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Eleanor

El viernes volvía a dar función, me emocionaba mucho, sólo quedaban cuatro funciones más y terminaba la temporada.
Esa noche la prensa se hizo presente al finalizar el show, me preguntaban cosas de Tom.
No volví a hablar con él desde que se fue a seguir promocionando la película, me odié toda esa semana por haber sido débil y caer a la primera.
Chloe me regañó por eso, además de que igual me contó que muchas chicas en la oficina hablaban pestes de mí.

—Así que cuídate porque están dispuestas a hacerte caer— comentó mi amiga quien estaba sentada frente a mí en una cafetería cerca de la oficina.

—De hecho pienso renunciar, ya no puedo seguir ahí— mi amiga abrió los ojos como platos.

—Será lo mejor y si me preguntas, Joshua te hará miserable— yo asentí ante lo que dijo.

—De hecho hablamos al respecto pero se volvió loco— recordé como se comportó Josh.

—Es un idiota; te quiero, Ele, por eso te lo digo, además que ya nada debe impedirte ser feliz con Tom, aunque hubiera preferido que lo hicieras sufrir un poco— ambas reímos.

—Siento que lo hice, pero bueno, no se trataba de que me convirtiera en una bruja— dije.

Esa noche regresé a mi apartamento, me sentía demasiado cansada, me recosté en el sofá y cerré los ojos.
Oí que alguien le jalaba a la palanca del baño y me levanté de golpe, la puerta se abrió y pude ver a Tom, parpadeé varias veces para corroborar que no fuera un sueño.

—Hola— saludó sonriente, yo lo miré aún sin poder que estaba en mi apartamento en Manhattan.

—¿Qué haces aquí?— pregunté estática.

—Quise venir a saludarte, mañana me voy a casa pero le rogué a Curtis que me dejara verte— avanzó hacia mí de forma confiada.

—Voy a renunciar a mi empleo— solté rápido.

—¿Eleanor renunciando y huyendo?— se burló.

—Eres un idiota— dije indignada, él agitó mi cabello de forma juguetona.

—¿Puedo subir una historia contigo? Es que quiero que vean que estoy aquí— preguntó algo tímido.

—No lo sé, Tom— lo miré dudosa, él hizo un puchero con él labio, rodeé los ojos y acepté.

Nos tomamos una selfie y la subió a su historia.

—Esto volverá loco a todo el mundo— rió.

—Acabo de recordar, ¿cómo es que entraste?— pregunté mientras me sentaba en el sillón.

—Tú madre, me dio una copia la semana pasada— sonrió como un pequeño y se sentó junto a mí.

—Eres increíble, Holland— reí.

—Supongo que quieres ir a cambiarte esa ropa— señaló mi atuendo de oficina.

Caminé hacia la habitación y me puse un pants gris de Harry Potter y una camiseta que Jazz me regaló en mi cumpleaños de Tom como Spiderman.
Salí con mi cabello atado en una coleta y mis anteojos, él al verme se emocionó mucho y me tomó una foto donde salía señalándola.
Mi teléfono vibró y vi que Tom me había etiquetado en una publicación, lo revisé y era mi foto.

Mi teléfono vibró y vi que Tom me había etiquetado en una publicación, lo revisé y era mi foto

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Clean// Tom Holland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora