Hasta que llegue a ti

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Capítulo I

Se dice que antes de encontrar al amor de tu vida, tienes que al menos haber besado 20 bocas, aunque hay gente que tiene esa asombrosa suerte de encontrar al amor de su vida a la vuelta de la esquina. Pero vaya, quien diría que para llegar a ti, tuve que enfrentarme a cosas que no me imaginaba, cosas que en los cuentos de hadas, o en las películas de adolescentes enamorados no mostraban...  

Creo que mi gran error fue creer que el amor verdadero existe y tal vez todo esto sea culpa de mis padres, son la pareja perfecta, e incluso su historia de amor es perfecta, a través de esto, quise empezar mi propia historia de amor. 

Y es ahí donde entra mi primer amor, un chico alto, de lentes obscuros, pelo negro y unos ojos tan hermosos, pero lo que me mataba, era su sonrisa...

Y vaya, quien diría que era el mejor amigo de mi ex, el ex que arruino dos años de mi vida por completo, era mi puto infierno, no había día en que no me arrepintiera de andar con el

Pero ¿Por qué digo esto?

Bueno, él fue un gran chico como novio, para ser mi primera relación, estuvo bien, lamentablemente poco a poco deje de sentir amor, creo que fue por su falta de atención, o porque en nuestra primera cita en vez de estar conviviendo conmigo estuvo jugando clash royal, o porque cuando por fin podíamos estar juntos, sus amigos siempre estaban ahí, y eso no me molestaba, me enojaba que él no me prestara ni siquiera un poco de atención.

Cuando cumplimos dos meses, me regalo una caja de chocolates, y unas pulseras, pero yo no podía aceptar ese regalo, porque yo ya había dejado de amar.

Sé que me vi mal, ya que dos semanas después lo termine...

Después de eso, mi INFIERNO EMPEZÓ

En cada esquina, en cada salón, en cada pasillo, en cada maldito lugar, la mirada de los hombres me seguía, y sus palabras me lastimaban, palabras como PUTA, ZORRA, CALIENTA PENES, FEA, MERECES ESTAR MUERTA, y un montón de palabras más.

Mi mejor amigo me contó el porque me llamaban así, escuchar las falsas historias que contaba mi ex sobre mí, me dieron ganas de probar que el mentía, así que empecé a intentar resolverlo todo, pero nadie me creyó, saben porque, él era popular, se había vuelto popular después de terminara con el.

Me volví la mala

Ya no pude hacer nada.

Ni siquiera salía de mi maldito salón, por miedo a ser juzgada por cosas que jamás había hecho.

Habían pasado ya varios meses y aun los rumores seguían en el aire...