Capítulo 23

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PDV HARRY.

Pasamos la mañana y parte de la tarde en el lago, hasta que empezó a anochecer.
De camino a la casa Betty y yo propusimos hacer una barbacoa. A Louis y a Joe les pareció una idea genial.
En cuanto llegamos Betty y Louis aprovecharon para cambiarse de ropa, y Joe y yo fuimos al jardín a preparar la barbacoa.
- ¿Me vas a contar qué ha pasado en el lago?- pregunta mi amigo sacando la comida de los recipientes y poniéndola en la barbacoa, encendiéndola.
- Nada que yo quisiera- respondo haciendo una mueca.
- Louis es como Betty pero en chico- comenta- unos corta rollos.
Río, cogiendo uno de los tenedores grandes para girar la carne.
- Totalmente de acuerdo.
Los otros aparecen por la puerta riendo.
Observo a Louis, el cual lleva mi camiseta azul y unos pantalones de chándal grises.
- Louis y yo hemos pensado que después podemos encender la chimenea.
- Sí, genial- respondo.
Betty y Lou se dedican a poner la mesa, y aprovecho que están a sus cosas para comentarle algo a mi amigo.
- Esta noche pienso usar el jacuzzi.
Joe carcajea, llamando la atención de los otros.
- Menudo cabrón, te me has adelantado.
Río con él, negando con la cabeza.
- Todavía os queda mañana.
- Eso no lo dudes- responde guiando su mirada hacia Betty, guiñándola un ojo, a lo que ésta sonríe lanzándole un beso.
Sonrío, sacando la carne y metiendo la otra bandeja.
Pasados unos diez minutos nos sentamos todos a cenar, contando algunas anécdotas vividas.
Joe y Betty nos cuentan su primera vez. Al parecer estaban en casa de ella, solos, ya que era el cumpleaños de ésta y había quedado con sus padres y su hermana pequeña para cenar, así que aprovechó para llamar a Joe.
En el momento decisivo la puerta se abrió, mostrando a su hermana con unos globos y a su padre con una mini tarta.
Joe se apartó rápido, tapándolos a los dos con la sábana.
- Mi padre sacó a mi hermana de allí diciéndole que Joe estaba ayudándome a colocar unas cosas- dice algo sonrojada, pero riendo.
- Imagínate la cara de su padre. En ese momento me estaba matando con la mirada- dice Joe, a lo que Louis y yo reímos.
- Desde ese día mi padre evita verle.
- No me lo puedo creer- dice Lou riendo- debió de ser horrible.
- No creo que nunca pueda superarlo- murmura pensativa.
- Pues imagina tu padre- digo riendo.
Pasamos como una hora en el jardín hablando, para luego recoger todo, metiéndonos en la casa.
- Joe-digo captando su atención- Louis y yo vamos al jacuzzi.
Éste ríe, cruzándose de brazos.
- ¿Él lo sabe?- susurra.
Niego con la cabeza.
- Podéis ver una película o lo que queráis. Mientras no manchéis nada- digo con doble intención, a lo que este carcajea.
- Pasadlo bien.
Le guiño un ojo, saliendo de la cocina con Joe detrás.
Éste se acerca a Betty y le susurra algo, de seguro contándole mi plan, y yo aprovecho para ir hacia Louis, que está terminando de encender la chimenea.
- Acompáñame un momento- digo cogiendo su mano.
Éste me mira extrañado, sin entender.
- ¿Ocurre algo?
- Quiero enseñarte algo.
Joe me mira y levanta su dedo pulgar, deseándome suerte.
Betty le da un golpe en el brazo, frunciendo el ceño.
Niego con la cabeza sonriendo, metiéndome en uno de los pasillos con Louis detrás.
- ¿Dónde me llevas?
Abro la puerta, dejando a Louis que entrase primero.
Cierro la puerta una vez estamos dentro, observando al ojiazul.
Éste se encuentra con las cejas elevadas, mirando el jacuzzi, el cual se encontraba encendido.
- Tenía que habérmelo imaginado- dice sonriendo, girándose y mirándome.
Me encojo de hombros, acercándome a él.
- Esta vez no te me escapas- susurro abrazando su cintura, besando su mandíbula- Joe y Betty lo saben.
Louis se separa un poco, mirándome con los ojos abiertos.
- ¿El qué exactamente?
- Que vamos a pasar un buen rato- comento sonriendo- no te preocupes, ellos harán lo mismo.
Louis niega con la cabeza, y antes de que diga algo capturo sus labios rápidamente, balanceándonos hacia atrás.
Paseo mis manos por todo su cuerpo, queriendo quitar mi camiseta de su cuerpo.
El ojiazul se me adelanta, quitándola y dejándome a la vista su bronceado torso.
Llevo mis labios a uno de sus pezones, mordisqueándolo y chupándolo.
Louis murmura algo que no logro entender, pero sigo con mi labor, ahora con su otro pezón.
- La sala está insonorizada Louis, puedes gemir todo lo alto que quieras- le digo mientras le bajo el pantalón de un tirón.
El ojiazul ríe, lanzando el pantalón lejos de su cuerpo, y aprovecho para quitar toda mi ropa, incluido el bóxer.
Me vuelvo a aproximar hacia él, besando sus labios delicadamente.
Louis introduce la lengua en mi boca, acariciando mi pecho.
Le cargo en brazos, haciendo que enroscase sus piernas en mi cintura.
Camino con él encima, entrando con cuidado en el jacuzzi. El ojiazul pone los pies en el suelo, jugueteando con las burbujas.
- Nunca había estado en un jacuzzi- comenta sumergiéndose hasta los hombros.
- ¿Y qué tal la experiencia?- pregunto posicionándome a su lado, apoyando la espalda.
- Increíble- susurra aproximándose hacia mí, sentándose en mis muslos.
Louis juguetea con mi pelo, dejando pequeños besos por mi cuello.
Cierro los ojos, paseando mis manos por su espalda y acercándole más a mí, de modo que nuestras erecciones se rozaban.
- Tengo tantas ganas de hacerte el amor- susurro, a lo que el ojiazul deja de besarme, mirándome.
Sonríe, abrazando mi nuca y besándome ansiado, frotándose con mi entrepierna.
Muerdo su labio inferior, sacándole un gemido, y aprovecho para llevar mi mano a su erección, estimulándola.
Louis se mece al compás de mi mano, volviéndome loco.
- ¿Has traído condón?- pregunta extasiado, sin abrir los ojos.
- Mierda- murmuro.
El ojiazul abre los ojos, mostrándome sus pupilas dilatadas.
- ¿No has traído?
Niego con la cabeza, a lo que éste se queda pensativo.
- No podemos salir así a buscarlos- dice señalándonos.
- ¿Lo has hecho alguna vez sin condón?- le pregunto, a lo que niega- ¿quieres probarlo?- sugiero, a lo que éste se queda un poco desconcertado- si no puedo vestirme en un momento y sa-
- Está bien, por probar no pasará nada- dice interrumpiéndome.
- ¿Seguro?
Asiente sonriendo, volviendo a unir nuestros labios, esta vez siendo él el que estimula mi miembro.
Solo de pensar en mi pene follándolo sin condón hace que me pusiese más duro.
Jugueteo con su entrada, la cual estaba llamándome a gritos, e introduzco el dedo corazón.
- Ah- gime, estirándose y profundizando el proceso.
Louis se mece, haciendo que mi dedo le penetrase a su antojo.
Introduzco el segundo, maldiciendo por lo bajo.
- Madre mía, Harry- murmura enredando sus dedos en mi pelo.
El sudor caía sobre nuestras frentes, y el ambiente se encontraba empañado, haciéndolo todo más excitante.
El ojiazul saca mis dedos y coge mi miembro, dirigiéndolo hacia su entrada, ya lista.
Empujo de una, introduciéndola, a lo que los dos soltamos un fuerte gemido.
- Mu-Muévete, Lou- le pido, a lo que éste me hace caso, meciéndose despacio, pero profundizando las embestidas.
Lamo mis labios, clavando mis dedos en sus caderas.
Llevo mi boca a su mandíbula, mordiéndola.
El ojiazul sigue su vaivén, sumergiendo su mano derecha bajo las burbujas y agarrando su miembro, estimulándolo.
- Joder- gimo, entreabriendo los labios, a lo que Louis aprovecha para besarme, introduciendo su lengua.
Llevo mis manos a su rostro, profundizando el beso.
Louis aumenta el ritmo, volviéndome loco.
Retiro su mano de su miembro, siendo yo el que lo estimula, rápido.
- Lou...- murmuro, extasiado.
Mi pene encajaba a la perfección en su pomposo trasero, y joder, sin condón podía sentir cada detalle.
El ojiazul se mece más rápido, jadeando.
El agua se mueve al ritmo de Louis, y éste hace ahora movimientos circulares.
- Así, Louis- exclamo, aumentando el ritmo de mi mano, notando las gotas pre seminales de ojiazul.
- Voy a correrme- susurra, sin dejar de moverse, cada vez más rápido.
Aprieto sus testículos, y eso le basta a mi chico para correrse, exclamando mi nombre.
Louis respira agitadamente, sin dejar de moverse.
- Vamos- susurra en mi oído, mordiendo el lóbulo de mi oreja.
