Capitulo 1

217 4 0
                                    

POV. Louis

 A mis 20 años llegue a la conclusión de que ser un testigo de Jehová no era mi verdadera creencia, básicamente la seguía por mis padres y su aceptación. Era de lo único que hablábamos, la religión. Obviamente en mi vida ya había pensado en abandonar todo esto, pero echaría de menos a mis padres y su fría presencia en mi vida, porque aparte de ser considerado un pecado por la asociación, también seria mal visto que ellos todavía mantuvieran una relación conmigo (si no lo consideraran como otro pecado). Otro de mis problemas era que tampoco conocía a nadie fuera de todo esto por cual dejarlo, no contaba ni de ingresos ni de un lugar estable en donde quedarme.

Me mire de mala gana en el espejo, resignado por tener que seguir con la misma rutina de todos estos malditos años. Como cada 14 de abril aquí estaba, arreglándome para la esperada celebración: “La Conmemoración Anual de la Muerte de Jesucristo”. De todas las asambleas y reuniones a las que asistía, esta era la que menos me gustaba. Es la que más se tarda en realizar y en la cual solo se repite lo mismo ya hablado anteriormente. Aunque para verle un lado bueno, mi mejor amigo Niall, siempre asistía a estos eventos, también es un testigo. El también pensaba en dejar todo esto como yo, pero sus razones para seguir eran distintas —El no se llevaba nada bien con sus padres. —, se podría decir que una de las únicas razones que todavía permanecía era por mí, de todas maneras nunca cumplía “las reglas”. Seguramente lo terminarían expulsando, y esperaba que a mí con él.

— ¿Estás listo amor?­—Grito mi madre, sacándome de mis pensamientos. — Tenemos que irnos dentro de 10 minutos y tu padre quiere salir en hora.

— ¡Ya voy! —Conteste frustrado por su impaciencia.

Me acomode el cabello frente al espejo, agarre mi celular y salí de mi casa. Afuera estaban mis padres en el auto, esperándome. Este día llevaríamos a Niall a la reunión, así que deberíamos apurarnos para pasarlo a buscar y aun así llegar temprano. Papá y Mamá no toleraban llegar tarde, pero todas las veces que llevábamos a Niall, lo hacíamos.

Ni bien llegamos su casa, baje del auto y toque la puerta con desespero. La cara de mi madre denotaba enojo, no le caía nada bien Niall por sus actitudes, ella pensaba que él me “pervertía”.

—¡¡¡NIALL!!! Apúrate, se nos hace tarde. —Le grite desde afuera.

—Pasa, ¡esta abierto! —Me respondió.

¿Está loco? ¿Cómo puede dejar la puerta de su casa abierta para cualquier extraño? Es totalmente irracional, pero así es el.

— ¿Dónde estás? Sabes que mis padres odian esperar. —Dije apenas entre.

—Arriba, ¿me esperas ahí? Tengo que terminar de arreglarme, mi pelo es un desastre.

Oh Niall, si te preocuparas por las cosas correctas…

—Bueno, igual no demores, mi padre esta que echa humo por las orejas.

 Me senté en una silla del comedor, esta sería una larga espera, sabía que a pesar de apurarlo demoraría lo mismo. Él siempre fue muy seguro de su imagen, algo que le envidie toda mi vida. Su pelo era rubio (teñido que se notaba a kilómetros), tenía unos ojos azules como el cielo por los cuales era imposible no perderse mirándolos y  una sonrisa hermosa que enamoraba. Recuerdo que hace unos años me sentía atraído por él, pero no fue más que eso, era como mi hermano, no quería arruinar nuestra gran relación con mis caprichosos gustos. Así es como me di cuenta de mi verdadera orientación sexual, otra de las muchas razones por las cuales tenía que dejar mi religión, ya que ser homosexual era un pecado. Aunque si me pusiera a contar todos los pecados que cometí en mi vida… Me habrían expulsado hasta mis parientes.

Bring Me To Life (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora