidad de nieve para hacer la forma circular y cuando quizo tirarlo el menor ya había corrido lejos de él. —¡ven aquí Kim Taehyung! – corrió usando sus habilidades y en vez de tirar la bola de nieve lo tomó por la cintura para caer junto con el. El menor se quejó por ello pero fue callado por los labios del mayor. — te he ganado... Merezco los besos... – no dejó que el menor hablará ya que volvió a besarlo con voracidad dejando aturdido a este. Yoongi jamás lo había besado de esa manera y no es que desagradará al contrario, sentía como su cuerpo se calentaba poco a poco pero eso cambió al sentir una mordida en su labio inferior que le dolió mucho, como pudo quitó al mayor y tocó su boca, se asustó al notar sangre en sus manos. — ¡¿Qué demonios te pasa Yoongi?!
El mayor no sabía que decir, no pudo controlarse, quería sentir más del menor y no midió lo que hacía.
—lo siento Taehyung... Me iré a mi habitación, no me molestes. – sin dejar que el menor hablará se fue lo más rápido que pudo.
Taehyung trató de limpiarse la sangre, realmente le dolería más tarde. Se levantó para caminar a la cabaña de nuevo, en el transcurso pensó en lo que Jimin y Jungkook dijeron, esperaba que no fuera cierto.
Al llegar a la cabaña pensó en encontrar ruido pero todo estaba en silencio, cerró la puerta detrás de él y caminó a la habitación de Jimin pasando por la que compartía con Yoongi queriendo entrar para ver si estaba bien pero no quería molestar. Se quitó su abrigo y comenzó a buscar una ropa más cómoda pero que lo cubriera del frío.
Se metió a la bañera relajando su cuerpo por el agua caliente cerrando sus ojos para pensar un poco en todo lo que estaba pasando, había mejorado un poco respecto a sus habilidades. Jungkook decía que sólo debían de buscar su arma sagrada para estar completo, su cabello había cambiado un poco, el castaño que lo distinguía se volvía rubio con el paso del tiempo dándose cuenta que era cuando tenía más visiones sobre el pasado de Yoongi mejor dicho cuando veía más a la mujer junto con él. Tenía curiosidad de saber quién era y porqué era tan importante para Yoongi, acaso... ¿Era Sunhee?, tan solo pensar en esa opción sentía celos.
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