Incluso en esta noche fría con la lluvia opacando a la luna, triste por ver a su hijo sufrir por un amor que se marcho hace mucho tiempo ya.
-Hyung, ¿verdad que soy tu favorito en el mundo?
-Lo eres mi dulce Wonnie... Siempre serás el primero en mi vida, el que le da sentido a mi existir, así que nunca me abandones.
-Lo prometo hyung...
Entre besos y caricias nos juramos amor y permanecer juntos incluso después de la muerte. Entonces dime ¿porqué te fuiste?
Encerrado en esta solitaria habitación que me recuerda aquellas promesas que se marchitaron al igual que una rosa al morir. Tan cruel y sombría se ha vuelto mi alma que lentamente se pierde en la soledad y amargura.
-Hyung... Yo...
-¿Qué sucede Wonnie? No me asustes
-... No es nada malo hyung, solo, solo quería decir que te quiero mucho.
-Mi hermoso Leito~ yo también te quiero...
Un abrazo recibí y aunque quisiera negarlo una parte de mi me dijo que algo sucedía pero eras tú y quise creer que todo estaría bien.
Extraño tu aroma y calor, tus besos sabor a café dulce y amarga al mismo tiempo. Extraño cada pequeña sonrisa y hermosas carcajadas.
-Wonnie mi dulce gatito, ¿qué tal la escuela? ¿Todo bien?
-Si hyung...todo bien.
Se que esa no era tu verdadera sonrisa que ese brillo ya no existía pero yo te quería así que me dije que solo era mi imaginación que nada pasaba. Pero ¿porqué me dolía?
Tome tus manos y besé cada uno y cerrando los ojos me acerque a tus labios pero solo sentí tu mejilla y mi corazón asustado lloró.
¿Cómo sobrevivir a esta soledad?...
-Leito amor ven a desayunar se te hace tarde...
Bese tu frente, acariciando tus cabellos y observando tus bellos labios.
-Amor, bebé se hace tarde...