- Lou- gimo, a lo que el ojiazul hace un movimiento profundo, haciendo que me corriese en su interior.
Respiramos sin control, con Louis apoyado en mi cuerpo, y mis manos envolviendo su cintura.
- Harry, ha sido increíble- comenta ansiado.
Todavía noto el semen terminar de salir de mi pene, llenándole por completo.
Salgo despacio de él, haciendo que éste soltase un pequeño jadeo, sin separarse de mí.
- Ahora entiendo cuando dicen que sin condón es mejor- dice sonriendo.
- ¿Te ha gustado?- pregunto acariciando su pómulo.
- Ha sido el mejor sexo de mi vida- se sincera, poniéndose de pie.
Observo su cuello, cogiendo un color violáceo.
- ¿Crees que tu madre me matará al ver tu cuello?- pregunto sonriendo.
Éste lleva su mano hacia él, frunciendo el ceño.
- ¿Me has hecho un chupetón?
- Accidentalmente- digo elevando las manos.
Rueda los ojos sonriendo, saliendo del jacuzzi.
Imito su acción, acercándome a coger una de las toallas y pasándola por mi cadera.
Me miro en el espejo, observando pequeños arañazos en mi pecho.
- Yo creo que con esto estamos en paz- le digo señalándolos.
Louis abre los ojos, algo sonrojado.
- ¿Cuándo ha pasado eso?- murmura acariciándolos.
- El éxtasis del placer, cariño- respondo besando sus labios- vamos a la cama- digo cogiendo su mano, pero Louis no se mueve.
- ¿Y si están los otros en el salón? Qué vergüenza.
Carcajeo, cruzándome de brazos.
- Te aseguro que estarán en la habitación haciendo lo mismo que nosotros.
- Sal tu primero.
Río, negando con la cabeza, abriendo la puerta.
Atravieso el pasillo, mirando el salón. Nada.
- ¡Louis, puedes venir!- grito.
A los pocos segundos oigo los pasos del ojiazul, apareciendo en mi campo de visión.
- ¿Ves? Anda vamos- digo entrelazando nuestros dedos, yendo hacia la habitación.
Según entramos Louis se dirige al armario, sacando su pantalón de cuadros negro y blanco y una camiseta negra.
Retira la toalla de su cuerpo, dejando a la vista su trasero.
- Te juro que ahora mismo mordería cada nalga- murmuro.
Louis carcajea, poniéndose el bóxer y girándose.
- Lástima- dice encogiéndose de hombros, poniéndose la camiseta- deberías de secarte el pelo, pareces un león.
Sonrío, poniéndome mi bóxer y el pantalón.
- Mucho meterte con él pero bien que te gusta cuando follamos.
Louis me lanza un cojín, frunciendo el ceño.
Carcajeo, mirándole fijamente.
- No- advierte señalándome con el dedo.
Me aproximo hacia él, pero éste sale corriendo hacia el baño, aunque no le da tiempo a llegar, ya que le cojo de la cintura y le cargo, tirándole a la cama y poniéndome encima de él, haciéndole cosquillas.
- ¡Harry, para!- grita riendo, retorciéndose debajo de mi cuerpo.
- ¡Aquí hay gente que quiere descansar, eh!- grita Joe aporreando la puerta.
Louis y yo nos sobresaltamos, y éste aprovecha para salir de entre mi cuerpo, yendo hacia la puerta y abriéndola. En bóxer. Río, ya que probablemente ni se haya dado cuenta.
- Hola- dice Lou con voz de niño.
- Me parece bien que hayáis echado un polvo. Nosotros también lo hemos hecho.
- ¡Joe!- grita Betty desde su cuarto.
- Pero ahora nos apetece dormir- continua.
- Lo siento. Ha sido Harry.
Asomo la cabeza, divisando a mi amigo.
- Oh, no me cabe duda- dice mirándome.
- Ya paramos- prometo.
- ¡Descansad!- exclama Louis, mientras Joe se va a su habitación.
Louis se apoya en el marco de la puerta, y sonrío.
- Tienes las piernas más bonitas que he visto en mi vida- digo mirándolas.
El ojiazul se da cuenta de que está en bóxer, y se dirige hacia la cama a coger su pantalón, poniéndoselo.
- ¿Vas a dormir sin camiseta?- pregunta metiéndose en la cama.
Asiento, levantándome.
- Soy muy caluroso- digo guiñándole un ojo, a lo que este levanta una ceja, tapándose con la sabana.
- Anda, ve a secarte el pelo o te pondrás malo.
- Sí papi.
Louis me enseña su dedo corazón, haciéndome reír mientras me metía en el baño.

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